Desde octubre del año pasado que la Cámara de Panaderos congeló el precio del pan francés, hoy sin embargo se hace cada vez más difícil sostenerlo, Daniel Romano, su presidente contó a Dossier Web, que se reunirán con la comisión directiva para hacer un análisis de gastos debido a que las pymes “ya no dan más”.
Reconoce que la situación global es muy compleja pero advierte que las pymes de panadería ya vienen golpeadas hace cuatro años, lo que los llevó por primera vez en su historia a declarar la emergencia económica del sector a nivel nacional.
“Cuando logramos acomodar algunas cosas llegó la pandemia y el golpe fue muy duro para todo nuestro sector”.
Hoy los insumos no dejan de aumentar, advierte Daniel, a eso se suma el descomunal crecimiento de las panaderías informales “hace tiempo denunciamos a aquellas empresas que trabajan desde la ilegalidad y a puertas cerradas, pero nadie ha hecho nada”.
Asegura que hoy no tienen diálogo con el gobierno y si bien entienden que la emergencia los aboca a trabajar en pos de la salud, “las pymes son siempre las que soportan todo el peso”.
Explica también que la reclusión hizo que muchas familias comiencen a elaborar su propio pan y muchas otras salgan a venderlo, “es normal ver hoy en cada esquina venta de bollos, pan dulce, tortillas, y entendemos que se trata de la subsistencia ante una situación nunca antes vista, pero esto también impacta en las panaderías”.
Los molinos ya han advertido que incrementaron notablemente sus ventas en paquetes por kilo, disminuyendo lo de 50 kilos que son justamente los que se utilizan en las industrias.
Respecto a la actividad formal explica que durante los primeros meses del aislamiento total vieron caídas del 100% en el centro salteño, al estar todo cerrado nadie iba a comprar pan, la situación fue un poco más flexible en los barrios pero en términos generales advierte que las ventas no son las de antes.
Protocolos
Respecto a los protocolos de trabajo, Daniel contó que al principio los empleados no podían usar el transporte público de pasajeros por lo que fueron las panaderías las que tuvieron que costear su trasladado, “somos un rubro esencial y nunca hemos cerrado las puertas, pero eso no significa que no hayamos recibido el impacto de la crisis”.
Hoy se van adaptando a cada una de las modificaciones que realiza el Comité Operativo de Emergencia y advierte que no esperan una apertura total al menos hasta el próximo año.
“Creemos que esto va a ser para largo, siento que tal vez sigan los avances y retrocesos, por más que haya aperturas no vemos tanta gente en las calles, al menos como era habitual, estamos en proceso de cambio mundial y de paradigma, solo Dios sabe hacia dónde vamos”.
Finalmente pidió a gobierno provincial que les abran las puertas al diálogo, ya que su situación no escapa a la de todo el sector económico de la provincia.
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