El Banco Mundial advirtió que la economía global podría caer en una recesión el próximo año, como consecuencia de una agresiva ola de ajustes de política monetaria. Este escenario se vería acompañado de una inflación global que se mantendría en el doble de las cifras anteriores a la pandemia.
“El mundo podría estar avanzando poco a poco hacia una recesión mundial en 2023 y una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo que les podrían causar daños duraderos“, alertó un estudio integral realizado por el organismo con sede en Washington.
El documento se sustenta en la caída de los índices de confianza de los consumidores y la desaceleración abrupta que registran Estados Unidos, China y la Eurozona, las tres principales economías del mundo.
En esa línea, la proyección de esta crisis global se vería impulsada por las subas de tasas de interés que están aplicando bancos centrales de todo el mundo “incluida la Reserva Federal estadounidense (FED) y el Banco Central Europeo (BCE)”.
El escenario también plantea que, a menos que las disrupciones en el suministro de energía y las presiones del mercado laboral disminuyan, esos aumentos de las tasas de interés podrían dejar la tasa de inflación básica mundial (sin incluir la energía) en alrededor del 5 % en 2023, casi el doble del promedio en los 5 años previos a la pandemia.
“El crecimiento mundial se está desacelerando de manera abrupta, y es probable que se produzca una mayor desaceleración a medida que más países entren en recesión. Me preocupa profundamente que estas tendencias persistan, con consecuencias duraderas que son devastadoras para las personas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”, aseguró David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
“Para lograr tasas de inflación bajas, estabilidad monetaria y un crecimiento más rápido, los responsables de formular políticas podrían trasladar el foco de atención desde la reducción del consumo hacia el aumento de la producción. Las políticas deberían apuntar a generar inversiones adicionales y mejorar la productividad y la asignación de capital, que son fundamentales para el crecimiento y la reducción de la pobreza” dijo.
REDUCIR LA INFLACIÓN MUNDIAL
Según el organismo internacional, para reducir la inflación global a una tasa coherente, es probable que los bancos centrales deban aumentar las tasas de interés en 2 puntos porcentuales adicionales. Además de eso, es necesario una acción concertada por parte de diversos responsables de formular políticas:
- Los bancos centralesdeben comunicar con claridad las decisiones en materia de políticas, salvaguardo al mismo tiempo su independencia. En los mercados emergentes y las economías en desarrollo, deberían reforzar las regulaciones macroprudenciales y crear reservas de divisas.
- Las autoridades fiscales tendrán que calibrar cuidadosamente la retirada de las medidas de apoyo fiscal y, al mismo tiempo, garantizar la coherencia con los objetivos de la política monetaria.
- Otros responsables de la formulación de políticas económicas deberán sumarse a la lucha contra la inflación, adoptando medidas firmes para impulsar el suministro mundial.