El Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó hoy la revisión de las metas del tercer trimestre del Acuerdo de Facilidades Extendidas con la Argentina y liberó el “desembolso inmediato” de 4.500 millones de DEG, equivalentes a cerca de US$ 6.000 millones, informó el organismo multilateral en un comunicado.
Este desembolso se vio reflejado en el aumento de las reservas internacionales del Banco Central, que pasaron de US$ 39.052 millones a US$ 43.263 millones en las últimas 24 horas.
De esta forma, desde que se concretó el acuerdo en marzo pasado, el organismo desembolsó alrededor de US$ 23.500 millones que en su mayor parte fueron destinados a pagar los vencimientos con el FMI por la deuda contraída durante el gobierno de Mauricio Macri por un monto total de US$ 45.000 millones.
“Las políticas macroeconómicas más estrictas desde julio están comenzando a dar sus frutos: la inflación se está moderando, la balanza comercial está mejorando y la cobertura de reservas se está fortaleciendo gradualmente”, destacó el organismo que conduce Kristalina Georgieva en el comunicado.
Señalaron también que dado el “contexto externo e interno más desafiante, la implementación decisiva del programa será fundamental para salvaguardar la estabilidad y los objetivos del programa”.
Según el organismo, la evaluación sentenció que “se cumplieron todos los criterios cuantitativos de desempeño hasta finales de septiembre de 2022, gracias a la gestión macroeconómica prudente del nuevo equipo económico”.
Aún así reconoció que se aprobaron “exenciones de incumplimiento (waiver) asociadas con la introducción de medidas de política que dieron lugar a nuevas restricciones cambiarias y prácticas de múltiples monedas” y pidió “su reversión cuando las condiciones lo permitan”.
“Las continuas acciones políticas decisivas están comenzando a dar sus frutos. En un contexto externo e interno más desafiante, la implementación decidida de políticas, incluido el endurecimiento de las políticas fiscal y monetaria, está conduciendo a una reducción de la inflación, así como a mejoras en la balanza comercial y la cobertura de reservas”, afirmó la primera Directora Gerente Adjunta y Presidenta Interina del FMI, Gita Gopinath.
Al respecto, Gopinath dijo que dados los desequilibrios macroeconómicos y las condiciones “frágiles” de la economía argentina, una firme implementación del programa permitirá que éste funcione como “un ancla para la estabilidad”.
Respecto de las exenciones realizadas en la revisión, remarcó que las restricciones cambiarias y las prácticas de monedas múltiples “deben evitarse y eliminarse tan pronto como las condiciones lo permitan”, y que para ello “se deben abordar los desequilibrios macroeconómicos”.
“Se necesitará la consolidación fiscal según lo presupuestado para respaldar los procesos de desinflación y acumulación de reservas, aliviar las presiones financieras y fortalecer la sostenibilidad de la deuda. Reducir el déficit fiscal primario al 1,9 % del PIB en 2023 y, al mismo tiempo, proporcionar espacio para gastos prioritarios en infraestructura requerirá esfuerzos continuos”, enfatizó la directiva del FMI.
Al respecto, señaló que el Gobierno argentino deberá encarar una estrategia que incluya “movilizar ingresos, fortalecer los controles de gastos y, lo que es más importante, mejorar la focalización de los subsidios energéticos y la asistencia social”.
“La implementación oportuna de las medidas será fundamental para aumentar la credibilidad”, aseguró Gopinath.
Otro de los factores que abordó fue el de las tasas de interés reales positivas, como un elemento “esencial” para “reducir la alta inflación persistente y fortalecer la demanda de activos en pesos”, lo que a su vez permitiría “mejoras en la competitividad y la cobertura de reservas, al tiempo que evitaría depender de incentivos y restricciones cambiarias ad-hoc, ya que no son un sustituto de políticas macroeconómicas consistentes”.
En ese sentido, la funcionaria dijo que los acuerdos de precios y salarios, como el programa de Precios Justos y las revisiones paritarias, podrían “desempeñar un papel complementario a medida que se abordan los desequilibrios macroeconómicos”.
Otro de los factores considerado “vital” para el FMI es el manejo del mercado de deuda -para evitar tener que recurrir a la emisión monetaria como cobertura del déficit fiscal-, motivo por el cual celebró el acuerdo de reestructuración con el Club de París, así como el respaldo explicitado por socios multilaterales y bilaterales “para garantizar que se cumplan los compromisos financieros y se fortalezca la cobertura de reservas”.
“Los esfuerzos continuos en el frente estructural siguen siendo clave para apoyar objetivos macroeconómicos más amplios, incluso mediante el fortalecimiento de la gestión financiera pública, el mercado de deuda del gobierno en pesos, el marco ALD/CFT, el balance del banco central y la eficiencia y sostenibilidad del sector energético”, afirmó Gopinath.
Por último, de cara a un 2023 que incluirá las elecciones presidenciales, la funcionaria del FMI anticipó que “podrían ser necesarias más acciones políticas para salvaguardar la estabilidad macroeconómica si se materializan los riesgos a la baja”.
Fuente: telam.com.ar