La producción de frutillas, así como ocurre con otras frutas y hortalizas, utiliza grandes cantidades de plástico para proteger las plantaciones de las inclemencias climáticas. Una vez retirados estos envoltorios tras la cosecha, a falta de un sistema para su recolección y reciclado, son quemados, quedan acumulados en el campo o son enterrados, generando contaminación por micropartículas dado que tardan cientos de años en degradarse.
Atentos a esta problemática, un equipo de seis estudiantes de las carreras de Ingeniería en Minas e Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) presentó una iniciativa que busca dar una solución al problema ambiental, y al mismo tiempo darte valor agregado al plástico descartado.
Se trata del proyecto Legoplast, para la fabricación de ecoladrillos encastrables a partir del plástico tipo mulching, usado como protector de los cultivos. La iniciativa resultó finalista en el concurso FI Innova, organizado por la Facultad de Ingeniería de la UNJu y obtuvo un premio de $ 50.000 para el equipo emprendedor.
“El proyecto consta de tres etapas -comentó Gustavo Cuitiño (25), estudiante avanzado de Ingeniería en Minas, uno de los impulsores del proyecto. “En primer lugar buscamos instalar una planta de procesamiento que transforme el plástico reciclado en ladrillos. En una segunda instancia, queremos brindar un servicio de instalación y recolección del plástico en forma mecanizada, para aumentar la eficiencia en el reciclado. Y finalmente, el proyecto busca ofrecer asesoramiento y capacitación a los productores para mejorar sus rindes y condiciones de trabajo”.
Completan el equipo emprendedor Cesar Ariel Cruz, Daniel Gustavo Sánchez, Eric Iván Cardozo, Julián Ismael Gallardo y Ernesto Gabriel Zerpa, todos estudiantes de la Facultad de Ingeniería, quienes trabajaron en el proyecto durante el primer semestre del año en forma remota, debido a la pandemia. Para llevarlo adelante, contaron con la colaboración de la Secretaría de Economía Popular del Ministerio de Desarrollo Económico jujeño, coorganizadora del concurso FI-Innova.
El sistema es similar al que implementaron Marcelo y Zenón Santiago, que comenzaron un plan de fabricación de ladrillos plásticos encastrables a partir de tapitas de botellas y otros residuos plásticos.
“Desde la Secretaría de Economía Popular nos contactaron con productores de frutilla, una actividad que se realiza en forma casi artesanal y tiene varias problemáticas”, señaló Cuitiño. “Como futuros ingenieros, queremos buscar soluciones y nos enfocamos en la que nos pareció más urgente, que es la de darle valor a los plásticos que hoy son descartados y contaminan”, detalló.
“Luego queremos avanzar en la solución conjunta a otras problemáticas que tienen los productores como la baja productividad, la falta de implementación de buenas prácticas agrícolas (PBA), la escasa industrialización, problemas logísticos y otros problemas de contaminación. Nos gustaría conformar una empresa para brindar este tipo de servicios”, apuntó Cuitiño.
“Para poder reutilizar el plástico como insumo para la construcción hay que limpiarlo, triturarlo y mezclarlo con aditivos para hacerlo más resistente al calor y a la humedad”, explicó el futuro ingeniero. “Estudiamos las propiedades de este material para ecoladrillos y comprobamos que tiene buenas características aislantes e impermeabilizantes. Además, es resistente y más liviano que los ladrillos convencionales”, aseguró. La solución presentada por el equipo de Legoplast incluye el prototipo de ladrillo y el diseño de máquinas para procesar el plástico.
A partir de resultar finalistas en el concurso FI Innova, el proyecto podrá participar en la Incubadora de la Facultad de Ingeniería de la UNJu para recibir asesoramiento, capacitación y acompañamiento en la búsqueda de inversores.
Por: María Gabriela Ensinck
Fuente: La Nación