Estar al frente de empresas que tienen una historia familiar y ser menores de 35 años, presume un conocimiento o preparación, plasmando además un sello propio. Para esta oportunidad Mensaje Empresario & Profesional, reunió a tres jóvenes que ocupan cargos directivos al frente de empresas que llegan desde la faz familiar. Carolina Ragone, directora del Grupo Económico Ragone y vicepresidente en Organización Lajitas S.A., embarazada de su primer hijita; Matías Desimone director de Dinar S.A. y Rodolfo Levín de Nivel Seguros que ocupa la vicepresidencia, coincidieron en muchos puntos de la charla, sobre todo en lo que se refiere a la hora de enfrentar los avatares de cada actividad. Si bien las situaciones en las que cada uno se hizo cargo de las directivas fueron diferentes a la hora de las decisiones confluyen en la responsabilidad y la posibilidad de analizar la situación desde otra visión. Desimone con sólo 20 años, por fallecimiento de su padre se debió hacer cargo de la empresa a la que iba desde chico a cumplir tareas acordes con su edad, recuerda que muchos empleados lo conocen desde que él contaba con seis años. "El recurso humano es lo que me ayudó en muchas circunstancias, cuando estuve al frente de Dinar, además de la familia, por supuesto", dijo. |
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Hoy que se pone en tela de juicio el trabajo infantil, es digno de conocer que estos tres empresarios, acompañaron a sus padres desde pequeños en su labor al frente a las firmas lo que les permitió realizar actividades desde las más elementales, para que al llegar el momento de hacerse cargo de puestos donde la decisión depende de ellos.
Reconocen que a la hora de iniciarse es importante poder contar con un nombre que respalda y que tiene que ver con "el derecho de piso" que otros pagaron por ello, al momento de comenzar; sin embargo hoy la posibilidad de contar con una carrera profesional, como la que los tres tienen y siempre relacionadas con sus actividades, le imprimen una ventaja que se alcanza con el conocimiento más el agregado de la experiencia.
Rodolfo Levín, siente que el poder contar con el consejo de su padre al momento de las decisiones da un apoyo diferente, recuerda que se inició en la empresa de transporte, hasta el momento de recibirse de la universidad cuando pasó a los seguros, previo paso organizativo y de gestión por el Hotel del Virrey.
Carolina Ragone, coincide que la visión del conocimiento es altamente necesaria en el mundo de los negocios hoy donde los retos y los cambios son constantes "la carrera universitaria, el ímpetu de la juventud, la experiencia y las ganas de hacer cosas son una melange interesante". Comenzó realizando tareas administrativas y trámites, bajo el concepto que para dirigir hay que saber hacer.
Fueron sinceros a la hora de reconocer que en los tres casos tuvieron sus espacios para equivocarse, cuidando que las consecuencias no arrastren a las empresas. Para Matías Desimone es importante equivocarse porque permite el aprendizaje directo, "cuando uno es joven a veces no mide hasta dónde se puede llegar, si acierta en dos o tres negocios seguidos, se comienza a crecer pero existe el riesgo de confudirse, porque a veces falta madurez, para afrontar situaciones".
Agregó que la fórmula está dada en ver el error, equivocarse, antes que acertar un negocio, que se reconoce en seguida. "Hay que hacerse cargo de los errores, eso permite un aprendizaje".
Para Levín es fácil sentirse orgulloso de los aciertos sin embargo si se sabe capitalizar un error puede ser muy productivo.
Ragone, consideró que más allá de los consejos al errar se aprende el doble, "con la posibilidad de asesorarse con un mayor permite que el equivocarse tenga menos causas severas", dijo.
Argentina es un país muy cambiante y los empresarios deben lidiar constantemente con el cambio de reglas y contexto para sostener el crecimiento de sus empresas o, al menos, mantenerlas a flote, y en ese panorama los desafíos son constantes, para los jóvenes son momentos cruciales.
Matías Desimone asegura que en esos momentos es bueno tener una visión que permita interpretar que el puesto que se ocupa es para tomar decisiones más allá que estas sean duras, "estoy en ese lugar para hacer cosas y eso es lo que se espera de mí".
Para Rodolfo Levín a través de esas situaciones el desafió es seguir creciendo, lo que valora tanto a la empresa como a la tradición, hoy cuenta con orgullo que en los seis años que está al frente de los seguros, la firma triplicó sus haberes, más allá de las idas y vueltas de la economía.
Carolina Ragone cuenta con un desafio extra ya que en la empresa dedicada al desarrollo de proyectos de producción para el campo, le tocó manejarse con sectores bastante conservadores.
Coinciden en que el mundo está en movimiento constante y cambio permanente por lo que conviene hacer un alto para entender un poco mejor cómo están pasando las cosas, como altos ejecutivos están preocupados en alcanzar competitividad, porque en muchas industrias o se alcanza un tamaño mínimo eficiente para el mercado o se está fuera. Al momento de negociar estimaron que el ida y vuelta con los mayores es más facil considerando que el ímpetu de un joven lleva a que los acuerdos se demoren, en cambio con los experimentados la discusión se equilibra.
Algo parecido ocurre al momento de acudir a visitar entidades crediticias donde el peso con el que se cuenta es el de la seguridad y el del historial, en los tres casos las empresas tienen 70, 30 y 27 años de permanencia.
Ragone dijo que, a veces, le juega a favor la escasez de años, porque al momento de negociar advierten el ímpetu y la competitividad con la que cuentan lo que les brinda ciertas ventajas.
Al momento de hacerse cargo de las empresas las realidades marcaron la diferencia, Desimone, por fallecimiento de su padre debió tomar prematuramente, las riendas de Dinar; Levín estudió su Licenciatura en Administración de Empresas y demostró que era el momento de permitirle un espacio; Carolina con 23 años y luego de ser contadora sintió que le cedieron su lugar con espacio para crecer.
Creen que al fundar una empresa familiar es inevitable que las "cabezas", piensen en la sucesión ya que el motor es justamente el traspaso. Sin embargo reconocen que todos los casos distan de igualdad, si se tiene en cuenta que hay empresarios que son personalistas, y creen que la sucesión termina con ellos, aclaró Matías Desimone, "no se debe confundir la empresa con el individualismo". Para la directora del Grupo Económico Ragone la capacitación de las empresas familiares, donde a veces al creador le es dificil tomar la decisión del traspaso a las segundas y terceras generaciones, por tanto se hace fundamental adoptar una formación donde las técnicas de que hablan de no encimar decisiones o funciones, lo que facilita la administración, "siempre hay que capacitarse para que el esquema de ordenamiento, el titular sabe, cuándo, de qué forma en qué tiempo y a quiénes va a delegar", destacó. La definición de los roles la remarcaron y la justificaron a la hora de permitir una crecimiento de la empresa familiar y que adquiera una personalidad, importante a la hora de asumir el futuro. Para el directivo de Dinar, tanto el crecer como el consolidarse son materias importantes y que dependen de la visión de la firma, explicó que se `puede crecer dentro o fuera de la empresa sin que se recientan los vínculos y se respeten los tiempos de sus integrantes. Ragone sin embargo ve como la pérdida de un motor cuando se desprende alguno de los miembros de la empresa familiar, porque si la estructura estaba consolidada, el elemento debe ser aprovechado.
Es partidaria de la diversificación para dar posibilidades de crecimiento a los miembros de la firma pudiendo emprender.
Consejos
A la hora de aconsejar a quienes deban tomar la titularidad de empresas los sub 35 señalaron: Matías Desimone: "traten de aprender lo que más puedan de los errores, que no se dejen llevar por aciertos. El camino es ver los errores". Carolina Ragone:" lo fundamental es que se capaciten que crean en sí mismos y que avancen, sobre bases sólidas con un buen profesionalismo".
Rodolfo Levín:" todos los que quieran emprender, por si solos o asociarse lo deben hacer cuando se es joven, despúes los hijos y la familia tienen otras urgencias"
Finalmente resta agregar que además del manejo empresarial, se debe prestar atención a las peculiaridades que tiene la familia y su impacto en el negocio., teniendo en cuenta que el índice de mortandad de empresas familiares es muy grande.