Ante la inminente llegada del verano y la imposibilidad de viajar al extranjero por temor al coronavirus y la suba del dólar, la compra de piletas aumentó entre un 150% y 300%, según indicaron a Dossier Web vendedores de este rubro. Sin embargo, las grandes demandas tienen un denominador común: faltante de stock, especialmente –según dijeron- ante la especulación empresarial en base a una moneda inestable como el peso argentino.
Leonardo Koreico, de Piletas Salta, comentó: “las consultas aumentaron a un 300% con respecto a otros meses y las ventas también aumentaron, no en ese porcentaje pero si un 150% con respecto al año anterior”.
Y agregó que “debido a la gran demanda que hay, los insumos para construir las piletas se encarecieron bastante y hay faltante de stock en Salta. No sé si en las fábricas tendrán demoras o a causa de la inestabilidad de la economía están guardando los productos para sacarlos a un mayor precio”.
En esa misma línea, Marcela Mosca de Indus Plast, comentó que “hay una terrible especulación de las empresas, especialmente las multinacionales que prefieren no vender a hacerlo por un precio caro. Te paran la industria nacional y nosotros, los pequeños empresarios, perdemos de vender por culpa de ellos”.
Sin embargo la encargada de Indus Plast confirmó que si tiene stock para sus piletas y también que ya hay una gran demanda. “Hay especialmente muchas consultas por redes sociales y lamentablemente no podemos contestarles a todos. Las ventas también crecieron respecto al año pasado, aunque también hay que tener en cuenta que el 2019 no fue un gran año para los comerciantes”.
Finalmente Alfredo Ruiz, de Ruiz Piletas, también dialogó con Dossier Web y contó que las ventas crecieron un 300%, mientras que las consultas son constantes.
“Hace tres semanas que no puedo vender porque no hay stock. Ni siquiera cañerías. Tengo que andar pidiendo por todos lados”.
Ruiz sostuvo que el faltante es porque “las fábricas no dan abasto, pero también por la especulación. Nos cobran en dólares y como también venden a Brasil y Uruguay, prefieren venderles a estos países que a nosotros por nuestra moneda inestable”.
El comerciante indicó que la gran demanda tiene que ver exclusivamente con la pandemia. “Una familia que me había comprado tiempo atrás una pileta de cinco metros la cambió por una de nueve. En marzo iban a viajar a Cancún y como no podrán hacerlo, me llamaron para cambiar el tamaño”.
Hasta fines de octubre, una pileta “estándar”, Ruiz las vendía a $360 mil “con instalación, bomba, piso atérmico y demás accesorios. Hoy están más caras por el aumento de precios pero ni siquiera puedo vender porque no tengo. Hoy estoy terminando de armar las piletas que ya tenía encargadas”, cerró.