Walter Álvarez nació en Caleta Olivia, Santa Cruz, pero a los seis su familia se afincó en Salta. Ama esta provincia donde creció como un salteño más, tanto por haber estudiado y graduarse en dos ingenierías, pero sobre todo porque formó su familia. Es esposo de Karen, magister en turismo, y un papá orgulloso de tres hijas, dos de ellas ya profesionales. Se inició hace muchos años como profesional de la ingeniería y con apoyo de su esposa, creó una empresa constructora. Más tarde, apoyaría a Karen en la creación de una agencia de turismo. Su vocación por transformar realidades lo llevó a involucrarse con su empresa y desde hace casi dos años preside la Cámara PyMES.
Entrevistado por Dossierweb, Álvarez dice que la situación económica para las Pymes salteñas es delicada, señala que un promedio de 7% bajaron sus persianas, y admite que la caída del consumo las afectó. Destaca que el presente les enseñó a los empresarios que la rentabilidad no está en aumentar los precios y cargarle el costo al cliente, sino en optimizar y ser más eficientes con los costos. Critica la carga tributaria, pide una reforma laboral en serio para que el empresario pierda la duda de tomar empleados, y ante esta realidad compleja resalta que “si no fuera un optimista no sería empresario”.
Especial Dossierweb
Hoy la clave del empresariado para lograr rentabilidad es optimizar costos y no en subir precios, dice Álvarez
– ¿Cómo terminaron las Pymes el 2024 y cómo iniciaron este año?
– Creo que la visión ha cambiado. La situación es delicada. Sin embargo, la visión que tenemos hoy como empresarios es que las cosas van a mejorar. Tenemos una visión positiva de que a pesar de la situación actual, las cosas van a mejorar.
– La Cámara Pymes tiene asociados muy diversos, ¿cómo está el humor de tus pares?
– A partir de la asunción del nuevo gobierno hubo una serie de aumentos muy fuertes, principalmente de servicios, alquileres y eso, por supuesto, fue repercutiendo en todo lo que es la rentabilidad de las empresas. Hoy en día como empresarios tenemos que aprender que la rentabilidad no está en aumentar los precios sino en optimizar los costos. Y tal vez nos debamos reconvertir, pero la idea es ser más eficientes con los costos.
– Hoy muchos empresarios coinciden con tu mirada, en cuanto a mejorar la competitividad de su firma desde adentro. Ahora ¿cuánto incide la presión tributaria como obstáculo?
– La presión tributaria es muy fuerte, la presión laboral, son demasiados altas y lamentablemente eso no ha cambiado hasta ahora. Se han disminuido algunos impuestos, como el impuesto País por ejemplo, pero sin embargo se necesita un poco más. Se necesita que los impuestos sigan bajando.
En el último año cerraron en Salta entre un 5 y un 10% de Pymes
– Hay una idea que tiene el Gobierno Nacional de reordenar y simplificar el sistema tributario argentino como el de Paraguay donde se pagan cinco o seis tributos y nada más.
– Creo que pasa por ahí, por bajar o sacar ciento y pico de impuestos y dejar cuatro, cinco o seis impuestos que a la vez se coparticipen a nivel municipal, provincial y nacional. Sino se desatan las peleas entre la Nación y Provincia y los municipios para ver quién puede sacar la mayor tajada. Y no pasa por ahí, pasa por tomar un básico, digamos de un producto, agregarle una cierta cantidad de impuestos y de ese impuesto subdividir para los tres estamentos de gobierno.
– ¿Qué carga impositiva soporta hoy un negocio, una Pyme?
– Calculo que entre un 40 y un 60 por ciento, y a veces puede llegar a ser más. El tema es que se va multiplicando hacia arriba, porque cada uno de los intervinientes en la cadena de valor le va aumentando un impuesto, todos los impuestos que lo van afectando. Entonces evidentemente lo van trasladando al costo. Eso a la vez es como un efecto exponencial, que se va abriendo hacia arriba.
– La Ley Bases introdujo una reforma en cuanto a empleados y la carga laboral. ¿Cómo está impactando la cuestión laboral en los costos?
– Nosotros tenemos en la Cámara socios de 2, 3 empleados a otras de 200 o 300 empleados. Pero la parte laboral es muy delicada y muy importante. Creo que el empresario hoy en día, hasta que no se realice una reforma laboral profunda, va a seguir con esa duda al tomar un empleado. Lamentablemente la Ley Bases fue una lavada de cara de lo que debería ser una reforma laboral. Se hicieron retoques muy básicos. En el sector necesitamos una reforma muy profunda en materia laboral. Lo que pasa es que eso significa también torcer el sistema sindical existente, y eso sería ir también contra los sindicatos actuales. Y va a ser muy difícil que los sindicatos den el brazo a torcer.
Para Álvarez la presión tributaria y la carga laboral que tienen las Pymes es muy fuerte
– ¿Hoy cuántas Pymes están en la cámara, y cuántas han cerrado y cuántas abrieron?
– Tenemos aproximadamente 250 empresas asociadas, de todo tipo. Tenemos empresas de servicios, de agro, de producción, comercializadoras, de todo tipo. Y calculo que entre un 5% y un 10% de las empresas debió haber cerrado. Es por lo menos el proporcional de las empresas que han dejado de participar en la cámara por falta de continuidad económica.
– ¿Y qué lectura haces de estos cierres?
– En esta selva van a sobrevenir los más fuertes. Creo que las empresas están tratando de adecuarse dentro de lo posible, optimizando costos, y ya no tanto que la variable sea aumentar el precio. Por ahí viene.
– Aunque se moderó, la inflación ha tenido efectos el año pasado en los servicios y en otro conjunto de bienes. ¿Cómo la han afrontado las Pymes?
– La inflación lamentablemente no ha llegado a cero todavía. Lo ideal sería que la economía alcance una estabilización con una inflación cero. Hace unos meses, el año pasado, la inflación influyó muy fuerte porque al ser tan alta no nos permitía terminar de ver el costo final del producto. Y en ese momento la única variable era aumentar el precio. Hoy en día no, hoy la variable es optimizar costos.
Aunque la baja del consumo impactó en las Pymes, el sector ve con optimismo el rumbo económico nacional
– ¿La caída del consumo cómo los afectó?
– Ha repercutido. Las familias pasaron de buscar primeras marcas, a buscar opciones como segundas o terceras marcas. Y eso hace que ganen terreno otras marcas, y así como los empresarios buscan optimizar costos, las familias también en las compras de mercaderías, de vestimenta, de útiles escolares y todo eso.
– ¿Qué perspectiva económica tiene el sector Pyme para este año?
– Yo siempre digo que el empresario pyme es un optimista de la vida. Si no fuera un optimista no sería empresario. Creo que al margen del gobierno que nos toque transitar, el empresario siempre tiene una mirada positiva. En este momento tenemos esa perspectiva, pero en general lo que percibimos dentro de la cámara es que hay una esperanza que las cosas mejoren, que el país realmente salga adelante y vamos a trabajar para que eso ocurra.
