El Rally Dakar no solo es la carrera más exigente del mundo. También es un negocio multimillonario para la empresa organizadora Amaury Sport Organisation (ASO). Este viernes la edición 44 llegó a su fin en Arabia Saudita con la presencia de los hermanos Kevin y Luciano Benavides.
¿De qué se trata el Dakar? es una competencia extrema de dos semanas con pilotos de diferentes categorías (motos, autos, cuatriciclos y camiones), quienes buscan imponerse en cada una de las etapas de la carrera y que generalmente se da en el desierto. Comenzó en 1978 entre París-Dakar (la capital de Senegal) y siguió en África hasta 2007. En 2009 llegó a Sudamérica y desde 2020 se disputa en Arabia Saudita.
Dossier Web pudo saber de primera fuente que el contrato entre el gobierno árabe y la organización de la carrera fue de 15 millones de euros por año durante cinco temporadas, por lo que ASO se lleva 75 millones de euros por las competencias entre 2020 y 2024. Sin embargo eso no es todo. Cada piloto (o equipo oficial) debe abonar una importante suma de dinero: entre 15.700 euros y 40.000 euros, dependiendo de la categoría. Además hay otros importantes gastos por asistencia mecánica y si un piloto quiere dormir en su motorhone, también debe pagar miles de euros.
Es importante destacar que los hermanos Benavides no pagan por competir en el Dakar, lo hacen sus equipos. Kevin es el piloto oficial de KTM y Luciano representa a Husqvarna.
Esta edición fue un tanto esquiva para los salteños. Kevin había ganado la edición de 2021, un registro histórico ya que nunca un latinoamericano se había impuesto en esa carrera. En 2022 marchaba entre los primeros y un desperfecto en su moto lo obligó a abandonar provisoriamente. Si bien regresó a la carrera y ganó una etapa, terminó en el puesto 100 de la general.
Luciano Benavides tuvo una participación más prolija. En esta última etapa fue sexto, pero terminó en la posición 13 de la tabla general.
“Fin de etapa 12, hoy abrí pista de principio a fin, realmente empujé y lo hice muy bien sin cometer errores de navegación (eso que estaba muy difícil). Creo que de esa manera ayudé a que mi compañero Sam consiga también la victoria de este Dakar”.
“Tengo un sabor agridulce, porque sabía y me lo demostré que podía haber estado luchando por la victoria o el podio de la carrera, lamentablemente ese fallo mecánico me dejó sin posibilidades, pero me voy con la frente bien en alto”, sostuvo Kevin Benavides en un audio enviado a Dossier Web.
Luciano Benavides también contó sus sensaciones: “Es raro sentir que fue mi mejor carrera y en los resultados terminar en la posición 13. Fueron dos semanas muy intensas a nivel emocional, después de tener que aceptar el primer día un trago amargo tuve que trabajar mucho conmigo mismo para superarme etapa por etapa”.