El último informe sobre tratamiento de residuos industriales realizado en conjunto por la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) advirtió que, de las 12 millones de toneladas anuales de ese tipo de desechos, sólo se tratan para evitar un impacto ambiental 1 millón de toneladas.
Los especialistas que trabajaron en el informe advirtieron que la principal preocupación es “la falta de conciencia de todos los involucrados acerca del desafío ambiental que esto representa y el enorme daño que se genera cuando se vuelcan los residuos de manera ilegal”.
La Dirección de Sustentabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y el Observatorio de la UNR realizaron un relevamiento acerca de cómo es el tratamiento de los residuos industriales en el país que arrojó “una preocupante cifra que alertó a todos los actores involucrados del sector: entre mayo y octubre de 2021, solo se trató el 8% de los residuos industriales que se generaron, un número menor al del último informe presentado por las entidades educativas, que arrojaba un 10%”, informaron los autores del estudio.
Las empresas consultadas para la elaboración del informe indicaron que, si bien el estudio arroja que los principales generadores de residuos son las industrias manufactureras, seguidas por petroleras y mineras y, en tercer lugar, las de suministro de aguas y cloacas, su desafío, dijeron, es que las empresas generadoras tomen conciencia del daño que producen al no tratar correctamente sus residuos y que, haciéndolo de manera incorrecta, el costo del tratamiento cae de manera directa en la sociedad y especialmente en el bienestar de las comunidades lindantes a arroyos y campos donde se realiza el depósito ilegal.
Los números presentados del período mayo a octubre de 2021 demuestran que la cantidad de residuos industriales, especiales y peligrosos generados por todas las industrias es de 12 millones de toneladas al año, de las cuales solo se tratan legalmente 1 millón de éstas.
“A medida que se va completando la serie histórica, nos encontramos con que el porcentaje de residuos peligrosos tratados es marginal con respecto al total”, advirtió Marcelo Corti, director Ejecutivo del Centro de Desarrollo Sustentable de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, en relación con los resultados que arrojó el informe. “Es preocupante saber qué se hace con los residuos que no se tratan, considerando la relativa capacidad de control del Estado con respecto a eso. Es necesario poner este tema en discusión, más allá de ir completando con información, necesitamos un rol protagónico en la generación de estadísticas de este tipo por parte del Estado”, agregó.
Desde el sector privado, Claudia Kalinec, presidenta de la Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos Industriales y Especiales (CATRIES) afirmó: “Destacamos el rol de las universidades en esta tarea inmensa que han tomado con la creación del observatorio. Es fundamental abordar esta terrible problemática que es la contaminación ambiental. El compromiso de las empresas que llevan adelante la tarea de transporte y tratamiento es seguir trabajando integradamente con todos los actores, transparentando nuestra actividad y tomando acciones que protejan y regeneren el ambiente”.
“Somos una actividad esencial y necesaria para vivir en un ambiente sano. La problemática de los residuos es transversal y nos afecta a todos por igual y nosotros tenemos la responsabilidad de informar y colaborar activamente con la toma de decisiones. Estamos a disposición de las autoridades para llevar adelante políticas claras que lleven a tratar correctamente la mayor cantidad de residuos que se generan en el país”, dijo por su parte Gustavo Solari, presidente de la Cámara Argentina de Industrias de Tratamiento para la Protección Ambiental (CAITPA).
“Bajo esta metodología, y acorde a las limitaciones de información pública referidas a la generación de residuos peligrosos, industriales y patogénicos en el territorio argentino; los supuestos que operan detrás de la estimación propuesta son los siguientes: Las empresas generadoras de residuos y que hacen tratamiento de los mismos, operan con la misma tecnología que aquellas empresas generadoras de residuos y que no tratan”, explicaron los especialistas que realizaron el informe.
Por otra parte, concluyeron que “la totalidad de las empresas argentinas generan residuos. El comportamiento estacional de las empresas generadoras de residuos que tratan es equivalente al comportamiento de las empresas que no tratan. Como se puede observar, los supuestos son optimistas con respecto al comportamiento de las empresas generadoras de residuos que no tratan. Por lo general, las buenas prácticas de tratamiento de residuos se encuentran asociadas a empresas que se encuentran integradas a cadenas de valor internacional, o bien que obtuvieron (o están en vistas de obtener) certificaciones de calidad asociadas a prácticas ambientales. En consecuencia, suponer que éste es un comportamiento generalizado al resto de las empresas, es por demás de optimista, en el sentido de que se supone la mejor de las prácticas para la totalidad de las empresas involucradas en el estudio”, señalaron.
Fuente: Infobae