La demanda de combustibles al público alcanzó en 2022 un nuevo record. Fueron 18.151.002 los metros cúbicos que salieron de los surtidores de las Estaciones de Servicio de todo el país, ubicándose como el volumen más alto de los últimos 12 años.
La cifra representa un crecimiento del 14.32% respecto a lo sucedido el año anterior y 41.60% si se la compara con 2020, cuando la crisis sanitaria restringió la movilidad social y la actividad era casi nula.
De acuerdo al informe dado a conocer por la Secretaría de Energía en base a datos aportados por las compañías petroleras, el producto que más escaló respecto a 2021 fue la nafta Premium (19.62%), seguido por el diésel Grado 3 (19.50%), la nafta súper (13.82%) y el gasoil Grado 2 (9.9%).
Durante este período, YPF se mantuvo al tope de las ventas con el 52.18% del market share. Más atrás se posicionaron Shell (23.42%); AXION Energy (13.14%) y Puma Energy (6.14%).
Pese a la mejora global, en diciembre no solo se estancó el consumo en comparación con el mismo mes del año anterior, sino que volvieron a retroceder los despachos de productos Premium: 8.56% el diésel y 7.78% la nafta.
Vale remarcar que por su costo, estos combustibles son los que dan un poco más de aire a los alicaídos ingresos de las Estaciones de Servicio, las que necesitan vender un mínimo de 300.000 litros mensuales para alcanzar el punto de equilibrio, volumen al que no llega el 49.5% de las bocas de expendio del país.
“Esto es una señal de alerta para nuestro sector, que viene sufriendo desde la recesión de 2018 y hoy sobrevive en un contexto totalmente hostil, marcado por la falta de políticas energéticas claras y con rumbo incierto, la inflación y los precios pisados en los surtidores”, sostuvo al respecto el presidente de CECHA, Gabriel Bornoroni.