Aleph Holding, el holding de publicidad digital que fundó y dirige el argentino Gastón Taratuta, anunció hoy la vendió una participación de sus acciones al fondo de Silicon Valley CVC Capital Partners por USD 470 millones. Así, la empresa, una suerte de embajadora global de grandes compañías, plataformas y redes sociales, como Facebook, Twitter, Twich, Warner Music, EA Games, Snapchat y Spotify, entre muchas otras, alcanzó un valor de mercado de USD 2.000 millones y se prepara para comenzar a cotizar en Wall Street el año que viene.
Taratuta, que lanzó Aleph en Miami en 2005 –entonces se llamaba sólo IMS– define a su empresa como un “socio global” de las principales plataformas digitales del mundo. Y justamente es lo que hace: representa comercialmente en 90 mercados a las plataformas en zonas y países en las que estas no tienen presencia directa. Si una empresa quiere hacer publicidad en Twitter desde Argentina, por caso, tendría que pasar por Aleph.
Este año el holding proyecta ingresos por USD 1.000 millones (con una ganancia de USD 160 millones), más que el doble que en 2020, y Taratuta acaba de designar a Imran Khan como presidente del directorio, un especialista en IPOs que lideró las salidas a la bolsa de Alibaba y Snap. Aleph –compuesta por IMS, Httpool, AdDynamo y Social Snack– también anunció recientemente la adquisición de Ad Dynamo, con la que extendió su presencia en África.
Taratuta es porteño: nació en Núñez y es hincha de Racing. Es hijo de un fabricante de zapatos e hizo el secundario en el colegio Sholem Aleichem. “Era un mal estudiante. Me anoté en abogacía, pero me recibí en marketing en La Fundación. Luego me fui a Miami, solo y con USD 300; conseguí trabajo y estudié. En 2000 arranqué en publicidad digital”, repasó en diálogo con Infobae. Es emprendedor Endeavor y comenzó su carrera como gerente de ventas de UOL en Brasil. Tiene un Master en International Marketing de Florida International University y ha participado en programas para graduados de Stanford University. Es padre de dos hijas, de 22 y 15 años.“Tenemos la ventaja de la desventaja: haber crecido en estos países, en la región. Argentina es muy importante para nuestro negocio. Mi corazón es argentino y en el país tenemos más de 100 personas contratadas” (Taratuta)
– ¿Cómo nació la idea de lanzar IMS?
– Tuvimos dos etapas, primero con IMS. Yo trabajaba en UOL, en Miami, y me ofrecieron armar una compañía separada para representarlos comercialmente. La verdad, no quería ser emprendedor. Tenía mucho miedo de equivocarme, pero fue una gran oportunidad y la tomé. Dejé la seguridad por algo nuevo: fue como los penales de una final y elegí patear. El objetivo siempre fue representar assets de Silicon Valley en lugares en los que no tuvieran presencia. Arranqué el negocio con USD 5.000 míos, nada más: ese fue mi capital inicial. La primera orden de publicidad, de USD 3.000, me la quedé esperando tres horas en una empresa, sentado en una salita: no quería moverme hasta que no estuviera confirmada. Luego empezamos con Twitter y no paramos: Waze, Spotify y muchas otras. En 2015 le vendimos la empresa a Sony, que me la quiso comprar años antes por un quinto de los que terminaron pagando: USD 100 millones. A partir de ese momento empezamos a comprar empresas en Europa y Asia. A finales del 2019 le recompré la compañía a Sony, que había cambiado de estrategia y salió del negocio de la publicidad [prefiere no decir el monto de esa operación]. Ellos siguen siendo socios minoritarios.
Taratuta es porteño: nació en Núñez y es hincha de Racing. Es hijo de un fabricante de zapatos e hizo el secundario en el colegio Sholem Aleichem. “Era un mal estudiante. Me anoté en abogacía, pero me recibí en marketing en La Fundación. Luego me fui a Miami, solo y con USD 300; conseguí trabajo y estudié. En 2000 arranqué en publicidad digital”, repasó en diálogo con Infobae. Es emprendedor Endeavor y comenzó su carrera como gerente de ventas de UOL en Brasil. Tiene un Master en International Marketing de Florida International University y ha participado en programas para graduados de Stanford University. Es padre de dos hijas, de 22 y 15 años.“Tenemos la ventaja de la desventaja: haber crecido en estos países, en la región. Argentina es muy importante para nuestro negocio. Mi corazón es argentino y en el país tenemos más de 100 personas contratadas” (Taratuta)
– ¿Cómo nació la idea de lanzar IMS?
– Tuvimos dos etapas, primero con IMS. Yo trabajaba en UOL, en Miami, y me ofrecieron armar una compañía separada para representarlos comercialmente. La verdad, no quería ser emprendedor. Tenía mucho miedo de equivocarme, pero fue una gran oportunidad y la tomé. Dejé la seguridad por algo nuevo: fue como los penales de una final y elegí patear. El objetivo siempre fue representar assets de Silicon Valley en lugares en los que no tuvieran presencia. Arranqué el negocio con USD 5.000 míos, nada más: ese fue mi capital inicial. La primera orden de publicidad, de USD 3.000, me la quedé esperando tres horas en una empresa, sentado en una salita: no quería moverme hasta que no estuviera confirmada. Luego empezamos con Twitter y no paramos: Waze, Spotify y muchas otras. En 2015 le vendimos la empresa a Sony, que me la quiso comprar años antes por un quinto de los que terminaron pagando: USD 100 millones. A partir de ese momento empezamos a comprar empresas en Europa y Asia. A finales del 2019 le recompré la compañía a Sony, que había cambiado de estrategia y salió del negocio de la publicidad [prefiere no decir el monto de esa operación]. Ellos siguen siendo socios minoritarios.
Por: Sebastián Catalano
Fuente: Infobae