La Pandemia generó fuertes restricciones en distintos sectores, uno de ellos fue la construcción. Sin dudas un amplio ámbito en el que actúan diferentes rubros y subrubros con la intervención de profesionales en la materia. La incertidumbre pero a su vez la inmediatez para resolver poco a poco cada una de las demandas marcó la diferencia para la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA) que se muestra optimista hacia lo que viene. Dossier Web dialogó con el salteño Martín Capobianco quien preside la entidad nacional.
La construcción es uno de los sectores a los que les costó regresar a la actividad en cuarentena. ¿Eso les jugó en contra?
Esta situación atípica tomó por sorpresa al mundo entero y no distinguió profesiones, clases ni países. En este sentido, a la construcción y a los profesionales independientes les trajo aparejados una serie de problemas -como a toda la población mundial- que hicieron necesaria una adaptación veloz, interpretando la situación y encontrando soluciones creativas a un problema novedoso. Si pudiéramos abstraernos por un minuto de las dificultades económicas de la región y específicamente de nuestro país, veremos que los profesionales independientes rápidamente se adaptaron y acomodaron sus metodologías de trabajo y procedimientos, al nuevo contexto.
¿Y las instituciones?
Las instituciones tratamos de acompañar estos cambios con gestiones, protocolos sanitarios y operativos que permitan un retorno a la actividad lo más pronto posible y así, entre todos, hemos conseguido que el sector se reactive (en el contexto pandémico y con el ritmo que esto implica) en casi todo el país. Hoy, una obra, sea pública o privada, puede desarrollarse en el más estricto cumplimiento de la normativa de prevención del COVID-19. Y eso, es gracias al esfuerzo del colectivo de la construcción en su conjunto.
¿Cómo evaluarías el presente del sector en Salta?
Como en todo el país, Salta está a la expectativa de la evolución de la pandemia porque eso repercute directamente en las medidas que se tomen de parte del Gobierno Nacional y Provincial. Sabemos que se trata de un escenario sumamente cambiante y que lo que hoy es de una manera, mañana puede ser de otra muy diferente. Pero estamos preparados para enfrentarlo. El sector de la construcción tiene hoy una enorme posibilidad de crecer ya que, a valores históricos en dólares, el metro cuadrado cuesta significativamente menos que hace dos años y, por ende, con la misma cantidad de dólares construís más metros. Esto es sin dudas una oportunidad para quienes tienen el dinero, para inversores que se vuelquen a la construcción.

Con un efecto positivo también en otros rubros…
Si esto comienza a moverse de esta manera, se reactivarán todos los subrubros del sector, corralones, profesionales independientes, tasas municipales y provinciales, obreros, energía eléctrica, técnicos especialistas, etc. De ninguna manera habrá un boom de la construcción, pero si todo sigue así, podremos estar frente a la reactivación del sector que mueva a muchos rubros dependientes y colabore con la mejoría de la economía de la Argentina.
¿Cuándo cree que la reactivación comenzará a notarse más, no sólo para los obreros sino también para los profesionales de la construcción?
Ya hay signo de reactivación, siempre en el contexto terrible que estamos atravesando, pero se ve un cierto movimiento hacia adelante que permite pensar que si las condiciones económicas y macro económicas no empeoran, el sector comenzará a ponerse de pie como siempre lo ha hecho. Los profesionales necesitan un comitente, ese señor que quiere hacer su casita, remodelar lo que tiene, o un inversor dispuesto invertir en nuevas unidades habitacionales. Si las condiciones se mantienen estables, estoy convencido que prosperarán estos comitentes y por ende los profesionales y los obreros tendrán trabajo y la Argentina se reconstruirá. Somos una nación que siempre se levanta y regresa al camino de la producción y del trabajo.
¿Cuáles son los obstáculos y desafíos más grandes que tuvieron que enfrentar las empresas y los profesionales durante la Pandemia?
Primero fue la incertidumbre y la lluvia de datos que venían de Europa hacía suponer una catástrofe en la región y en Argentina. Eso causó angustia y temores. Gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, hemos logrado que no estemos ni cerca de los horrores que se vivieron en el viejo mundo, en USA o en Ecuador. Luego fue la inmediatez de las acciones institucionales acompañando a los profesionales independientes para que, al momento indicado, estemos todos preparados para retomar las actividades bajo los más estrictos protocolos de prevención. La FADEA, institución que presido, fue la encargada de desarrollar el primer protocolo COVD-19 para la reapertura de la obra privada a nivel nacional, documento que llegó a manos de las autoridades nacionales y que llevara a implementar junto a todos los actores del sector un protocolo aprobado por Nación para trabajar en obra. Lo que, a priori podía parecer un obstáculo, no lo fue tanto. La presencialidad dejó rápidamente paso a las videoconferencias lo que resultó en poder maximizar los tiempos y posibilitó estar en reuniones en muy distantes puntos en un mismo día. Los profesionales independientes y las instituciones se acostumbraron rápidamente a esto y hoy, los servicios de casi todos los Colegios y Entidades de arquitectos del país son a distancia. Es decir, lo que parecía un impedimento resultó natural, veloz y eficiente.
¿Qué es lo más difícil para el arquitecto que trabaja solo y sin la estructura de una empresa?
En el plano estrictamente del arquitecto de a pie, lo complejo y posiblemente más difícil, es hacerle frente a la crisis económica. Ese conglomerado de profesionales ha sufrido enormemente esta situación atípica ya que no estaba contemplado inicialmente en ninguno de los programas de asistencia del Estado, recién en la segunda oleada de anuncios se incorporaron medidas muy atinadas y tendientes a mitigar la situación. Obviamente no la resuelven, pero al menos están ahí para ayudar en algo a los profesionales. Sin dudas lo mejor para nosotros es trabajar y dar trabajo, porque los profesionales de la construcción no solo trabajan, sino que son un eslabón importante en la cadena de creación de empleo.
¿Cómo se portaron los negocios y empresas que trabajan con la construcción en cuanto a precios, intereses y financiamiento de productos? ¿Existe colaboración en el sector?
Lejos de ponernos en el plan de juzgar el comportamiento de los diferentes actores del sector de la construcción, me enorgullece poder decir que se ha trabajado en conjunto, de manera federal y colaborativa para lograr llegar donde estamos hoy. Trabajando, cumpliendo medidas de prevención estrictas y por sobre todas las cosas, creando conciencia en las obras, en los negocios y en los profesionales a cargo de ellas. Hoy, todos hacemos lo humanamente posible para colaborar en la superación de esta crisis mundial (porque insisto, no es algo ni de Argentina ni de la región) y estoy convencido que en poco tiempo más vamos a poder mirar con orgullo la manera en la que superamos este momento.
Dossier Web