Ser vegetariano representó un golpe al bolsillo el año pasado, según la medición de inflación del Indec. Prepararse una ensalada mixta, por ejemplo, costó en diciembre pasado hasta el triple de lo que valía un año atrás, ya que el precio de la lechuga fue el que más aumentó en 2022, con un alza de 408% (el kilo pasó de $152 a $771). Estuvo seguido por la cebolla, con un incremento de 337% (subió de $58 a $255).
El tomate redondo no estuvo entre los 10 alimentos que más se encarecieron, pero con un aumento de precio de 105% (el kilo pasó de $113 a $232 en diciembre pasado), le ganó holgadamente al 94,8% del índice general de precios.
La carne, por lo contrario, fue lo que menos subió el año pasado. Los cinco cortes que mide el Indec muestran que la carne picada aumentó 38%; el asado, 40%; la nalga y el cuadril, 44%, y la paleta, 45%. El kilo de asado subió de $885 a $1242; la nalga, de $1023 a $1469, y el cuadril, de $945 a $1362.
Entre los factores que explican el comportamiento de la carne están: una mayor producción, la sequía (que obligó a muchos productores a adelantar ventas de ganado) y precios internacionales más bajos en la segunda mitad del año.
Entre los 10 productos de consumo masivo que más subieron de precio, además de la lechuga y la cebolla, se encuentran: la batata y la papa, con un alza de 293% (el kilo valió en diciembre $335 y $211, respectivamente); el limón, 222% ($285 el kilo); el azúcar, 208% ($252); el zapallo anco, 178% ($261); el aceite de girasol, 162% ($776), y la manzana y los huevos de gallina (158%).
Entre los productos que no son alimentos, los que más aumentaron fueron pañales descartables (152%), jabón de tocador (147%), jabón en polvo para ropa (146%), lavandina (123%), algodón (120%) y champú (98%).
Además de la carne, los productos que aumentaron menos que el índice de inflación fueron: el tomate entero en conserva (55%), arroz blanco simple (60%), yerba mate (74%), arvejas secas remojadas (76%), agua sin gas y filet de merluza fresco (85%), Polvo para flan (86%), Detergente líquido (87%), salame y desodorante (94%).
Ganados y perdedores por sectores
La inflación de casi 95% dejó sectores que ganaron y otros perdieron contra el índice general de precios. La mayoría de los que perdieron son los que están regulados por el Estado, como las tarifas de gas, electricidad, agua, telefonía, transporte y salud.
Por ejemplo, el sector comunicación, donde se miden los precios de telefonía móvil, internet y televisión por cable, subió 67,8%. Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, por su parte, tuvo una aumento de 80,4% en el año, mientras que el sector de transporte, tuvo un incremento de 86,2%.
Otras divisiones que perdieron contra la inflación fueron: recreación y cultura (83,2%), educación (86,3%), salud (90,9%) y bebidas alcohólicas y tabaco (92,9%).
En cambio, le ganaron a la inflación: prendas de vestir y calzado (120,8%), restaurantes y hoteles (108,8%), bienes y servicios varios (97,8%), equipamiento y mantenimiento del hogar (97,2%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (95%).
“La inflación cerró 5,1% en diciembre (núcleo 5,3%) y el año 2022 terminó en 94,8%, el peor registro en 32 años, momento en que dejábamos atrás la hiper. Desequilibrios macro y toda la represión y distorsión de precios relativos esconden aún mucha inflación hacia adelante. Lamentable…”, dijo el economista Esteban Domecq, director de la consultora Invecq, en Twitter.
Fuente: lanacion.com.ar