Durante su presentación, Boudou habló sobre el uso de las reservas para pagar parte de la deuda, la situación del INDEC y la reapertura del canje de deuda. "Las posibilidades de financiamiento son bajar las jubilaciones, frenar obras públicas, endeudarse a tasas altas o usar reservas excedentes. No vamos a ajustar de ninguna manera", dijo ante la Comisión.
"Para obtener financiamiento podría hacerse como lo hizo ayer la Ciudad de Buenos Aires, emitiendo deuda. Podemos tomar financiamiento intra sector público, en lo que vamos a avanzar parcialmente, porque se debe tener en cuenta que tiene un costo de oportunidad. O bien se puede ajustar la economía y tenemos el financiamiento. Esto se puede hacer, pero no lo vamos a hacer de ninguna manera. Y la cuarta posibilidad es usar reservas excedentes", afirmó el titular del Palacio de Hacienda. Y añadió: "Es necesario hacer políticas que impliquen no alterar variables macroeconómicas que puedan tener impacto sobre el resto de la comunidad".
Al defender la utilización de reservas internacionales, Boudou dijo que "ya en 2006 se tomó una medida respecto a la aplicación de reservas. Generó un debate en su momento, pero también demostró claramente los beneficios del desendeudamiento".
Boudou explicó que en 2006 se efectuó en un sólo desembolso en efectivo el pago de la deuda con el FMI y señaló que "este hecho fue importante desde lo económico sino con un fuerte efecto político. En ese momento se usaron el 30% de las reservas totales del BCRA o el 100% de las reservas de libre disponibilidad. Se hizo la máxima utilización posible de las reservas de libre disponibilidad. El pago significó una fuerte política de desendeudamiento con recursos genuinos. No se recurrió a endeudamiento. Pero también significó, y me parece muy importante, que no hubiera más imposiciones de ese organismo multilateral como el mantenimiento de un tipo de cambio fijo, que destruyo el empleo, el sistema de jubilaciones que fue concomitante con las privatizaciones. Y en cuestiones micro, el gobierno -por ejemplo- no podía contratar a las universidades nacionales para hacer estudios", dijo.
Y agregó: "Fue una experiencia exitosa ese pago al FMI. Este es el contexto en el cual se basa la Presidenta para volver a utilizar este medio. No se toman las reservas, no se manotean, sólo se usa una fuente de financiamiento a través de la emisión de una letra a 10 años como se hizo en 2006. Circunstancia que fue aprobada por el directorio del Banco Central en ambas oportunidades".
Respecto a la utilización del polémico Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y el cuestionamiento por no debatirlo previamente en el Congreso, el ministro de Economía dijo que "en estas medidas, para el mundo financiero es importante dar certezas. Es cierto que el cronograma de vencimientos de deuda es más fuerte en el segundo semestre que en el primero. Pero lo importante era tener el fondo. Mi criterio no es que algo es urgente antes de chocar. Uno dirá hay que ponerse el casco, y no es así. Hay que ponerse el cinturón de seguridad al subir", apuntó.
"Me parece más razonable el criterio de que la urgencia tiene que ver con tomar las medidas previendo con lo que va a pasar a futuro, y va a pasar inexorablemente en el mes de agosto. La importancia es contar con el instrumento en los tiempos en que lo habíamos diseñado", añadió.
Derogarían un impuesto al que ahora califican de "distorsivo"
Este año, el Gobierno estima recaudar unos 24.000 millones de pesos por el impuesto al Cheque, de los cuales apenas 4.000 millones serán coparticipados con las provincias, mientras que los gobernadores pretenden obtener por lo menos otros 10.000 millones.
El ministro Boudou, al igual que la presidenta Cristina Kirchner un día antes, defendió la posibilidad de "eliminar" ese gravamen gracias a un presunto "mayor crecimiento" que tendría la Argentina. "Viene una etapa de mayor crecimiento para el país, y por eso la eliminación del Impuesto al Cheque es importante. Se trata de un impuesto distorsivo", admitió el jefe de la cartera de Economía respecto del gravamen, creado por el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, y mantenido hasta el presente por los gobiernos de los Kirchner.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, debió aclarar que el debate en el Congreso sobre una modificación de la coparticipación del impuesto al cheque "nada tiene que ver con lo piensan los gobernadores", ya que "la verdadera solución es terminar con este impuesto".
Además, el funcionario coincidió con el argumento que sostienen empresarios y economistas, de que se trata de un gravamen que "distorsiona". Según dio a entender Fernández y piensan algunos analistas, el gobierno recuperaría más adelante los fondos perdidos por medio del incremento de impuestos como Ganancias o la creación de otros impuestos.








