Dossier Web conversó con Daniel Romano, presidente de esta entidad, quien detalló la actualidad del rubro considerado esencial, pero que ha visto también reducidas sus ventas durante la cuarentena.
Así como otros rubros relacionados con la alimentación, el de panaderos fue declarado servicio esencial en el DNU vigente a partir de fines de marzo, cuando se impuso la cuarentena en el país. Venían de 4 años muy complicados, con los insumos dolarizados y el precio de los servicios “por los aires”. Luego de eso la pandemia fue otro golpe duro para el sector. “Estábamos contentos por que podíamos abrir los negocios”, señala Daniel Romano, presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, en conversación con Dossier Web.
Durante el primer mes de la cuarentena, desde la Cámara calculan caídas en las ventas superiores al 90 por ciento en las panaderías céntricas, principalmente porque tras una serie de vallados, se convirtió en una zona de poco acceso y menor concurrencia. En tanto que por los barrios la situación fue distinta, pero de todas formas estiman un descenso en las ventas cercano al 50 por ciento. El cierre de locales gastronómicos y de comida rápida perjudicó de manera importante a los panaderos.

Romano comenta que si bien hubo medias gubernamentales con las que fueron beneficiados, estas no alcanzan. “Del gobierno provincial tuvimos la ayuda con la ampliación de la moratoria en cuanto al tiempo; y en cuanto al gobierno nacional, sólo el 5 por ciento del sector ingresó a la APT [Asistencia al Trabajo y la Producción]”, comenta.
Si bien hay algunas pastelerías que están cerrando sus puertas -Romano reconoce al menos un par que lo hicieron en días pasados- las panaderías por ahora resisten. “Para eso vamos a necesitar nuevamente la ayuda del Estado”, asegura. Con eso refiere a una necesidad de implementar más líneas de crédito para evitar el cierre de los locales.
En cuanto a las acciones que lleva adelante la Cámara de Panaderos de Salta, Romano explica que están manteniendo reuniones con directivos del Banco Nación para interiorizarse respecto a los créditos que esa entidad bancaria dirige hacia los comercios considerados como esenciales. De ello dependerá el futuro de los panaderos, que, por ahora, buscan la manera de sostener sus empresas, en medio de un panorama incierto.
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