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El vino también puede ser un viaje exquisito: cómo es el resort que conecta con la bebida nacional a través de todos los sentidos

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Se sabe que una de las mejores maneras de disfrutar un vino es potenciarlo con un entorno especial. Porque en terruños como la Argentina, la calidad ya no es un atributo diferencial, y por eso la experiencia pasa a ser muy importante. Esta es una de las principales razones por la cual muchas bodegas han invertido en sus instalaciones para recibir al turismo. Se suma que muchos emprendedores de la industria del vino, locales y extranjeros, que apostaron a la vitivinicultura, dquiriendo viñedos, construyendo bodegas y elaborando vinos, seguramente antes pasaron por ese lugar de privilegio: vivir y sentir el vino en su entorno nativo.

Justamente ese “flechazo” alrededor de la ceremonia del vino argentino, sumado a un paisaje que exhibe la síntesis de lo inconmensurable como son los valles Calchaquíes, le ocurrió al matrimonio de empresarios Jon y Arlene Malinsky -oriundos de Minnesota, Estados Unidos- quienes quedaron impactados con la geografía salteña de Cafayate, al punto que lo eligieron como su lugar favorito en el mundo, y con su gente.

Los Malinsky ya habían dado el primer paso en 2002 con la adquisición de Fincas en Agrelo, Mendoza; y luego en 2009 apostaron por su adorada Cafayate y dieron nacimiento a la bodega Piattelli Vineyards, con viñedos propios por doquier y sobre todo con el profundo compromiso de reforzar el sentido de la etiqueta de origen: Cafayate.

Jon y Arlene son mucho más que dos empresarios exitosos que invierten en la Argentina, son dos norteamericanos que se enamoraron de este país, de sus viñedos y definitivamene de la tierra cafayateña. Ellos soñaban con un lugar mágico que corone todo lo que habían querido decir a través de los vinos; y ahora pudieron transformarlo en pura experiencia con la construcción piedra por piedra, casita por casita, de Piattelli Wine Resort. Un complejo concebido desde el lujo, el confort y la relajación, que promete unir lo mejor de dos mundos: hotelería de primer nivel y vistas 360 a viñedos en el corazón de Cafayate.

Cafayate, tierra bella

Uno de los mayores atractivos de Cafayate más allá de las bodegas y las variedades -con el Torrontés, el Malbec y el Tannat como protagonistas- es su característica bien diferencial: la altura. Esto implica muchas cosas; la cercanía con el sol permite una mayor insolación de la vid, y con un buen manejo de canopia se logra una mejor madurez.

También los hollejos son más gruesos y por ende con mayor cantidad de polifenoles. Las brisas constantes es otro de los factores que posibilita uvas más sanas. Y las temperaturas medias de día y de noche son más marcadas, permitiendo una mayor amplitud. Pero sobre todo la heterogeneidad de los suelos, incluyendo sus pendientes, es lo que brinda un carácter distintivo y una expresión propia a los vinos de altura.

El proyecto del wine resort nace de la iniciativa de Jon y Arlene con el objetivo de extender la experiencia de su actual bodega -casi boutique, por lo selecta y hermosa- en Cafayate. Ideado a comienzos de 2019, antes del estallido de la pandemia, el objetivo fue desarrollar un espacio y arquitectura auténticos, respetando las particularidades y ecosistemas de la zona.

Pocos saben que los vinos de Cafayate, y alrededores, conquistan paladares desde hace más de doscientos años, con su carácter y personalidad de altura. Pero lo que antes era rústico y potente, hoy es equilibrado y fresco, sin perder esa fuerza característica natural que tiene el valle. No obstante, esas sensaciones originales, sumadas al paisaje, fue lo que atrajo a muchos extranjeros.

La bodega Piattelli Vineyards Cafayate nació a principios de 2013 y fue un testigo atento de la construcción del wine resort. Es una imponente construcción de 5.500 m2., equipada con la más alta tecnología de vinificación, tanques de acero inoxidable, piletas de hormigón armado, huevos de concreto donde se almacena vino y una sala que puede albergar más de 2000 barricas. La bodega contó desde el inicio con un restaurante con capacidad para 150 cubiertos, con vista única a todo el valle, un completo programa enoturístico.

Pasaron los años, y los vinos elaborados por un equipo enológico que se reparte entre Mendoza y Salta, liderado por Valeria Antolin y Alejandro Nesman, comenzaron a tener éxito, tanto a nivel local como en los mercados más exigentes. Actualmente, Piattelli Vineyards es dueña de casi 200 hectáreas de viñedos contemplando sus cuatro fincas en Agrelo y Cafayate, y recientemente han inaugurado su tercera bodega en Animaná, 10km al norte de Cafayate, Salta. Una instalación modelo de Sudamérica, con capacidad para 700.000 litros de producción, dedicada sólo a vinos de alta gama.

Si bien Cafayate, Salta, se trata de un lugar pequeño de montaña en comparación con Mendoza; principal región productora local de vinos, está lleno de pequeños valles que rodean a la ciudad, ampliando la diversidad que ofrecen sus vinos.

Es cuna de muchos tintos y blancos que se lucen, y también habita en la zona una de las bodegas más tradicionales como familia Etchart. El Esteco es otro de los grandes jugadores que han sabido llevar los atributos de la zona y sus vinos alrededor del mundo. Muy cerca de allí en Colomé, que también posee una bodega en Cafayate (Amalaya), está la bodega en funcionamiento más antigua de la Argentina.

Otro nombre de fama mundial que está allí desde 1999 con sus vinos es el enólogo Michel Rolland, quién asociado a Arnaldo Etchart y su familia creó Yacochuya. Por suerte hay muchos más protagonistas del vino cafayateño, cada uno aportando sus creaciones vínicas, la mayoría en pequeñas producciones y en pos del prestigio del lugar.

Pero la familia fundadora de Piattelli entiende muy bien cómo la experiencia del vino en su lugar de origen imprime para siempre en la memoria de los visitantes sensaciones únicas, consolidando sus vinos en las preferencias de los turistas que llegan hasta allí desde todo el mundo. Es por ello que cuentan en todas sus bodegas con propuestas de turismo enfocadas en maximizar las experiencias de confort y relajación. En ambas regiones, se pueden encontrar opciones de gastronomía para disfrutar los sabores regionales, y el flamante hotel de lujo que se suma a la selecta propuesta que ofrece Cafayate.

Claves de un buen wine resort

Desde hace algunos años, todas las bodegas argentinas forman parte de una verdadera revolución, tanto las grandes consagradas como las enfocadas en pequeñas producciones. Y si bien, los vinos argentinos no son los mejores del mundo, ya gozan de muchas cualidades que los hace únicos.

El lugar, visto desde lejos o en fotos, bien podría ser un set de filmación en algún paraíso de un destino lejano. Sin embargo, es en la salteñísima Cafayate, enmarcada entre sus cerros y pensada como una villa de ensueño, el lugar cuenta con veinte “casitas” de lujo, con deco y muebles de autor, combinando perfectamente los objetos modernos y autóctonos.

Los huéspedes pueden disfrutar de un club house, tres restaurantes, dos piscinas, cava privada, spa & fitness center. Todas las casitas poseen terraza propia y maravillosas vistas para poder contemplar el Valle de Cafayate en toda su magnitud. Todo en una ambientación rodeada de palmeras, vegetación autóctona y flores: le paisajismo es increíble y muy cuidado.

El precio varía según las prestaciones de cada casita, pero todas comparten un alto standard de lujo, calidad y diseño; todas “miran” a los viñedos y poseen jacuzzi y chimenea en su terraza y livings al aire libre. El hotel además ofrece paseos por la bodega y los viñedos, degustaciones, clases de yoga y recorridos entre las uvas de aventura en 4X4.

La gastronomía de Piattelli wine resort no está hecha al azar. Un menú con delicias y exquisiteces lugareñas y un refinado toque “american” a cargo del cocinero Gabriel Rodríguez, quien también dirige el restaurante de la bodega. Promete platos variados, frescos y de estación. La especialidad seguirá siendo la carne, y siempre acompaña de una excelente pastelería y tipicidad regional. El desayuno incluido para cada huésped es a la carta; se podrá encontrar clásicos norteños o un american breakfast con huevos benedictinos y cerezas embebidas en brandy y salteadas con panceta.

Un lugar único e ideal para relajarse, conectar con el buen vino y el arte – se lucen esculturas y pinturas de artistas argentinos y salteños en particular; cada una elegidas especialmente por el matrimonio de Jon y Arlene Malinsky, para brindar calidez a cada casita o a cada rincón en los lugares comunes. En Piattelli wine resort nada está pensadao al azar o por arrebato. Todo corona el arte – casi sagrado- de la vitivinicultura y la belleza imponente de Cafayate.

Fuente: Infobae


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