Reclaman que se equilibre la ayuda económica entre colegios los privados laicos y católicos de Salta. Advierten que muchos colegios podrían cerrar y que el sistema estatal no está preparado para recibir a sus alumnos. Las instituciones acordaron solicitar libre de deuda 2020 para matricular en el 2021. Para conocer más sobre la situación, Dossier Web conversó con Adriana Prieto, directora general de Educación Privada de Salta y Pablo Pereyra, representante de Asociación de Establecimientos Educativos Privados de Salta (AEEPSA)
La educación privada de Salta está en crisis. Este año cuatro colegios se vieron obligados a cerrar sus puertas. Según las proyecciones de la Provincia, en el 2021 podrían sumarse otros 21 establecimientos. Desde la Asociación de Establecimientos Educativos Privados de Salta (AEEPSA), advierten que el sistema educativo estatal no está preparado para recibir a todos los alumnos que se quedarían sin colegio. El reclamo del sector es que se equilibre la asistencia financiera entre los colegios católicos y los laicos. Para conocer más sobre el tema Dossier Web habló con Adriana Prieto, directora general de Educación Privada; y Pablo Pereyra, representante de AEEPSA.
“Arrancamos el año con el cierre del colegio San Lucas. Una institución de más de 40 años que no logró superar la crisis”, lamenta Prieto. Según la funcionaria, en la provincia funcionan 171 establecimientos privados. Muchos cuentan con diferentes niveles, por ejemplo: inicial, primario, secundario o terciario. Por esta razón, si enumeran por separado la cifra aumentaría a 381. En estas instituciones las cuotas pueden variar desde $4.500, hasta $15.000, según informó la asociación.
Matricula, morosidad y costos fijos
Hasta marzo la matrícula de alumnos en todos espacios ascendía 72.730 estudiantes. Y según los informes provinciales, hasta julio se sumaron otros 348 alumnos. Sin embargo, en este periodo también aumentó el índice de morosidad. “Lamentablemente las familias no pudieron acompañarnos. Afrontar los costos fijos fue sumamente difícil”, explicó Pereyra, copropietario además del Colegio Divina Misericordia, en Salta Capital.
Apretados por la situación económica muchas familias decidieron no abonar las cuotas de las instituciones. “En los 26 colegios que forman parte de la asociación se registra una morosidad del 52%”, añadió. “Hoy tenemos gente que está cursando solo con la seña de la matricula que abonó el año pasado. Y otros que SE van poniéndose al día de apoco. Pero lo cierto es que las clases no se suspendieron nunca”, dijo.
Sin aumentos en el 2020
“El problema que estamos viviendo hoy es porque los colegios privados no pudimos aumentar la cuota este año. Y en el medio hubo un aumento del 32% en los salarios”, según Pereyra eso se tuvo que afrontar con una cuota que por Ley fue establecida en octubre del año pasado. Según explicó, el compromiso de congelar los importes se asumió por cuestiones de empatía con las familias y por acuerdos entre las Asociaciones de Colegios Privados y el Ministerio de Educación de la Nación.
“En octubre del 2019 los colegios presentaron sus cuotas y en marzo muchos la bajaron por la situación. En muchos casos además se bonificaron la matrícula y se lanzaron ofertas de precios a las familias con varios estudiantes en el mismo colegio. Todo eso les jugó en contra”, añade Prieto.
La situación es extremadamente delicada. Según el portavoz de AEEPSA, los propietarios y trabajadores acuerdan cómo afrontar la situación sin tener que cerrar los establecimientos. En algunos casos se vieron obligados a solicitar préstamos y no necesariamente a Tasa 0. Por su lado Prieto informó que la masa salarial de algunos colegios privados de Salta puede llegar a ser de hasta $ 3.000.000.
Libre de deuda
“No hay colegio que haya podido salvarse al golpe económico”, aclaró Prieto. Para la funcionara los niveles más golpeado fueron las salitas de 3 y 4 años, el nivel superior y la educación no formal. En estos espacios se registraron migraciones de estudiantes entre colegios privados o al sistema estatal. “Las familias decidieron priorizaron la educación obligatoria”, añadió.
Sin embargo, para Pereyra, “El problema será el año que viene”. La razón es que las asociaciones acordaron solicitar un libre de deuda del 2020 para matricularse en el 2021. “Toda la gente que tenga deudas no podrá anotarse en un ningún colegio privado. Todos van a recibir a los alumnos que presenten éste libre de deuda del colegio de procedencia”.
Estiman que los alumnos que no puedan acceder a la educación privada van a migrar a las escuelas públicas. “Y las escuelas estatales no están preparadas para eso. Es un problema que el gobierno todavía no dimensiona”, advirtió.
Subvenciones y un reclamo histórico
De los 171 establecimiento educativos de la provincia, 43 no reciben ningún tipo de ayuda del Estado. De ellos 26 forman parte de AEEPSA. Ésta asociación desde hace años denuncia que el Gobierno de Salta prioriza la asignación de partida presupuestaria a colegios privados católicos.
“Para los no subvencionados nunca hay presupuesto. No nos permiten incorporarnos al sistema. Sin embargo, LOS colegios católicos recibieron un aumento del 20% en sus aportes”, denunció.
En sintonía, Prieto informó que en la actualidad “hay muy pocas instituciones con convenio que reciban el 100% de los aportes”. Además, aclaró que en esos casos no significa que toda la masa salarial esté cubierta. “No se contemplan a ordenanzas, y eso es algo que tienen que pagar por separado”, aclaró.
Sin embargo, explica que la mayoría de los colegios sí tiene un 30% de su masa salarial cubierta. Y añade que “hay un grupo de 50 que solamente reciben un aporte simbólico de $500, $1000, o $2.000 que se asigna para que puedan acceder al incentivo docente de Nación”.
Por su lado, Pereyra recalca que estaban “esperanzados en que el Gobernador Sáenz mejorará ésta situación”. Según cuenta, durante la gestión de Urtubey la respuesta para nuevas subvenciones siempre fue negativa. “Pero de repente veíamos un colegio en San Lorenzo Chico que apenas abría le daban automáticamente $560 mil para arrancar. Un colegio nuevo y con una cuota de más DE 12 mil”
“A todos los colegios católicos grandes y caros les brindaron terrenos y aportes. Y a nosotros, los colegios chicos y laicos que no hacemos un solo día de paro nada. Cuando se cierren estos colegios, el Estado no va a saber dónde acomodar a los alumnos”, advirtió.
ATP
“No ha sido muy común el otorgamiento de ATP para las escuelas privadas en la provincia”, aclara Prieto. Los colegios privados también podían acceder al programa para la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) del Gobierno Nacional, pero en Salta el número de instituciones es ínfimo.
“De los 26 colegios que conforman AEEPSA, solo 5 recibieron ATP. Y no en la totalidad de sus empleados, ni por todos los meses”, aclara Pereyra. Según explica esto no se logró porque muchos colegios están inscriptos como cooperativas, asociaciones, o fundaciones. Además, otro inconveniente fue que los profesores trabajan en diferentes instituciones. “El pluriempleo no estaba previsto”, dijo.
“El tema de los ATP ha sido muy complicado de conseguir. La mayoría de las instituciones que las han conseguido los hicieron para un solo nivel, o para solo un mes”, añadió Prieto en la misma sintonía.
Aumentos en las cuotas
Los colegios privados tienen hasta el 31 de octubre para informar de cuánto serán las cuotas del 2021. Según informó Prieto, esto rigen por el Decreto N° 4203 de 1999. La normativa fija que antes de finalizar el periodo lectivo los establecimientos deben notificar el valor de la cuota y la matrícula para el año siguiente.
“Además, según ese documento, la cuota solo podrá aumentar en función de aumentos en los sueldos docentes”, aclara. La funcionaria añadió que los establecimientos “recién están presentando las notas de pedidos”.
Por otro lado, Pereyra asegura que esta definición es sumamente complicada de realizar. El propietario aclara que las variables que sirven para definir estas cifras recién se tienen a principio de año. “La verdad yo no sé cómo será el arreglo de los gremios y el Ministerio el próximo año, ni tampoco de cuánto será la inflación. Así que nunca va a ser algo exacto”, concluyó.