El comienzo de la negociación anticipada de la paritaria del sector de la salud, con pedidos de incrementos en abril y junio, renovó la preocupación por una problemática sobre la que las empresas del rubro advierten desde hace un tiempo: el pago de los nuevos salarios no podrá afrontarse si no se actualiza, a la vez, del precio de las prestaciones médicas.
La Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami) señaló mediante un comunicado que el pago de esos incrementos será imposible de afrontar por las entidades sanatoriales sin el correspondiente traslado al precio de las prestaciones médicas, que brindan a los pacientes y facturan a las aseguradoras de salud.
“Luego de dos años de atender la pandemia, priorizando la vida y salud de todos, nos encontramos en una situación crítica ante la pérdida sostenida e inexistencia en la mayoría de los casos, de un margen mínimo para operar nuestras organizaciones, a lo que se agrega ahora, la imposibilidad para pagar incrementos de sueldos”, explican desde las entidades prestadoras de salud.
Los representantes de los sanatorios afirmaron que necesitan indefectiblemente recuperar en sus precios, las brechas negativas de los últimos años y adelantar en sus ingresos, los incrementos de sueldos que surgirán de las paritarias. Señalaron que, desde 2019, los precios de las prestaciones médicas evolucionaron por debajo de los aumentos de salarios, la inflación y la inflación propia de medicamentos y descartables.
“De igual modo, las obras sociales y planes de salud de nuestra cámara, requerirán ajustes de las cuotas o aportes, para dar respuesta a las necesidades de los sanatorios, más el incremento constante de los mayores costos prestacionales y fundamentalmente, por prestaciones vinculadas a la discapacidad social, incrementos de precio en medicamentos de alto costo y coberturas incluidas por efectos de leyes o resoluciones judiciales, que nunca tuvieron como contrapartida los incrementos de precios para acompañar estos mayores gastos, según fija la propia ley de Regulación”, indicaron en el comunicado mencionado.
Asimismo, advierten que este mecanismo de ajuste de precios se transforma en un círculo vicioso, toda vez que su resultado no será otro que un aporte al índice inflacionario que se nutre de distintos componentes, entre ellos y mínimamente, del costo de la salud privada, expulsado a la gente del sistema y acelerando su desfinanciamiento.
“Es el momento de trabajar juntos para repensar el sistema de financiación de la salud”, opinaron. Y agregaron: “Mientras tanto es preciso apelar a nuevas herramientas para sustentar económicamente la atención. Una medida inmediata, ya solicitada en diversas oportunidades, es la de aliviar la carga tributaria generada por el IVA “no computable” que, por la dinámica de nuestra actividad, resulta un costo mensual relevante; es necesario continuar con el Repro salud y el dec.300, mientras perdure esta situación de emergencia sanitaria, como contribuciones temporales equivalentes a las que se aplican para el sostenimiento de la educación desde hace más de 40 años”.
El sistema privado, en el que Acami representa a entidades sin fines de lucro, incluye clínicas, sanatorios, hospitales centenarios y planes de salud u obras sociales de dirección, distribuidos por todo el país. “Mas allá de nuestros asociados, todas las instituciones de salud del país vienen de dos años extremadamente complejos, con incrementos de costos y baja de actividad, luego de atender a más del 70% de las necesidades del Covid en el país; hoy no son sustentables, y próximamente carecerán de fondos para mantener sus instalaciones y empleados”, enfatizaron desde Acami.
Fuente: La Nación
