Es inevitable relacionar el boom turístico de la Ciudad de Buenos Aires con la llegada masiva de turistas extranjeros. A veces, al punto de olvidar que un gran número de visitantes que llegan a la City porteña en vacaciones o fines de semana largos, como es el caso de la Semana Santa, lo hace desde el interior del país. Es más, según cifras de la Secretaría de Turismo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la cantidad de argentinos no residentes en la Capital que la visitaron durante el último año supera casi cuatro veces a la demanda turística foránea. La respuesta a este fenómeno es simple: además de ofrecer Buenos Aires una amplísima gama de actividades dedicadas al turismo interno, lo que busca el visitante procedente del interior del país es -sobre todo- la posibilidad de disfrutar de programas y servicios que no tiene en su lugar de origen. La otra gran diferencia entre argentinos y foráneos se da en la elección del alojamiento, en los paseos y las compras; en el segundo caso, marcado por la fortaleza del euro o del dólar.
Clásico e insospechado.
Para ambos casos e incluso para el porteño que decide quedarse en la ciudad, disfrutar Buenos Aires significa adentrarse en sus programas clásicos y en sus rincones más insospechados. Ofrece paseos tradicionales y lugares secretos. El Colón y pequeños teatros experimentales. Librerías antiguas y nuevos centros culturales. Más de cien museos. Ferias artesanales y modernos centros comerciales. Cafés históricos. Tango, milonga. Parques. Bares donde disfrutar el primer y último vaso de la noche. La actividad es permanente.
Se podría decir, sin margen de error, que los argentinos que visitan Buenos Aires vienen a aggiornarse con lo que los canales de televisión difunden como las últimas novedades en materia de teatro, cine, propuestas culturales, eventos, museos y gastronomía, una materia cada vez más entendida por los argentinos, últimamente de paladares exigentes, tanto con las comidas como con el mundo de la vitivinicultura.
Si bien la gama de espectáculos teatrales es amplísima, al momento de seleccionar un ranking con las obras más solicitadas, hay que mencionar el éxito de Antonio Gasalla con «Más respeto que soy tu madre», en el Teatro Metropolitan; «Eva, el Gran Musical», protagonizado por Nacha Guevara, en el Teatro Lola Membrives; y el musical recientemente estrenado «El Fantasma de la Ópera», en el Teatro Ópera.
La avenida Corrientes es siempre una cita obligada para todo el mundo; los shopping son buscados para esparcimiento por los visitantes que provienen de ciudades chicas y como peseo de compras por la mayoría, lo mismo que la avenida Córdoba, entre Scalabrini Ortiz y Juan B. Justo, donde se encuentran los principales outlets de las casas de moda. Otros prefieren la avenida Santa Fe, desde avenida Pueyrredón hasta la Plaza San Martín para luego tomar la peatonal Florida hasta Plaza de Mayo. En tanto que el público de mayor poder adquisitivo se inclina por Palermo Viejo, Recoleta y Barrio Norte. Imperdibles son los paseos por la Avenida Alvear, Quintana o la calle Arenales.
Turismo religioso
La Argentina, durante los últimos 150 años, recibió y recibe millones de inmigrantes de Europa, de América Latina, de todo el mundo. La mayoría entra al país por Buenos Aires, y muchos la eligen para quedarse.
El resultado es que la identidad porteña es fuertemente multicultural, un rasgo que se expresa en la diversidad y abundancia de cultos religiosos que conviven en la Ciudad. A las numerosas iglesias católicas -antiguas o modernas- se suman las sinagogas de una de las comunidades judías más grandes del mundo, los templos cristianos evangélicos, las mezquitas, centros budistas e hinduistas. Aparte de su importancia espiritual, la multiplicidad de templos es parte del patrimonio cultural de Buenos Aires, y un atractivo turístico tanto para los viajeros como para los locales.
Museos
A la hora de hablar de museos, Buenos Aires es una marca registrada, con propuestas de arte nacional e internacional. Además, museos de fútbol, de zapatos, de títeres, de trajes, entre otros. Uno de los más importantes es el MALBA: Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, con obras de Frida Kahlo y Diego Rivera, de Tarsilia do Amaral, Wilfredo Lam y de los principales artistas argentinos. El Museo Evita contiene testimonios de esta figura fundamental de la historia argentina; en el barrio de Retiro, el Museo Fernández Blanco se aloja en el Palacio Noel, de estilo neocolonial típico de los años 20, guardando una de las mayores colecciones del mundo de platería de la colonia.
El arte español, principalmente de los siglos XVI y XVII, se encuentra en el Museo Larreta. Se ubica en una antigua quinta del barrio de Belgrano con un jardín estilo andaluz de 7.000 metros cuadrados. El arte popular argentino puede conocerse en el Museo José Hernández. Su colección incluye más de 8.000 objetos que representan la artesanía argentina antigua y contemporánea.
Bares notables
Tradicionales, alternativos, notables, de entretenimientos, deportivos, literarios. El bar es el lugar propicio para leer, charlar con amigos, navegar en internet, ver desfiles, comprar artesanías, escuchar música en vivo, mirar televisión. También para discutir de política, de cine, literatura, fútbol.
Entre los más antiguos se encuentran el Tortoni y 36 Billares, en Avenida de Mayo; La Giralda y La Paz, en Corrientes; el Británico, en el Parque Lezama; Las Violetas, en Medrano y Rivadavia; La Biela, en Recoleta; y La Academia, en Callao y Corrientes.
Literatura
Buenos Aires tiene una industria editorial de las más competitivas de Latinoamérica, tanto por la cantidad de ejemplares que se editan anualmente como por la calidad de sus publicaciones. Por eso, es una de las ciudades de la región con mayor concentración de librerías. En las avenidas Corrientes, Santa Fe o Juramento y en los shopping hay grandes librerías con las últimas ediciones y mucho material de interés turístico: libros de fotografías, ediciones lujosas sobre el tango.
Para volúmenes raros, primeras ediciones, libros antiguos o agotados, manuscritos, ejemplares en otros idiomas, las librerías de Avenida de Mayo, el nuevo circuito de San Telmo, las viejas librerías de Corrientes entre Callao y 9 de Julio. Para los que prefieren conseguir libros a bajo precio, usados o raros, las ferias de libros -principalmente, Parque Centenario, Parque Rivadavia, Plaza Lavalle y Plaza Italia- son una excelente opción para encontrar interesantes ejemplares.
La noche
Las discos, discotecas o boliches bailables abren a la medianoche y cierran a las 6 o 7 de la mañana (en algunas, la fiesta se extiende hasta el mediodía). Es común que los jóvenes vayan a más de un lugar en una misma noche y desayunen antes de ir a dormir.
Para los que no están familiarizados con la movida porteña, un dato importante es que todo empieza muy tarde. La gente suele ir a bailar aproximadamente a las 2 y media de la mañana. La Ciudad tiene discotecas con música para que los jóvenes bailen según su gusto: marcha, tecno, de los años 80, de los años 60, salsa, brasileña.
Restoranes
Algunos de los barrios porteños son clásicos a la hora de salir a comer. Puerto Madero alberga, en los modernizados docks porturarios, los restoranes más exclusivos. Palermo, en la zona de placita Serrano y de Palermo Hollywood, y Las Cañitas, son el núcleo gastronómico de moda: ofrecen comidas de distintos lugares del mundo junto con las últimas tendencias en ambientación, en una combinación que mezcla estilo minimalista, platos extravagantes y tradicionales, jazz y música electrónica. San Telmo, con una estética más colonial, también tiene variedad de restoranes con comidas típicas nacionales e internacionales. La avenida Corrientes es el lugar ideal para los amantes de las pizzas.