La salida de las restricciones y la vuelta a la normalidad de varios sectores que venían rezagados impulsaron a la economía en noviembre de 2021: la actividad volvió a crecer luego de que, tras cuatro meses consecutivos de números positivos, sufriera un freno en octubre debido al cepo importador que complicó el ingreso de insumos del exterior. De esta forma, el nivel de actividad superó por quinto mes consecutivo los niveles previos a la irrupción de la pandemia de coronavirus.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró en noviembre de 2021 un incremento del 1,7%, respecto de octubre, en la medición desestacionalizada. “En la comparación interanual (ia), el EMAE evidenció un aumento de 9,3%. De esta manera, en los once meses del año, el indicador acumuló un incremento de 10,3% ia”, señaló el organismo oficial.
En el Ministerio de Economía el dato fue tomado como muy positivo. “La actividad económica volvió a crecer en noviembre y acumula 10,3% en el año. Supera por quinto mes consecutivo los niveles precovid”, analizaron fuentes de esa cartera. Y agregaron: “Si se compara contra noviembre de 2019, el EMAE también crece 5,6%. En ese año, sin pandemia, el acumulado –que hoy da una suba del 10,3%- arrojó una caída de la actividad de -2,1%–”.
Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma, comentó que la actividad se recuperó fuerte de la caída del mes previo y que esa dinámica sigue impulsada principalmente por la recuperación de los servicios en un contexto donde los bienes perdieron impulso. “El segundo semestre, con la normalización y los estímulos vía Pre-viaje y tasa negativa, mostraron una recuperación rápida de los sectores que peor la habían pasado en pandemia. Varios de ellos aun no llegan a niveles prepandemia”, explicó el especialista.
Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra, opinó que el dato de noviembre es muy positivo y que logró dejar atrás el bajón de octubre, cuando la actividad estuvo muy afectada por el cepo importador. “De hecho el nivel de actividad de noviembre superó incluso al de septiembre y está casi 4% arriba de los niveles prepandemia. Todos los sectores que dependían de las importaciones volvieron al nivel de actividad de septiembre y, algo a destacar, es que en noviembre se sumó además el resto de sectores, sobre todo los no transables”, destacó.
Asimismo, el Indec destacó que, con relación a igual mes de 2020, 13 de los sectores que conforman el EMAE registraron subas. “Se destacaron el alza de Hoteles y restaurantes (+59,8% ia) y Explotación de minas y canteras (+20,4% ia). Estos dos sectores aportaron conjuntamente 1,1 puntos porcentuales al incremento del EMAE”, indicó.
Por su parte, Industria manufacturera (+10,6% ia) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (+10,1% ia) fueron los sectores de mayor incidencia: sumaron, entre los dos, 3,3 puntos porcentuales a la variación interanual del EMAE. “En tanto, Electricidad, gas y agua (-0,2% ia) y Pesca (-6,0% ia) fueron los dos sectores económicos que registraron bajas en noviembre, y restaron 0,01 puntos porcentuales a la variación del índice total”, detalló el organismo estadístico oficial.
Melisa Sala, economista en jefe de LCG, dijo que el dato estuvo por encima de lo esperado, aun cuando su índice de difusión había confirmado un repunte en el mes contra la caída de octubre. “Con esto la actividad supera en 3,7% el nivel que tenía en febrero 2020, previo a la pandemia, y retrocede a niveles comparables con los de 2018, cuando empezaba la crisis. Aun con un crecimiento nulo en diciembre, la economía crecería 10% anual promedio en 2021, 7,8% en el año (dic/dic)”, subrayó.
Segun Sala, es un crecimiento mayor al previsto inicialmente, pero que difícilmente se sostenga en 2022. “Para este año esperamos un crecimiento inferior al 3% anual, en línea con el arrastre estadístico que deja la recuperación post pandemia. A esta altura tanto la corrección de los desequilibrios o la acentuación de los mismos imponen un freno al crecimiento en el corto plazo”, estimó la economista.
Por su parte, Sigaut Gravina, destacó que el año empezó complicado y además con escasez de divisas, debido a que la sequía provocó pérdidas en el agro por US$4500 millones, más lo que se pueda perder de ahora en más, ya que se proyecta que la sequía puede empeorar en febrero y reducir los rindes de la soja. “Con menos dólares hay mucho menos margen para importar y eso frena a todos los sectores que dependen de esos insumos, lo que puede parar el crecimiento anual, pese a terminar 2021 con un arrastre estadístico muy elevado, superior al 2%”, concluyó.
Por: Carlos Manzoni
Fuente: La Nación
