El titular de la Cámara de Comercio relató la realidad que atraviesa el sector y los desafíos que afrontan.
En la última semana, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) dio a conocer el Índice de Ventas Minoristas Pymes y reflejó la retracción que viene registrando el sector en los últimos meses. Los datos de CAME demostraron que las ventas disminuyeron por séptimo mes consecutivo en julio, al ubicarse 3,6% por debajo del mismo mes de 2022. En los primeros siete meses de 2023 el comercio acumula una caída de 1,6%. También en la comparación mensual, se vendió 3,2% menos que en junio.
La entidad aseguró que este escenario tiene como principal responsable al proceso inflacionario que atraviesa el país y golpea al consumo en todos los rubros de la economía, excepto en el sector farmacéutico. Este contexto no resulta desconocido para la provincia y la Cámara de Comercio e Industria de Salta remarca que la crisis del sector se siente con mayor rigor en estas latitudes. En diálogo con Dossier Web, Gustavo Adolfo Herrera, titular del organismo local relató la realidad que atraviesa el sector comercial y los desafíos que afrontan los más de 1200 locales adheridos en medio un medio de un período marcado por la inestabilidad y la volatilidad.
-. ¿Cómo evalúas la realidad que vive el comercio en Salta?
La situación se viene complejizando con el tiempo. En los primeros siete meses registramos un descenso progresivo. El comercio se mueve por varios factores y el factor que ayuda a la venta es el humor de la gente y si la gente está de buen humor es más sencillo vender. Por otro lado, sí no tenés los precios de lo que vas a vender con lo que vas a comprar, el comercio no sabe sus costos y la distancia que tenemos con los centros productivos es otro problema porque afecta de manera negativa sobre las ventas. Estamos atravesando un proceso de disminución de ventas porque esta gran incertidumbre que hay en torno a la política hace que nadie sepa qué pasará en una semana y la inflación nos representa un problema grave que nos lleva al dólar blue y esa cotización no es más que otro producto que sube porque sube la inflación.
-. ¿Cómo se evidencia este contexto de incertidumbre?
Claramente hay que reducir los gastos, pero eso no significa nunca sacar personal como una primera forma de reducir gastos. Es muy costoso tener un empleado capacitado para la venta, entonces no está en el ánimo de nadie desligarse del personal, pero si hay que reducir gastos como de publicidad y mejorar la rentabilidad con una mejor capacidad de ventas. También se busca ser más eficientes con los gastos de luz y gas porque los impuestos también son un dilema y los salarios, que aumentan de acuerdo a lo pactado en los convenios.
-. ¿Qué medidas se piensan desde la Cámara para sortear la situación del sector?
La Cámara tiene tres principios: terminar con la venta ilegal, aumentar el trabajo formal y mejorar las ventas. Sobre el comercio ilegal entendemos que todos debemos tener las mismas reglas de juego, para que la posibilidad de vender sea competitiva. Sobre la generación de empleo, hoy la gente piensa que al trabajo informal lo produce el comercio, pero el comercio necesita empleados en blanco y necesitamos leyes para que se facilite la generación de empleo registrado y si ponemos más negocios en la legalidad rentas debería bajar. Finalmente, entendemos que debemos mejorar las ventas con reglas claras y ver cómo hacemos con el comercio digital que no paga una serie de impuestos y nos quita competencia.
-. ¿Cuentan con respaldo gubernamental para todo esto?
Estamos trabajando y siempre escuchan. Trabajamos bien con la Municipalidad para que las habilitaciones comerciales sean más fáciles, tenemos que trabajar con el municipio para bajar la cantidad de impuestos vigentes y debemos trabajar con Provincia para que Rentas no sea el mayor problema del que quiere estar en la legalidad.
-. ¿Por qué Rentas es el mayor problema del comercio?
Porque te cobra un impuesto para vender del 5% mientras que en otros lados ese porcentaje bajó. Aquí se mantuvo el porcentaje y ese impuesto se aplica a toda la cadena de comercialización.
-. ¿Las variaciones económicas implican en el precio final de sus productos?
Absolutamente, porque va siguiendo la inflación que tenemos y casi todos los productos que usamos tiene algo importado y con valor dólar.
-. ¿Los números a nivel nacional tienen correlato con lo que se ve en la provincia?
Para nada, en Salta el impacto es aún mayor. Tenemos valores más bajos que los que marca CAME. Hoy el comercio sobrevive pero no crea nuevos empleos y una cosa es mantenerse y otra es crecer. Deberíamos crecer de la mano de los sindicatos y para eso el sindicato debe cumplir con su misión para que haya más empleados formales y no controlar a los formales con distintos pedidos.
-. ¿No se sienten respaldados por los sindicatos?
No tenemos problemas con el sindicato, pero aparecen temas como el horario corrido y no es el momento porque la prioridad es que haya más gente en la formalidad.
-. ¿El comercio ve rebotes del boom minero?
Por suerte sí. La Cámara está trabajando para que los comercios se inscriban en la Secretaria de Minería para ser proveedores mineros. Es una alternativa importante y aunque todavía el impacto es bajo, seguro habrá un derrame para todos los comercios. El gran problema que arrastra la incertidumbre económica es la perdida de la confianza en todo. El que va a comprar piensa que el comerciante le está robando, el comerciante piensa que el Estado le está robando y tenemos un grado de desconfianza con el que es muy difícil hasta promocionar algo.
