A causa de la pandemia, acompañada de la crisis económica y la devaluación, Nelson López y su novia Cintia Cavaría decidieron crear su microemprendimiento llamado “Churo” y antes de terminar su primer año, lanzaron una campaña solidaria para las Fiestas de Fin de Año en la cual regalaron más de 1200 “chapitas” para que no se pierdan los animales.
López es publicista y diseñador gráfico por lo que decidió invertir en maquinarias y hoy tiene su pequeña empresa de sublimación. Contó a Dossier Web que hacen “tazas, botellas, chapitas y muchos productos más pero lo que más sale son chapitas para los perritos”.
“Nosotros, al ser amantes de las mascotas, sufrimos mucho cuando vemos que un día después de las Fiestas se llena el Facebook de fotos de perros y gatos perdidos a causa de la pirotecnia y por eso decidimos regalar las chapitas. Hicimos un video de campaña y nos juntamos con varios emprendimientos que compraron el material y nosotros pusimos la mano de obra. Armamos un formulario, luego las personas elegían un punto de entrega, que eran en las empresas que nos colaboraron y podían retirarlas por ahí. Las chapitas tienen diferentes diseños con el nombre de la mascota, nombre del dueño y teléfono”.
La campaña fue un éxito. “Se contactaron desde diferentes puntos y hay entregas en zona sur, zona norte, zona centro y también en zona a oeste. Entre hoy y mañana la gente tiene que retirar las 1224 chapitas que hicimos”.
El creador de la campaña junto a su novia recalcó que esta campaña fue exclusivamente “por el amor a los animales”. “Ya en el año 2014 hice un video de campaña a favor de los animales en contra de la pirotecnia. En la casa de mi mamá tenía cuatro perros y después con mi novia adoptamos a Milka, una perrita que estaba perdida, andaba con miedo y hoy es como una hija para nosotros. Decimos que es una ‘Lady can’”.
“Por ella y por los perritos iniciamos esta campaña de ayudar a la gente a que no se le pierda su mascota. Tenemos un sentimiento muy grande, sentido de pertenencia y queremos que no haya animales perdidos”.
Sobre “Churo”, contó: “Empezamos con la pandemia. Nos hemos visto en la necesidad de generar nuevos ingresos. Como yo soy publicista y diseñador gráfico, invertí en los equipos para armar un estudio. Al principio hacíamos tazas y luego sumamos otros productos como botellas de alumnio, plástico, gorras, remeras, almanaques e imanes, mates, chops. Lo más lindo es tener un objeto personalizado, porque es un regalo mágico, con amor”.
“Se llama ‘Churo’ porque hemos buscado que sea alguna palabra arraigada al norte, algo lindo, que te gusta, que sea un producto agradable”.
Por el momento la pequeña empresa es solamente online. “Es un complemento de nuestros trabajos. Se activa de 18 a 2 AM. Milka nos recibe con cariño y ganas de trabajar. Juega un rato con su peluche y se enoja porque a veces estamos ocupados pero está a la par nuestra”.
