Edenor, la distribuidora de energía eléctrica de la Capital Federal en manos de Pampa Energía, el holding energético de Marcelo Mindlin, autorizó la conformación de un “fideicomiso discrecional irrevocable que tenga al Macro Bank Limited como fiduciario, y como fiduciante y fideicomisario a Edenor, con el fin de administrar ciertos activos líquidos de la Sociedad”, informó a la Comisión Nacional de Valores.
El contrato, que durará por 20 años, tiene por objetivo ceder el manejo de bonos y otros activos financieros al banco que comanda Jorge Brito.
El Directorio de la compañía tomó la decisión este lunes, cuando el comportamiento de Wall Street, luego del rechazo parlamentario al plan de salvataje elaborado por la administración de George W. Bush, asestó el mayor golpe de la historia al sistema financiero norteamericano.
Conocedores de la iniciativa aseguraron que Edenor tomó la decisión debido a “la volatilidad de los mercados internacionales”. Y explicaron que se trata de un vehículo para “efectivizar el cumplimiento de obligaciones de la compañía”. En concreto, la distribuidora eléctrica le dará al Macro el mandato para que pague con los activos del fondo los vencimientos de su deuda.
Recuerdos del default
En febrero de 2006, el grupo liderado por Mindlin alcanzó un 100% de aceptación a su plan de pago por parte de los acreedores de Edenor. De esa manera salió del default, en el que había entrado en 2002. La reestructuración total de la deuda de u$s 537 millones comenzó a saldarse mediante la emisión de un bono a nueve años y otro a 14 años, con una reducción de intereses de u$s 36 millones anuales a u$s 13 millones.
El grupo que conduce Mindlin entró en Edenor pagándole a Electricité de France (EdF) u$s 100 millones y asumiendo la deuda. Pero la renegociación redujo un 30% su pasivo, a u$s 375 millones.
Antes, en junio de 2005, el equipo de Mindlin había reestructurado la deuda de Transener –la mayor transportadora eléctrica del país, en la que hoy es socio junto a la estatal Enarsa y la cordobesa Electroingeniería–, que también estaba en default. Así, redujo su pasivo de u$s 570 millones a aproximadamente la mitad.
Si bien en aquel momento tuvo que ceder parte de la compañía a sus acreedores, la operación le sirvió a la empresa para registrar una ganancia contable de u$s 150 millones.
El paquete de activos de Pampa Energía se completo con centrales de generación eléctrica en Mendoza (Nihuiles y Diamante) y Neuquén (Loma La Lata).
