“Tras haber transitado los últimos diez años con fuertes desequilibrios macroeconómicos y un comienzo de año con indicios de recesión, el mercado de oficinas parece haber encontrado un piso capaz de sostener. Se mantuvieron los indicadores durante los últimos trimestres en lo que muchos creen que es una tendencia consolidada con posibilidades de marcar una curva ascendente”, explica el especialista Nicolás Ferrero.
Pero, lo que preocupa en el sector es lo que sucederá de cara a los próximos meses en un clima inundado por la incertidumbre política con miras a las próximas elecciones PASO en agosto.
“Las nuevas variables que hay que tener en cuenta, para poder hacer un análisis de los próximos meses, son las definiciones políticas, tanto del oficialismo como de la oposición. Este factor se suma a la aparición de nuevas fuerzas en el terreno político, lo que genera más expectativa y falta de definición sobre un resultado claro”, agregó Ferrero.
El exceso de pesos que tienen las empresas hoy y la imposibilidad de girarlos al exterior, por el cepo existente, generó dinamismo en el sector de bienes raíces corporativo. Pero el clima político y la incertidumbre, podría repetirse el escenario de 2019 de “wait and see” por parte de los inversores.
“El sector podría experimentar un aplacamiento de la demanda y su volatilidad implícita reaccionará directamente a las noticias políticas de los próximos meses, pudiendo comprobar así la dimensión en la que afectará el mercado de oficinas”, resumió Ferrero.
Techo de vacancia
En el segundo trimestre del año, la vacancia sufrió un aumento de 4% debido a la agresiva salida de metros al mercado por parte de los principales desarrolladores, cerrando en 18,7%, el nivel más altos desde la crisis de 2001.
La producción de nuevas oficinas sumó 72.279 metros al inventario de marzo a junio, principalmente en el Distrito de Negocios y el barrio de Palermo, como así también en Zona Norte del Gran Buenos Aires lo que hizo que la vacancia en esas zonas superará el 23 por ciento.
El ejecutivo asegura que la demanda de oficinas debería continuar con la tendencia del año pasado, siendo impulsada principalmente por empresas que generan un exceso de flujos que no desean mantener en pesos. Hoy la mayor demanda responde a que; “las compañías optan por la adquisición de activos inmobiliarios que se vuelven muy atractivos a la hora de resguardarse de la inflación y el riesgo latente de un salto devaluatorio abrupto”, agregó.
En un segundo orden, las empresas buscan readecuarse a espacios nuevos, generalmente más chicos, o hacer un salto de calidad debido a la compresión actual en los precios. En ese sentido en la actualidad se da el fenómeno de tomar espacios más pequeños de hasta 500 metros cuadrados.
Lo cierto es que, en un clima electoral, se genera falta de previsibilidad lo que dificulta un cambio de la actual propensión a la baja en los precios de venta.
