El conjunto de las terminales automotrices produjeron en abril 37.730 vehículos (automóviles y utilitarios), un 5,9% menos que en marzo y 15,1% por debajo del registro de un año atrás, informó Adefa.
Una de las causales que encontró el sector para explicar la tercera caída consecutiva de la actividad fabril fue los pocos días hábiles de abril, 4 menos que en marzo y 3 respecto de un año atrás, por efecto de la conmemoración de la Semana Santa.
Sin embargo, ese argumento carece de sustento si se tiene en cuenta que la industria automotriz opera con casi un 50% de capacidad ociosa. De modo que en un caso extremo, el sector está en condiciones de duplicar el ritmo diario de salida de productos terminados de las líneas de montaje de los componentes nacionales e importados.
La verdadera razón del declive de la producción agregada fueron las sendas caídas de las exportaciones, principalmente a Brasil, en 10,3%, y de las ventas de unidades nacionales en 16,8 por ciento.
Por el contrario, sustentado en el virtual congelamiento de la paridad cambiaria en los últimos doce meses, mientras que el promedio de los salarios se elevó nominalmente más de 28%, y la oferta excedente de producto en Brasil, las ventas de importados creció 32,9 por ciento.
En este caso el receso respondió a la debilidad de la demanda interna de productos nacionales, al punto que se contrajo 16,5%, mientras que las de importados se incrementó 35,4%. En términos netos el mercado local se expandió 14,6%, a un ritmo cercano a las 800 mil unidades año.
En términos netos el mercado local se expandió 14,6%, a un ritmo cercano a las 800 mil unidades año, con creciente participación de los importados