A partir del 30 de abril, el plazo fijo tradicional experimentará un cambio significativo. Según lo confirmado por Pedro Inchauspe, director del Banco Central (BCRA), este nuevo formato, formalmente conocido como Certificado Electrónico para Depósitos e Inversiones a Plazo (CEDIP), permitirá la transferencia, división y fraccionamiento de depósitos a plazo fijo tradicionales, en UVA o en dólares, realizados a través de homebanking o aplicaciones móviles.
Además, ampliará sus funcionalidades, permitiendo su uso como método de pago y financiación.
El plazo fijo electrónico operará en la infraestructura del cheque electrónico, dentro de la red de COELSA, una cámara compensadora que actualmente se encarga del procesamiento de transferencias entre billeteras.
La implementación de esta herramienta fue anunciada hace un año, a finales de enero de 2023, aunque su inicio se fue postergando. En esencia, se trata del mismo plazo fijo que está disponible en la actualidad, con las mismas tasas, permitiendo colocaciones tanto en pesos (también en UVA) como en dólares.
Una diferencia clave con respecto a los plazos fijos convencionales es que el plazo fijo electrónico será fraccionable, lo que significa que llevará un registro por fecha de cada transacción realizada por el ahorrista. Esta capacidad de división permitirá utilizarlo para saldar obligaciones con terceros, lo que ofrece mayores incentivos para mantenerlo y no retirarlo antes de su vencimiento.
Cada colocación estará asociada a su correspondiente CEDIP, el cual será generado por la entidad al momento de captar los fondos.
Este Certificado Electrónico se implementará junto con otras medidas esperadas por el ecosistema financiero a partir de mayo, como el Debin y el QR Tarjet.
