Una clave para que el país concrete su objetivo de reinsertarse comercialmente en el mundo pasa por la capacidad de actualizar sus procesos burocráticos de la mano de la tecnología.
En el marco del G20, cuya presidencia de este año ostenta la Argentina, Salta fue sede de la reunión ministerial con representantes de 33 países que abordaron la economía digital.
“Somos conscientes de que, a fin de promover políticas centradas en las personas, un entorno de negocios justo, predecible, transparente y competitivo, y el crecimiento inclusivo en la era digital, es esencial continuar nuestro diálogo y nuestra labor para mejorar el acceso al mercado digital para los consumidores y las empresas, en particular, en los países emergentes, así como nuestra comprensión del impacto que tienen en el mercado las tecnologías emergentes y los nuevos modelos de negocios, como las plataformas en línea”.
La que precede es la declaración de los representantes de varios países que participaron de la reunión ministerial del G20 en Salta, con foco en la economía digital. El término, hace referencia a una amplia gama de actividades caracterizadas por el uso de información y conocimiento como factores de producción; las redes de información como espacio de actividad y las tecnologías de información y comunicación como dinamizadoras de la productividad.
La declaración final de la Reunión Ministerial de Economía Digital del G20, que estuvo presidida por los por entonces ministros de Modernización, Andrés Ibarra; y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, reflejó el compromiso del grupo para “promover políticas y acciones que catalicen las transformaciones digitales”, necesarias para el desarrollo de la actividad económica y de los mercados para los productos del país.
El documento, construido sobre la base del consenso logrado durante las presidencias china y alemana del G20, reconoce que la digitalización es un motor cada vez más importante del crecimiento económico. Además, insta a los países a profundizar el entendimiento de los nuevos modelos de negocios con el objetivo de acelerar el desarrollo de la economía digital de manera inclusiva, transparente y competitiva.
La declaración enumera asimismo los requisitos de una economía digital pujante, como infraestructura digital eficaz y de calidad, un entorno que respalde la innovación y los marcos reglamentarios adecuados y la promoción del flujo libre de la información, las ideas y el conocimiento, entre otros.
En este sentido, los representantes de los países miembro y organismos internacionales propusieron una serie de recomendaciones para reducir la brecha digital de género, acelerar el desarrollo de infraestructura digital, transformar el gobierno y medir la nueva economía.
Respecto de la infraestructura, el comunicado resalta “el objetivo común del G20 de brindar acceso universal y asequible a Internet para todas las personas en 2025” y asevera que la conectividad universal es “un potente motor del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible”.
Otro de los puntos destacados hace referencia a gobierno digital, que además incorpora un anexo específico. Al respecto, los representantes abogan por un “sector público ágil, innovador, integrado y basado en datos” que sea capaz de hacer “un aporte vital para el desarrollo de la economía digital”.
La declaración, consensuada por todos los países miembros, aborda asimismo otros temas como las tecnologías digitales emergentes y el desafío de capturar los beneficios de la digitalización para mejorar la productividad, y “la importancia de respaldar a los empresarios y a las micro, pequeñas y medianas empresas”.
“Es imprescindible que desde las políticas públicas impulsemos tanto el acceso a una conexión de calidad como las habilidades que nos permitan aprovechar todo el potencial de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y es un orgullo participar de este debate junto a países reconocidos en la materia”, indicó Ibarra y agregó que “sobre esto estamos trabajando con el Plan Nacional de Conectividad, para que estos beneficios lleguen a todos los argentinos sin importar dónde vivan. Así, la educación, las ideas o el entretenimiento que están en red también son el punto de partida para el desarrollo económico y social”.
Ibarra resaltó los avances de la Argentina en la materia: “En nuestro país, hoy más de 1000 trámites ya se hacen por Internet: desde crear una empresa o exportar productos al exterior hasta patentar una idea o inscribirse en cualquier registro. Esto nos permite ahorrar más del 60% de tiempo y erradicar todas las desventajas del formato papel. Pero todavía hay mucho por hacer, y las experiencias compartidas en el G20 son, sin lugar a duda, aprendizajes a incorporar en la construcción de este modelo único que se adecue a las necesidades de un país tan singular como es Argentina”.
La evolución de la economía
El lanzamiento hace poco más de 20 años de Internet dio lugar al desarrollo de la economía digital, transformación que se aceleró en los últimos años por el incremento del acceso a internet y la capacidad de procesamiento y almacenamiento de las computadoras.
En este marco, muchas de las más importantes empresas del mundo implementaron profundas transformaciones digitales para no quedarse afuera la tendencia que, con el correr de los meses se afianza cada vez más como la forma de hacer negocios del futuro inmediato.
Los teléfonos inteligentes juegan un rol clave en este contexto y abren un abanico de posibilidades que parece ilimitado para adoptar nuevas tecnologías de la mano de los consumidores.
Además, el desarrollo de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, machine learning, realidad virtual, computación en la nube, entre otras, cambiaron la forma de obtener información de las personas y, actualmente, los compradores acceden a bienes y servicios más personalizados y optimizados, modificando la forma de interactuar con los negocios.
La economía digital se vale de tres componentes fundamentales: las TICs, o sea la tecnología utilizada para manejar las telecomunicaciones, los medios de difusión, los sistemas inteligentes de gestión de edificios, los sistemas de transmisión y procesamiento audiovisuales y las funciones de control y supervisión basadas en internet. Los usuarios, que representan y hacen posible toda la dinámica económica. Y la infraestructura o, en este caso, red de banda ancha, que permite la conexión entre ambas entidades.
Toolkit
Durante la reunión del G20 en Salta se avanzó en el desarrollo de una serie de herramientas (toolkit) para la medición de esta nueva economía. Se trata de un conjunto de indicadores y recomendaciones que sirven de guía para los países que busquen implementar medidas estandarizadas para medir la economía digital. Además de reunir indicadores, el toolkit incluirá las brechas de medición, desafíos e iniciativas internacionales para delinear una agenda que permita monitorear la transformación digital.
Evolución digital y progreso de las empresas
En diálogo con Dossier Empresario, el ex viceministro de Infraestructura de Italia, Mario Ciaccia, explicó que “la economía digital en el mundo de hoy es el futuro de la economía, ya que participa en este cambio de época que estamos atravesando”.
Para Ciaccia, en este contexto las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) juegan un rol fundamental por la enorme participación que tienen en la economía de los países tanto desde el punto de vista de la producción de bienes y servicios como de la consecuente generación de mano de obra genuina.
No obstante, subrayó también como clave a la eficiencia de la administración pública para desarrollar la infraestructura digital y unir todos los datos disponibles y necesarios para equipar rápidamente a ciudadanos y empresas de servicios sin dispersar recursos, sin que los gastos de los procesos tradicionales, la multiplicación de centros de datos y las consecuentes distorsiones puedan producir.
Ciaccia señaló que “hoy en día, una economía que no tiene un tejido económico amplio como pueden dar las pequeñas y medianas empresas, está destinado no solo a no crecer sino a sufrir el impacto violento de las crisis económicas como las que hoy atraviesa no solo Argentina sino también otros países, no hablamos de países emergentes, sino de todos los países”.
“La lectura digital puede ser realizada directamente por la administración pública o colaboraciones coordinadas y luego alertarla de que puede desarrollarse como un porcentaje de los nuevos desarrollos en Europa”, detalló.
En este sentido, indicó que “en Europa, entre 1999 y el 2010, la digitalización produjo un aumento de 11,6 millones de empleos y que por eso hay que invertir constantemente en el proceso de realfabetización de los trabajadores”.
Aseguró que “en Argentina hay una oportunidad de desarrollo capaz de crear economía nueva favoreciendo iniciativas y proyectos innovadores, así las Pymes pueden subir al carro, especialmente en los territorios situados en desventaja por lo que concierne las tradicionales infraestructuras de transporte o las que sufren la fractura digital en la optimización de los procesos internos, en los cambios de métodos de producción, en las interacciones más y más integradas con los clientes y proveedores utilizando las plataformas digitales que habilitan servicios nuevos, mejorando así la actividad de investigación y desarrollo”.
“La transformación digital contribuirá a tasas anuales de crecimiento, aun para el próximo año, de 4,4% para la industria, 4% para los bancos, 4,2% para las compañías de seguros, 3,6% para el transporte y 4,7% para la distribución”, y aseguró que “la intervención de las Pymes es fundamental tanto en servicios ofrecidos gratuitamente en internet, como con inversiones para satisfacer la escasez de expertos en tecnologías de información y comunicación”.
Finalmente, expuso que “el futuro es digital e interesa para toda la economía, como así también las Pymes representan una parte fundamental de ésta y podrán apuntar a nuevos horizontes si son capaces de equiparse con competencias, humildad, valentía y total apertura a los cambios”.