La alta inflación produce que con el paso del tiempo se necesiten cada vez más pesos para pagar un mismo bien o servicio, y tanto en la calle como en las cifras del Banco Central ya se está evidenciando que el actual billete de mayor denominación quedó “chico” y se precisa, al menos, un papel de $10.000.
La emisión del billete de “los horneros” en diciembre fue récord, ya que creció en volumen un 27% sólo en dicho período.
Es que un ejemplar de $1.000 ya no alcanza para pagar un almuerzo, ni media estadía en un estacionamiento, ni siquiera un pedazo de queso o un kilo de carne.
Así, al comparar la canasta de productos que podía comprar un papel con la imagen del hornero en diciembre de 2017, fecha en la que fue lanzado a la calle por el BCRA, respecto a los precios actuales de los mismos artículos, se puede afirmar que hoy se necesita un papel cercano a los $10.000 para equipararla.
De hecho, según estimaciones de Andrés Méndez de AMF Economía, la inflación generará que en febrero se supere esta cifra, al llegar a $10.560.
En síntesis, en apenas 5 años se necesita un billete de mayor denominación de 10 veces mayor monto para equiparar el valor que tenía el de $1.000 cuando comenzó a circular. Lo que es lo mismo a decir que hoy se necesitan 10 de estos papeles para cubrir lo que uno solo compraba en 2017.
Según datos oficiales informados por el Banco Central, sólo en el último mes de 2022 se emitieron 659 millones de billetes de $1.000. Es decir, el incremento de estos ejemplares en todo diciembre fue de 27% respecto al total que ya circulaban en bancos y el público en general.
Es que a fines de noviembre pasado se registraban 2.427,5 millones de papeles con la imagen del hornero, y para fin de diciembre, apenas un mes después, ese registro escaló hasta las 3.086,5 millones de unidades.
De esta manera, los de $1.000 ya superan en un 50% en cantidad a los de $100, que fueron la mayor denominación hasta fines de junio de 2016, cuando se crearon los de $500.
Fuente: iProfesional