Con esfuerzo privado y con apoyo del Estado, el sector vitivinícola de Tucumán pretende producir más, posicionarse con vinos de alta calidad y exportar.
Una de las tres bodegas de Tucumán produce alrededor de 200.000 litros de vino al año y una de Cafayate puede obtener unos 6 millones de litros en igual período.
Tucumán recién comienza, pero con perspectivas a futuro que podrían colocar a la provincia en el lote privilegiado de las grandes áreas vitivinícolas del país.
25 productores tucumanos registrados en el Instituto Nacional de Vitivinicultura decidieron conformar la Cámara de Bodegas y Viñedos de Tucumán, que preside Alberto Guardia, director de la bodega “Las arcas de Tolombón”.
En Amaicha de la Valle, Colalao del Valle, El Pichao y El Bañado se producen uvas tintas, como Malbec y Cabernet Sauvignon principalmente, pocas cantidades de Merlot y Tannat, y también se plantaron Pinot Noir, Petit Verdot y Cabernet Franc, que entrarán en producción el próximo año.
En lo que refiere a uvas blancas, se cultiva mayormente Torrontés y muy poco de Sauvignon Blanc. “Tucumán produce muy pocas cantidades de uva en fresco y pasas, que se destinan casi totalmente a la elaboración de vinos”, indicó Guardia. El empresario reveló que la producción de vinos de Tucumán se destina al mercado interno en su mayoría, pero que se comenzó a exportar a los Estados Unidos.
“En la cosecha 2010, los vinos de Tucumán obtuvieron dos medallas de oro en variedad Malbec y Torrontés, lo que fue sorprendente para los mendocinos, según se reflejó en los diarios cuyanos. Por lo tanto, están al nivel de los mejores vinos del país”, subrayó Guardia. “El crecimiento de la actividad sólo puede cumplirse si se valora la calidad y el esfuerzo del vino tucumano; es muy probable que muchos lo tomen creyendo que es de provincias y bodegas renombradas, sin saber su origen tucumano”, concluyó.
Fuente: regionnortegrande.com








