Fanny Villamayor es una emprendedora salteña que hace más de una década divide su vida entre Shanghái y Argentina. Aunque se graduó como psicóloga por la Universidad Nacional de Tucumán, fue en buena parte fiel al sueño que tenía de niña: viajar por el mundo y hablar muchos idiomas. Hoy Fanny es madre, esposa, habla algunos idiomas y viaja por el mundo como CEO de ROYMA, una empresa con más de 10 años de experiencia en el desarrollo de soluciones integrales de exportación e importación para PYMES argentinas en China y mercados de Asia. Ganadora del Premio Exportar 2022, Fanny es reconocida por su capacidad para abrir mercados no convencionales. Este año, con el lanzamiento de la representación de la Cámara Argentino China en el Noroeste Argentino (NOA) fue designada como delegada en el NOA.
En este encuentro con Dossierweb, Villamayor destaca la importancia de China en el mercado internacional, dice que “el 70% de los buques de carga que están en los océanos” y que son chinos da una dimensión real de qué lugar ocupa China en el mundo, y cuenta qué fueron a buscar empresarios salteños a la inmensa Feria de Cantón. Señala que hoy China puede enseñarle al empresariado y pyme salteño a ser más competitivo, sostiene que Salta debería crecer más en el campo tecnológico, y considera clave que más salteños estudien el idioma chino como una oportunidad de desarrollo. Dice que las energías renovables son una gran oportunidad para Salta, y afirma que los argentinos tenemos que aprender de China a pensar y proyectar a largo plazo.
Especial Dossierweb
Villamayor desde hace una década viene consolidando sus vínculos con el mercado asiático
– ¿Cómo fuiste construyendo tu vínculo con el comercio internacional hasta lograr un Premio Exportar?
– Era gerente comercial en una tabacalera y trabajaba en Buenos Aires y veía muchas oportunidades que sucedían porque recibíamos entre 10 y 15 delegaciones por año. Entonces, en 2016, gracias al banco HCBC y a su fundación, pude viajar a China a unas rondas de negocio. En ese momento yo veía que la única oferta exportable de Argentina era el cuero, la lana, el vino. Y así fui creando valor, con un cliente, con otro, viviendo los vaivenes comerciales de cada momento. En una época exportábamos lana y dejó ser competitiva. Por ejemplo, ahora el vino no está pasando por su mujer momento. Y uno siempre va adaptándose y reinventándose. Y llegó la pandemia y fue lo mejor que nos pasó como empresa porque había muy pocos extranjeros viviendo en China y había muchas empresas que tenían que embarcar, sacar mercadería, buscar productos, y ahí nos empezaron a llamar y empezamos a armar equipo en China y atender esa demanda de los dos mercados.
– En el mundo, China tiene una gravitación determinante, desde los geopolítico y comercial. ¿Cómo lees esto en materia de comercio mundial?
– Si evaluás que el 70 por ciento de los buques de carga que están en los océanos, son chinos, ves rápidamente que el comercio internacional tiene una hegemonía china. Y hoy China es el Silicon Valley del mundo. Cuando vas a una feria como la Canton Fair, que se hace dos veces al año y ves que 4 millones de personas de países de todo el mundo acuden a China a comprar en todos los rubros y a abastecerse, es porque algo hizo bien en estos últimos 20 años. Y lo otro a destacar es la facilidad con que se hace todo. Cumplir el pedido de gorras les lleva 24 horas y hacen modelos de muchísima calidad. Son un país con 6000 años de historia.
La empresaria salteña hace posible que productos del NOA estén en mesas chinas y que tecnología china se utilice en empresas locales
– ¿Cuál son las oportunidades de la región ante China?
– Creo que la primera oportunidad es la innovación en la tecnología. Creo que si aprovechamos esta coyuntura del triángulo de litio, podemos tecnificar e ir acompañándola con educación. Si un robot puede hacer el check in, podemos utilizar el recurso humano para cosas más importantes, que se ocupe de generar experiencias, de generar valor. Por eso creo dos cosas, que Salta tiene que aprovechar que está dentro de este triángulo del litio para que la tecnología se implemente; y la segunda que hay que aprovechar para empezar a capacitar en algo tan simple como el idioma. Hoy se puede estudiar chino en Salta, y solo con esa herramienta la gran salida laboral que podrían tener los salteños, porque no hay empresa minera que no tenga personal chino que hable chino. Son herramientas que suman a corto, mediano y largo plazo.
– Fuiste con 120 empresarios a China, ¿qué les atrajo? ¿Además de la tecnología, por dónde está pasando el negocio con China?
– Muchos de los empresarios que fueron eran del rubro construcción. Fueron a buscar opciones símil madera, símil mármol, casas modulares. Buscaban insumos para sus proyectos. Los del rubro textil fueron a buscar costos más bajos porque el mercado va a ser muy competitivo y los márgenes son muy pequeños, entonces fueron los insumos ya sea para fabricar o producto terminado. Y después una de las fases que fue muy visitada fue la de energías renovables, energías alternativas, paneles solares, todo lo que tiene que ver con la energía. Y esto, las energías renovables son una gran oportunidad para Salta. En China la gran cantidad de autos que hay son eléctricos, y no sentís ningún ruido porque no hacen ruido estos autos. Hay toda una política de preservar el medio ambiente porque tienen contaminación. Los cielos que tenemos en Salta en el país, allá no los ves.
La última misión comercial fue hace unos meses a la Feria de Cantón, guiando a empresarios para que generen negocios
– ¿Por dónde van el boom en esta relación de comercio con China?
– Creo que en la eficiencia energética, en lograr que los productos que consumimos o que utilizamos tengan eficiencia energética. Y también me parece que el concepto que se viene tiene que ver no tanto con la inmediatez, sino con la eficiencia. O sea, si yo voy a construir una casa en un lugar que lo voy a utilizar para dar Airbnb, a lo mejor me conviene comprar una casa modular y traerla de China customizada, a medida, donde le puedo cambiar símil mármol, símil madera, meterla en un contenedor, subirla y traerla. Ahora, eso implica romper paradigmas convencionales, pensar de otra manera, preservar el medio ambiente, no explotar los recursos, y generar un ecosistema diferente.
– Como flamante representante de la Cámara Argentino – China en el Noroeste Argentino, ¿qué metas, qué desafíos te planteas como prioritarios?
– Creo que el primer desafío es informar, es contar cómo funcionan las importaciones, las exportaciones, mostrar las oportunidades. Cuántas ferias hay en China y cómo participar. Nosotros hace diez años estamos en China y nos hemos equivocado un montón de veces. Entonces podemos garantizar que tenemos toda la experiencia para poder, con tranquilidad, decir ‘esto te funciona mejor’, ‘esto no tanto’, y ‘esto no’. Yo empecé en China viajando, recorriendo media china con un traductor, hablando con todas las empresas que podía porque eran oportunidades que se iban dando. Y nos hubiera encantado tener una cámara, en China, que me dijera cómo hacer negocios, que me dijera que tengo que ir primero a un workhouse, después tenés que conocer cómo funciona el comercio BtoC, conocer que es un mini program. Me hubiera encantado que dieran un ABC. Es lo hoy nosotros, en nuestra empresa, les damos a nuestros clientes.
La empresaria salteña asumió recientemente como delegada en el NOA de Cámara Argentino China
– ¿Qué tenemos que aprender los argentinos del mercado chino?
– Creo que una cosa que los chinos tienen muy claro es el tema del largo plazo, o sea, de los negocios a largo plazo. No hacen nada a corto plazo. Creo que eso tenemos que aprender. Obviamente que la Argentina tiene otra necesidad, y más las PyMEs que tienen facturar, pagar aguinaldos, impuestos. Y lo otro importante es escuchar lo que el mercado te pide, porque si el mercado chino te está pidiendo productos de exportación, y si no lo escuchás, te perdés una oportunidad. Y quizás en nuestra limitación productiva, o en estos tantos años de encerramiento de las importaciones, en vez de mejorar, automatizar e innovar, las cosas salían como podían. Hoy de China aprendemos que la competencia te va a llevar a que seas más competitivo y tengas un producto con diferencial.