"No hago nombres propios", se defendió el economista Aldo Ferrer, pero acto seguido reiteró la necesidad de normalizar el Indec lo que supone sacar de la órbita del Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno al organismo encargado de las estadísticas oficiales. Poco antes de disertar en la Casa de la Cultura, Ferrer admitió que la inflación es un problema a solucionar aunque recordó que no se alcanzaron los niveles anteriores a la crisis de 2001.
El crecimiento fue el eje de la charla que brindó Aldo Ferrer en la noche salteña y que sirvió como un baño de optimismo para legisladores y funcionarios provinciales que asistieron al encuentro organizado por la Escuela de la Administración Pública (EAP).
Ferrer habló con el periodismo pese a las objeciones de los organizadores que intentaban priorizar la charla incluida en una agenda que comenzó en la mañana con una charla para empresarios que encabezaron el Gobernador Juan Manuel Urtubey, el Ministro de Finanzas, Carlos Parodi y el Senador por Capital, Fernando Yarade.
En el encuentro matutino, el fundador del Grupo Fénix sostuvo que "Argentina demostró que luego de la crisis de hace seis años, pudo recuperarse con sus propios recursos”.
Además, hizo una comparación entre la situación argentina de 2002 y la actual, y opinó que según su visión “la situación en 2008 está muy lejos de ser la de un país en crisis ya que los indicadores económicos son favorables con superávit presupuestario, reservas en el Banco Central de la República Argentina y un crecimiento sostenido”.
Con respecto a los últimos conflictos nacionales dijo Ferrer que “en ninguna sociedad hay crecimiento sin conflicto, pero el país debe aceitar las reglas de juego para solucionar estos problemas”.
En este punto también destacó el rol que tomó el Congreso Nacional en pos de recuperar la credibilidad institucional. Inflación Con respecto al aumento de precios, Aldo Ferrer reconoció que hay un problema inflacionario, “pero no hay un desorden inflacionario como pasó en el siglo pasado. Para solucionar este problema debería imitarse a la resolución que tomaron los países asiáticos donde se impuso una solvencia fiscal alta, una política de ingresos con la participación de todos los sectores y equilibrio macroeconómico”.