Enarsa encarece el uso del gas a las industrias.Las compañías deben pagar penalizaciones ante el exceso de consumo y una tarifa especial a la compañía estatal.
Más complicasiones para los empresarios salteños. Si se exceden en el consumo permitido de gas, deben pagar penalidades, además de abonarle a Enarsa, por cada millón de BTU, la diferencia entre el precio al que lo compran al distribuidor y el costo que tuvo Enarsa cuando importó el gas, es decir, traslada el costo de la importación.
Las empresas salteñas consumen 550 mil metros cúbicos diarios
Las facturas con esos montos ya comenzaron a llegar.“Cuando una industria se excede, para cubrir la demanda, Enarsa sostiene que tiene que importar gas; entonces plantea que por esos consumos que estaban restringidos, pero que igual fueron utilizados, tienen que pagar una tarifa diferencial, que es aparte de la penalidad por excederse”, explicó Abel Fernández Castro, director ejecutivo de la Unión Industrial de Salta.
Las presiones por el gas afectan a la Industria
“Las empresas realizan contratos anuales de provisión por cantidad de BTU; cuando se exceden en un marco de restricción, se las penaliza”, explicó a El Tribuno José Ramírez, titular de la Secretaría de Servicios Públicos de la Provincia.
“Cada empresa se abastece de gas desde una distribuidora, la cual le compra gas a Enarsa y lo vende a $4,5 dólares el millón de BTU, aunque a ésta le sale el doble”, aclaró Ramírez.
La diferencia entre el precio al que lo obtuvo la compañía (Enargas) al importarlo y el precio al que se lo vende al distribuidor es lo que las industrias abonan.
“El viernes pasado ya comenzaron de nuevo. Cada vez que baja la temperatura llegan las restricciones. Es la misma historia de siempre, con la diferencia de que las penalidades antes venían solo desde Gasnor, ahora hay que pagar también a Enarsa un diferencial de costo”, explicó Daniel Chávez Díaz, presidente de la Unión Industrial de Salta.
“La provincia es superavitaria en materia de gas, por eso no entendemos el sistema de las restricciones. Entendemos que la gente no se puede quedar sin energía, pero también que Argentina nunca tuvo un plan energético de largo plazo, pese a que tiene la tercera reserva gasífera del mundo. Desarrollarla requiere de 5 o 6 años y de inversiones considerables”.
Fuente: El tribuno
