Con más de tres décadas en la industria, José Mutti, socio fundador de Cardón y actual responsable del área comercial, de producto y de marketing— repasa un recorrido que comenzó en el interior bonaerense y que hoy se expresa en una marca consolidada, con presencia nacional y un fuerte arraigo en la identidad argentina. Su mirada combina la experiencia de haber atravesado distintos ciclos económicos, la construcción de alianzas estratégicas y la gestión de dos compañías que dialogan con públicos complementarios: Cardón y Pampero.
Desde Salta, a donde llegó para participar de la inauguración de una nueva sucursal de Cardón, Mutti conversó con Dossierweb. Analiza los desafíos de la industria textil a la hora producir en el país, y resalta que en tres meses inauguraron cinco locales en el país -entre ellos el de Salta que dirige el empresario Bernardo Racedo Aragón-, lo que interpreta como una buena señal de que la situación económica irá mejorando. Destaca las oportunidades de internacionalización que vuelven a aparecer y la lenta recuperación del consumo que perciben en sus locales. También pone en valor el trabajo artesanal, la calidad como pilar irrenunciable, y la convicción de seguir invirtiendo aun en contextos complejos. “Estamos viendo un reinicio” de la economía, anticipa.
Especial Dossierweb

Bernardo Racedo y su hija y socia, Carolina Racedo, junto a Mutti, este miércoles inaugurando el nuevo local
– ¿Cómo fue el origen de ustedes y de la marca?
– Somos de San Nicolás de los Arroyos, y mis dos socios son de Villa Ramallo. Somos de esa parte de la provincia, somos del interior. A mí siempre me gustó el mundo del campo y terminamos convirtiéndolo en el mundo de los negocios. Gabo (Nazar) empezó con Cardón al principio, en 1988. Hicimos el movimiento dos años después, junto con Marcelo Chalén, que es el otro socio. Y de ahí estamos recorriendo este camino con tanta pasión y formación. Me dediqué mucho a trabajar con grupos cooperativos y eso nos ayudó a armar gente que nos acompaña hace muchos años. Para nosotros el valor es ese, que nuestra gente sea o siga siendo parte, no importa si se jubila o sigue trabajando en Cardón. No se desecha. Hay un grupo muy lindo, entre ellos Bernardo (Racedo Aragón) está hace veinte y pico de años con nosotros como franquiciado. No somos de desechar, sino de que cada vez se enraíce más el Cardón.
– ¿Cómo se construyó la marca y el prestigio que hoy tiene?
– El nombre viene inspirado del Parque Nacional Los Cardones, de tanto que nos gustaba el norte, Salta, Jujuy, todo el norte nuestro. Yo cuando viajo digo que ir al sur es como ir a Suiza, pero cuando venís a Salta, al norte, estás en un lugar único, lo que encontrás aquí no lo encontrás en otro lado. Estos paisajes siempre fueron la inspiración. Empezamos con un cinto, dejando veterinaria, y con 100 dólares hicimos los primeros cinturones. Se los vendíamos a nuestros compañeros de la facultad. Así nace la mística, más marroquinero. Y después se fue agregando lo textil.

El espacioso nuevo local de Cardón en Salta se ubica a metros de la plaza 9 de Julio, en calle Caseros 475
– ¿Vos venías del mundo textil no?
– Sí. Yo vengo de una formación textil, desde los 23, 24 años; de haber estado en marcas, después ser dueño, y haber pasado por muchas cosas. Y hoy tenemos esta hermosa marca que además somos socios en Pampero, con otro grupo. Esas son las dos textiles que tenemos.
– ¿Me contas sobre Cardón y su expansión o inversión a otros rubros y negocios?
– Sí, tenemos proyectos de barrio, inmobiliarios, hemos hecho edificios. Justo ahora se está terminando una torre en El Tigre. Hay torres en Rosario, en Capital, en Palermo. Tenemos barrios cerrados muy interesantes, otro en Zárate, otro por la zona de Ramallo con chacras de una o dos hectáreas. Somos medio polifacéticos, pero siempre la columna vertebral es la marca.
– Han diversificado el negocio o la marca.
– Hicimos un negocio muy importante en su momento con El Noble Repulgue, que era una marca de empanadas. Le sacamos la palabra Repulgue y quedó “El Noble” solo, entonces hicimos más productos y pasamos a una cadena con más puntos, con más volumen. Lo convertimos en un buen negocio, y a los 5 años apareció la oportunidad y se vendió. Eso también pasa. Nos gustan los alimentos, pero preferimos las cosas nuestras, no el alimento sofisticado. Preferimos la empanada. Todo al final tiene que ver con Cardón, todo se puede ‘acardonar’.

Cardón suma en Salta una tienda conceptual de más de 160mtrs2 donde se podrá encontrar el ADN de la marca: identidad y calidad
– ¿Cómo incidió en el modelo de negocio los modos de producción más internacionalizados, productos o partes elaboradas en otros países?
– Hoy estamos haciendo un gran cambio, porque la marca era ‘Cardón, cosas nuestras’, y la globalización nos llevó a otros países, a producir la materia prima y poner competir mejor. Nuestros linos ahora son de Perú. La remera de piqué se fabrica en allá porque es el mejor hilado. Tenés que fabricar donde está lo mejor, como hace Zara o cualquier empresa. Sin dejar trabajo acá, sin dejar nuestros talleres. Hoy la competitividad te mata, tenés que tener precios acordes al mundo. Y hoy que se abrió la economía, nuestro producto sigue siendo Cardón, terminado acá o con tela de afuera. Hay cuero argentino, sí, pero tampoco es siempre el mismo. La confección acá es muy buena, y hemos logrado bajar los costos de una buena manera.
– ¿Cómo está hoy la ecuación de costos de producción y calidad?
– En el mundo, cuando salís, encontrás todo tipo de calidad. Y el lino, en el verano, es lo que más se vende es el lino y logras bajar el costo a un 30 a un 40 por ciento más bajo. Todo va atado a una cantidad de variables, y nosotros tampoco pensamos en producir todo afuera, es apenas un porcentaje. Un 70/30 será, a lo mejor un 60/40, y también están los tiempos, que tenés que fabricar mucho tiempo antes. Es fabricar acá y allá. Es un desafío permanente para mantener viva la marca. Pero por sobre todo la calidad se mantiene siempre. La calidad no se resigna. Podés cambiar un botón de nácar en una camisa, que poner uno de pasta, y sin embargo podes llega a hacer un buen producto. Es como en un auto sin airbag y sin levantavidrios, el auto se mueve igual. Cardón por ahí tiene más tendencia y Pampero tiene mucho más básicos. Pero ambas marcas conviven, incluso el mismo cliente compra en los dos lados.
– ¿Hoy están mirando mercados en la región para expandirse?
– Hasta ahora lo único que tenemos es un local en Paraguay. Y estamos soñando con poder salir. Hace años nos eligió un grupo muy importante para llevar la marca a Qatar y Medio Oriente, pero con la economía cerrada acá terminamos más caros que las grandes marcas del mundo y no tenía sentido seguir sin ganar dinero, así que no se pudo mantener. Ahora nos están viniendo a buscar de nuevo, de México, Uruguay, Chile.

Mutti destaca los lazos con franquiciantes como Racedo que le dio un reimpulso a la marca en Córdoba y ahora en el norte
– ¿Y cuál es la principal dificultad para exportar?
– Los tiempos. No es solo si es calidad o precio. Son los tiempos. Acá te van entregando tarde. Mis talleres hoy todavía están entregando producto en noviembre. La temporada se te va. Los talleres no se han mantenido tanto en el tiempo, no han crecido en estos años. La Pyme ha sufrido mucho en este mercado. Pero estamos contentos porque hay muchos productos totalmente argentinos y exportables, y a la gente le gusta. Lo hecho a mano, los chales, los tejidos a mano, son increíbles. Y también hay grandes confeccionistas acá, fábricas de suéteres de nivel internacional. El problema son a veces los números y los tiempos.
– ¿Cómo ves la situación económica actual desde tu sector, como textil?
– Es verdad que los dos meses antes de las elecciones estuvo muy parado el mercado. Pero ahora, con todo lo que se está comunicando y lo que puede suceder, se está notando una reactivación. ¿Va a ser lenta? Sí, va a ser lenta, no va a explotar de golpe. No existe una economía que explote de golpe con tantos problemas que hemos tenido. Pero confiamos en que va a ir mejorando. Tal es así que en tres meses inauguramos, la semana pasada un local en Miramar, otros en Pinamar; inauguramos otro en Córdoba y los locales que teníamos allí pasaron a un nuevo franquiciado que la potenció a la marca en Córdoba. Hace un mes y medio inauguramos en Paraná una esquina maravillosa, y hoy inauguramos este local en Salta. Entonces veo que algo va a suceder. Hay gente joven que apuesta a la marca, y estoy viendo un reinicio de la economía.
Cardón inauguró un nuevo local de la marca en el corazón de Salta, en calle Caseros 475, donde se podrá encontrar el ADN de la marca, como Indumentaria, Platería, Tejidos y Telar, Calzado y Objetos Tradicionales.








