El proyecto minero de cobre Taca Taca alcanza relevancia a nivel internacional no sólo por ser uno de los 5 más grandes de la Argentina, sino porque la demanda de este mineral crecerá en el mundo en la próxima década. Entrevistado por Dossierweb, Carlos Ramos, vicepresidente de Corriente Argentina SA, subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals, propietaria de Taca Taca, espera que el RIGI sea ley, se opone a la suba de regalías, y critica la carga impositiva a la que señala como la más alta de la región.
Mientras espera de la Provincia la aprobación del informe de impacto ambiental, destaca que Taca Taca creará 4000 puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos en su construcción, y vaticina que la matriz productiva de Salta será minera cuando comiencen a generar unos U$2000 millones por exportaciones de cobre, el doble que lo que reporta hoy el sector agroindustrial.
Especial Dossierweb
– ¿Taca Taca es el proyecto de cobre más importante del país?
– No. Son varios los proyectos de clase mundial, que son los más grandes. En este momento hay tres proyectos con seguridad de clase mundial en San Juan, que son Pachón, Los Azules y José María. Esta el proyecto María, en Catamarca. Y el nuestro, Taca Taca. Podemos decir que esos son los cinco proyectos de clase mundial con certeza que hoy tiene Argentina.
– ¿Qué estatus en volúmenes de producción tiene Taca Taca comparados con los otros?
–No te puedo dar datos con certeza pero son parecidos. Taca Taca va a estar produciendo y exportando entre 200.000 y 250.000 toneladas de cobre fino por año. Será aproximadamente 1 millón de toneladas de concentrado de cobre por año, que en las refinerías se transforma en 200 a 250 mil toneladas y se utiliza para la industria o en sus muchos tipos de uso.
–¿Qué pasos faltan para seguir avanzando?
– Estamos a la espera de una serie de cosas. Una de ellas es la aprobación del informe de impacto ambiental de explotación por parte de la Provincia de Salta. Los otros requisitos son más bien de tinte nacional, y tenemos la perspectiva de que de aprobarse el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), esos problemas que veníamos arrastrando, se van a solucionar.
– ¿Cuáles eran o son esos problemas?
– Las restricciones cambiarias. Es un problema gravísimo. La inversión para construir la planta y todos los requisitos necesarios para poner en marcha Taca Taca es un piso de US$3.600 millones. Para eso hacen falta créditos bancarios e inversiones de accionistas del nivel internacional, que todas se hacen en dólares. Esta cuestión de exportar y que te den pesos y no te den dólares, era una dificultad insalvable. Hoy el RIGI prevé que se va posibilitar que tengas acceso al dólar con el que estás vendiendo el cobre. Y con la aprobación del informe de impacto ambiental, que es el capítulo provincial, solucionaríamos estas dos grandes cuestiones que están pendientes.
– ¿Y si saldan estas dos cuestiones?
– La empresa puede pensar en plazos ciertos y concretos de construcción y puesta en marcha. La construcción demandará 4 años. Si sale todo bien con el RIGI y este año nos aprueban el informe del impacto ambiental, tenemos a partir de 2025 cuatro años de construcción, y en 2029 empezamos el procesamiento de mineral, la exportación y empiezan el ingreso de divisas al país.
– ¿Cuál es tu opinión sobre el RIGI que fue aprobado como parte de la Ley Bases del Senado de la Nación?
– Hemos venido planteando desde hace años problemática de varios puntos que imposibilitaban un desarrollo correcto, desde el punto de vista impositivo-económico del proyecto, que eran las restricciones cambiarias, las retenciones, el IVA de construcción. Puntos que marcaban una serie de definiciones impositivas y económicas que impedían el desarrollo del proyecto. Entendemos que el RIGI, con la reglamentación que salga –porque si se aprueba y sanciona la ley tiene que venir una reglamentación–, soluciona estos problemas. Si esto es así, va a ser un gran impulso al desarrollo de las minas de cobre de clase mundial en Argentina, entre los que está Taca Taca, y un gran impulso al desarrollo minero en Salta.
– La CAEM planteó su malestar cuando se modificó el porcentaje de las regalías de 3% a 5% de regalías a favor de las Provincias.
– Mi mirada sobre ese cambio fue negativa, porque aparte de llevar de un 3 a un 5% las regalías, estás llevando un valor en bruto, y eso impacta en Ganancias. Y aparte como mensaje internacional es muy malo.
– Hay un tema sensible en el sector minero y es la carga impositiva que tienen en Argentina en relación a otros países. ¿Cuál es tu mirada?
– Mirá, hay cálculos hechos por CAEM que te dan que más o menos que la carga impositiva –y voy a citar solo a los competidores cercanos– en Chile en un proyecto minero está en alrededor de un 40%, y en Perú en un 44%. Y nosotros estamos en un 52%. Es un dato negativo que tenemos hoy. Entonces, una empresa asentada en Canadá, que tiene minas en Perú, Chile y Argentina hoy construye e invierte en Chile. Con el RIGI lo estamos solucionando. Ahora, si inmediatamente llevamos las regalías para arriba, generamos un efecto de contra confianza muy grave. Con el RIGI, habían hecho un cálculo de que bajamos prácticamente el nivel de Chile la carga tributaria.
– ¿Tienen fecha estimada de respuesta del informe de impacto ambiental?
– No. Yo veo que hay un una vocación de esfuerzo y de trabajo por parte de la Provincia y la respeto mucho. El proyecto Taca Taca es de clase mundial. No es solo por el dinero que mueve, sino por la complejidad. Y entiendo que hay un trabajo muy complejo que tiene que hacer la Provincia, desde lo ambiental, para aprobarnos el proyecto. Me da la impresión de que muy probablemente este año tengamos novedades.
– ¿De cuántos puestos de trabajo estamos hablando en todo el proceso?
– Durante la construcción, estimamos que vamos a estar en unos 4.000 empleos directos. Y sobre los indirectos, es muy probablemente que tengamos que multiplicar por 12.000 indirectos.
–Va a ser muy positivo el impacto en creación de puestos de trabajo.
– Hoy todavía no tenemos un horizonte claro de plazos, y ya estamos trabajando con los responsables de Recursos Humanos, de Canadá, que nos visitaron hace dos semanas para iniciar trabajos sobre los 4000 empleos directos. Hoy en la minería en Salta tenemos unos 5.500 a 5.700 empleos directos. Y nosotros le vamos a sumar unos 4.000. Es una barbaridad. Esto demuestra también la vocación de la empresa de hacer las cosas de una manera responsable, con buenos resultados. Por eso ya tenemos la gente trabajando, haciendo las primeras aproximaciones para no cometer errores.
– ¿La minería puede cambiar la matriz económica de la provincia, que hoy es de una economía primarizada?
– Yo no tengo duda. Imaginate que la matriz minera de Salta venía siendo hasta hace un par de años, básicamente de no metalíferos, boratos. A partir de la construcción y puesta en marcha de Lindero, que comenzó con la producción y exportación de oro, prácticamente igualó la producción minera a la producción agraria o agroindustrial. Está muy poquito por debajo. Hoy las exportaciones de minerales de Salta deben estar en U$260, U$270 millones. Cuando le sumemos unos U$2000 millones de exportaciones de Taca Taca, el perfil de Salta va a ser definitivamente minero.
– Hay estimaciones internacionales que la demanda de cobre mundial será estable.
– Las estimaciones son que va a aumentar, se calcula en unos 10 millones de toneladas de cobre. 10 millones de toneladas de cobre son 50 minas de clase mundial. De manera tal que se consolida y aumenta. Esto será muy bueno para todos.