La crisis financiera global y la cuestiones domésticas le vienen jugando una mala pasada al sistema financiero, que puede medirse por el virtual estancamiento tanto de los depósitos como del crédito. Esta realidad no sólo afecta a los bancos, sino también a la economía en su conjunto, ya que impacta directamente sobre el consumo y en la inversión. En lo que va del año, los préstamos destinados al sector privado se incrementaron apenas el 3,1 por ciento. Si se desagrega esa cifra por tipo de clientes, las colocaciones destinadas a personas físicas sólo crecieron el 1,6% y los orientados a empresas el 4,6 por ciento.
Estos incrementos son muy inferiores a los registrados en igual lapso del año anterior, pues en ese entonces el volumen total había avanzado un 13,5%, favorecido por las colocaciones a personas, que orillaban el 20% y los comerciales, con el 7,6% de aumento.
Los motivos de la desaceleración se pueden atribuir directamente a:
* La suba de las tasas de interés promedio entre ambos períodos, que pasaron del 20 al 26 por ciento
* Precaución por parte de los potenciales tomadores debido a la mayor incertidumbre
* El menor nivel de actividad económica
* Desaceleración del ritmo de crecimiento de los depósitos
* Políticas más conservadoras por parte de los bancos
Según Gustavo Giraldez, director de Notibancos, “todo es un problema de confianza. La gente por el momento no tiene un horizonte de previsibilidad, por lo tanto evita endeudarse y además moderó su consumo".
Para Aldo Abram, director General de Exante, “un punto muy importante a tener en cuenta es que se desaceleró el ritmo de los depósitos, que es el insumo de los créditos”.
“También es cierto que en lo que va del año tuvimos un período de mayor incertidumbre por las elecciones, que hizo que los bancos prefieran tener mayor liquidez”, explicó Abram.
“Que la gente evite hacer depósitos en los bancos, que haya fuga de capitales y menos crédito son todos signos del problema principal, que es la incertidumbre, sobre los próximos pasos que se tomarán, dejando de lado lo que suceda a nivel internacional”, concluyó Abram.
Si se compara el magro crecimiento del 2009 con la inflación real, que sería del orden del 8/9%, para igual lapso, es evidente que los montos cayeron entre el 5 y el 6% en el período.
Pero si el análisis se hace en función de la tasa de interés, la cuestión se complica, ya que a los niveles de tasas expuestos, significa que las nuevas colocaciones son apenas levemente superiores a las cancelaciones del período.
Miguel Kiguel, director Ejecutivo de Econviews, sostuvo a iProfesional.com que “lo que se observa es una fuerte caída de los préstamos en el sector privado, principalmente en los que se refieren a individuos”.
“Por un lado lo que muestran es que hay una menor demanda, que se corresponde con un ciclo recesivo. Por otra parte, también habla de stándares de crédito más rigurosos por parte de los bancos que analizan muy bien a quién prestarle”, agregó Kiguel.
¿Cómo evolucionó cada línea de préstamos?
En diciembre del año pasado los préstamos totales crecían a una tasa superior al 20% anual. Este incremento se recostaba básicamente en las líneas destinadas a las personas físicas, ya que el financiamiento con tarjetas avanzaban al 38%, los créditos personales rozaban el 30% y los hipotecarios superaban el 27 por ciento.
Por el lado de las empresas, el mayor impulso venía dado por los prendarios, que avanzaban en línea con los anteriores. En cambio, las líneas destinadas a financiar operaciones comerciales propiamente dichas y capital de trabajo (adelantos en cuenta corriente o descubiertos bancarios) apenas crecían entre el 4,9 y 7,2%, respectivamente.
A lo largo del corriente año la evolución anual de las diferentes líneas se redujo a menos de la mitad, pues según la información de fines de julio, no superaron el 10 por ciento. El crecimiento sigue siendo liderado por las tarjetas de crédito (17,4%) aunque perdieron más de la mitad de su ritmo de expansión.
Consultado por iProfesional.com, Ramiro Castiñeira, responsable del área de economía de Econométrica, expresó que “los préstamos en 2007 crecían a una tasa anual del 43%, en 2008 a un 21% y en 2009 lo hacen a un 10% lo que muestra claramente la caída del nivel de actividad”.
“La caída se registró en todos los rubros, fue algo generalizado. Si hay una economía que crece al 20% y créditos que lo hacen al 10%, lo que hay es un desplome real de los créditos”, argumentó Castiñeira.
El especialista de Econométrica concluyó diciendo que “de diciembre hasta la fecha, tanto los créditos en dólares como los que son en pesos están estancados”.
Al comparar la evolución de las distintas líneas, el cambio más significativo es el notable avance de los adelantos en cuenta, que rozan el 13 por ciento. Esta situación estaría mostrando los problemas que enfrentan las compañías para hacer frente al giro habitual de su negocio y su necesidad de recurrir a una línea de por sí costosa.
Los rubros más afectados fueron los prendarios, que ya muestran una contracción en su variación anual y los personales, que sólo mejoraron un 6,5 por ciento.
Debido a esta evolución, la relación entre los préstamos comerciales y los destinados a las familias se modificó levemente, ya que desde diciembre de 2007 éstos últimos pasaron de representar el 51% al 53,6% de la actualidad.
De éste último total cobra particular relevancia la financiación de tarjetas de crédito, ya que su peso oscila levemente por debajo del 40% de la cartera. La preferencia de los bancos por este tipo de colocaciones se debe a que son los que pagan las tasas de interés más altas.
En mayo de este año, la última información oficial disponible, la tasa promedio que se abonaba por un préstamo personal y por la financiación de saldos de tarjetas de crédito eran del 34 y 30%, respectivamente, frente al 23% de un adelanto en cuenta.
En los últimos doce meses se amplió la brecha entre los personales y los adelantos, ya que en mayo de 2008 era de 8 puntos porcentuales frente a los 11 puntos de igual mes de este año.
¿Qué pasó en julio?
Luego de una racha positiva de cinco meses de leve crecimiento, durante el último mes, el saldo de préstamos mostró el segundo resultado negativo del año, ya que se suma a lo ocurrido en enero.
En este contexto, sólo se destaca la suba de los adelantos y en menor medida de los personales.
A partir de esta evolución mensual, en el acumulado del año 2009, se puede afirmar que:
* Lo grandes motores del crédito son los Adelantos en cuenta corriente o descubiertos bancarios, destinados a cubrir capital de trabajo, pues avanzan un 16 por ciento.
* Los personales suben apenas un 1,2 por ciento
* Los hipotecarios se mantienen sin cambios
* Las tarjetas de crédito se contraen un 1,3 por ciento
* Los prendarios caen casi un 8% respecto de diciembre de 2008
Esta situación es diametralmente opuesta a la planteada en igual mes del año 2008, cuando las tarjetas subían un 20% y los hipotecarios casi el 15 por ciento.
¿Qué se espera de aquí en más?
De acuerdo a los economistas consultados, en el corto plazo todo pasará por el escenario político y por la forma en que evolucione ese tan preciado atributo que es la confianza. Ya que según el CEO de Exante, “aún resta cierto grado de incertidumbre y por lo tanto va a depender de las negociaciones del Gobierno con el Partido Justicialista y con la oposición, porque estamos en un momento de transición en el cual lo que se pondrá a prueba será la capacidad de gestión de la actual administración”.
Kiguel concluyó diciendo “que la situación cambie, o continúe como hasta el momento, dependerá de la evolución de las tasas de interés, el tipo de cambio, y de que en términos macroeconómicos se recupere la confianza”.
Fuente: iProfesional.com