El potencial de crecimiento de las pasturas se vio afectada por las sequías que castigaron al norte argentino hacia finales de la primavera y las primeras semanas de verano. Además se espera que el invierno y la próxima primavera haya escases de forraje en la región. Por ese motivo, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, indicó a Dossier Web que se brindan recomendaciones para manejar el rodeo y mantener la sanidad animal durante los periodos críticos.
El investigador del INTA Salta, Nicolas Varlamoff , indicó que “las lluvias de primavera tardaron en llegar y, en muchos casos, fueron escasas y de baja frecuencia”. Y agregó que “entrado el verano en muchos lugares de la región tuvimos al menos 20 días sin lluvia que, sumado a las altas temperaturas, terminaron afectando el crecimiento del forraje y la muerte de plántulas recién germinadas”.
El sector ganadero las condiciones climáticas no solo afectaron las pasturas, sino también impactaron en el estado de salud de los animales, mucho de los cuales se encuentran en malas condiciones corporales.
Por ese motivo el INTA asesora a los productores sobre qué estrategias tomar para afrontar el invierno. “Tenemos que anticiparnos a los problemas y tratar a hacer un buen manejo del calendario sanitario antes de junio y julio donde ya sabemos que tenemos las limitaciones alimentarias”, sostuvieron.
“Es importante pensar a futuro, sobre todo en aquellos establecimientos que ya saben que las reservas no bastan. Es el momento para planificar la compra de forrajes o suplementos ya que serán recursos escasos en la región y tendrán un precio elevado”, adelantó Varlamoff.
El animal mal nutrido empieza a tener deficiencias en macro o micro nutrientes y dependiendo del nivel de afectación que tenga, va a tener una peor respuesta a enfermedades ya sean parasitarias, infecciosas, virales. Por eso, se debe planificar la vacunación para que el animal sufra el menor estrés posible y tenga una respuesta inmune adecuada.
Se debe coordinar con el asesor veterinario el calendario sanitario, asegurando las vacunas obligatorias de Aftosa y Brucelosis que, dependiendo de la zona del país, hay una o dos inyecciones al año. “Podemos aprovechar la juntada de hacienda para vacunar y, de esta forma, ahorrarle estrés al animal y gastos adicionales al productor”, indicó Neumann.
Además, se recomienda a los productores realizar una descarga temprana de los campos, anticipar los destetes para que la vaca recupere estado corporal, realizar tactos y descartar vacas vacías.