Aunque hace tiempo adquirió la figura de industrial, Daniel Zózzoli es ante todo un emprendedor, como su padre, Libio. Nació en Chaco y llegó en los 80 a Salta, y hacia el ’98, su espíritu de hacedor lo impulsó a creer que se podía fabricar colchones. Así fundó Maxiking, una empresa familiar que no paró de crecer en el norte argentino. Años después, su espíritu industrial lo llevó soñar que se podía hacer muebles de buena calidad en Salta, y fundó hacia 2014 Máximo, una empresa que también ganó en el mercado local y en las provincias de la región.
Hoy Zózzoli dirige tres plantas: dos de Maxiking, en Salta y en Chaco; y de Máximo, también en el Parque Industrial salteño. Lo hace junto a Patricia, su esposa, y el acompañamiento de sus hijos Guillermo, Marina y Laura. En diálogo con Dossierweb, revela el presente de un industrial. Dice que sus plantas están operando al 60% de su capacidad, destaca que las ventas se empezaron a recuperar desde mayo y los precios se estabilizaron. Sostiene que hay que abrir el cepo porque el sector necesita comprar máquinas y negociar mejor en el exterior, pide que se siga controlando la inflación, y afirma que el 2025 puede ser el año del despegue argentino si el Gobierno continúa en la dirección actual.
Especial Dossierweb
Alrededor de 300 personas trabajan en las tres fábricas, las dos de Salta, y la de Chaco
– ¿Cómo vive un industrial este 2024 convulsionado, el día de la Industria?
– Somos industriales desde hace muchos años y cuando llega esta fecha uno siempre la festeja. Ser industrial significa estar siempre muy atento porque siempre hay que estar invirtiendo en tecnología, innovando los productos, compitiendo con precios y lógicamente que los vaivenes económicos que vivimos permanentemente en Argentina, por ahí nos desacomodan. Venimos de un 2023 muy difícil, como no recuerdo en años, y hoy estoy con la esperanza de que la economía se encamine. Si bien las ventas y la actividad se empezaron a recuperar a partir de mayo, lo que deseamos todos es que la inflación se termina en Argentina, que tengamos estabilidad en nuestra moneda para poder proyectar y planificar inversiones y negocios.
– Con qué capacidad instalada están operando, contando las dos de las plantas, de Maxiking y de Máximo en Salta y Chaco?
– Con todas las plantas, estamos trabajando aproximadamente entre un 60% y un 70%, en relación a lo que fue 2017. Y ahí estamos hablando de la máxima producción que la tuvimos ese año 2017, y ya en el final del 2018 y en 2019, y después la pandemia, fue en caída y no poder levantar cabeza. Por las restricciones que tuvimos en pandemia primero, y por la inflación después, que nos descolocó.
– ¿Y qué impacto tuvieron con la restricción de las importaciones y los costos externos?
– El año pasado, por ejemplo, nuestra fábrica de muebles que importaba insumos desde Brasil, las pinturas y algunos herrajes, sufrimos las suspensiones de aprobaciones. Y por esto la tuvimos que cerrar desde el 5 de septiembre hasta el 15 de enero. Recién en enero pudimos importar una remesa de materia prima y arrancar de vuelta. Por eso te digo que el 2023 fue muy duro, sumado a la inflación, a la incertidumbre día a día, y a la imposibilidad de poder adquirir insumos por estaban restringidos, no autorizaban importaciones.
Las restricciones a la importación hizo que la fábrica de muebles cerrase 4 meses el año pasado
– ¿Tuvieron dificultades con aprovisionarse de tecnología como la que necesitan tus plantas?
– Nosotros hasta el 2018 hemos invertido muchísimo en tecnología de última generación. Hemos modernizado todas las máquinas que incorporamos a nuestro proceso productivo, llámense colchones o muebles. Siempre hemos comprado la mejor máquina, la de mayor producción, la que mejor terminación tiene del producto. Lógicamente, como te decía, después de 2019 se empezó a desacomodar la economía y llegó la pandemia, y a partir de agosto de 2022 el gobierno anterior suspendió los anticipos para la compra de bienes o materia prima. Por lo tanto, no se podía girar divisas para tecnología. Nos dimos vuelta con los repuestos, y también por tener máquinas nuevas no tuvimos muchos problemas de repuestos.
– Con esto que me decís, te tengo que preguntar por el cepo y su apertura.
– Lógicamente hay que abrirlo o salir del cepo lo antes posible. Todavía hay deudas que quedaron del gobierno anterior. Yo todavía tengo facturas de proveedores del mes de junio y julio, impagas, porque todavía no autorizan el giro de divisas al exterior de facturas pendientes del gobierno anterior. Sí estamos importando los insumos ahora, regularmente. Pero están las deudas pendientes. Por eso creo que hay que abrir el cepo porque hay que pagar lo que se debe. Y aparte, hoy comprar una máquina solo se puede anticipar un 20% y el saldo una vez que llega a la máquina, y difícil negociar afuera con esos términos. El mundo vive de un modo muy distinto al país. Estamos con muchas expectativas de que se levante el cepo. Creo que el gobierno ni bien lo puede hacer, lo hará. Esto va a ser algo bueno porque va a generar inversiones y posibilidades de invertir en tecnología y comprar máquinas. En la industria, hace como tres o cuatro años que no se incorpora nueva tecnología.
– ¿Cuánto personal trabajan hoy en las plantas del grupo?
– Alrededor de 300 personas en las tres fábricas que tenemos. En la fábrica Maxiking de colchones de Salta, de Chaco, y en la fábrica de muebles Máximo.
Los muebles Máximo y los sommiers y colchones Maxiking conquistaron el mercado del norte argentino
– ¿Qué puede esperar el comprador de tus productos, que también es un actor fundamental? Digo, la familia que se forma y tiene que equipar una casa, quien quiere renovar sus muebles o dormitorios, con relación a los precios. ¿Cómo ves esa relación con los precios y esta macro?
– Los precios hace varios meses que se estabilizaron. Los aumentos que tenemos no son grandes, son ajustes. Algunas materias primas han bajado de precio. Vemos que los precios se están acomodando. Hay una cierta estabilidad porque no es lo mismo comerciar con una inflación del 15% que a una del 4% o un 3%. Nosotros hemos pasado 2 o 3 meses con la misma lista, sin tener aumento. Y además, la apertura de la venta con tarjeta en 12 cuotas reactivó un poco el consumo. Pienso que en términos generales se está vendiendo, no en los términos ideales, pero como estamos hoy, podemos mantener la empresa abierta.
– Eso ya es una buena noticia. ¿Ves de modo optimista el 2025?
– Sí, estando en la industria siempre hay que ser optimista. No se puede tener una fábrica donde se planifican inversiones y no ser optimista. Pero sí vemos que la política que lleva adelante el Gobierno Nacional es la correcta, eliminando la inflación. No se puede trabajar y progresar con inflación. Tenemos que llegar a una inflación 0 o mínima, como Paraguay o Brasil o tantos países. Si esto sigue en esta dirección, creo que el 2025 va a ser el año del despegue de Argentina, por el bien de todos. Yo siempre pienso en el trabajo, no pienso en la política. Y lo que quiero es que haya reglas de juego clara para poder trabajar, invertir y dar trabajo a la gente, por sobre todo, que es lo que falta.
Las plantas industriales de Zózzoli en Chaco y Salta, quien espera el despegue argentino en 2025
– Es primordial una macroeconomía estable para que el empresariado genere trabajo.
– Así es. Si la macroeconomía no funciona, no funciona ninguna economía regional en el país. La macroeconomía tiene que funcionar. Tenemos que estabilizar la moneda. Tenemos que llegar a una inflación baja para que puedas obtener crédito al 8, al 10, al 12%, como es el mundo. No podemos crecer hoy con tasas del 30%. Una tasa de interés del 12% anual se puede pagar, y con una inflación baja de 4 o 5% anual. Con eso podemos planificar inversión y va a haber muchísima gente que se va a entusiasmar a fabricar y hacer cosas. El argentino se caracteriza por ser emprendedor. Acá hubo grandes emprendedores, pero necesitamos estabilidad económica.
– Con el espíritu tan emprendedor que ha tenido tu familia, si hay condiciones ideales, un RIGI, ¿pueden haber inversiones o expandirse la empresa?
– Nosotros siempre estamos en expansión. Tenemos el proyecto de ampliar la línea de espumados. En la industria no se puede bajar los brazos. Siempre hay que estar invirtiendo, viendo la forma de renovar el parque de máquinas, de buscar la optimización del proceso. La estabilidad económica es lo que lo lleva a uno a proyectar las inversiones a largo plazo.
