A fines de noviembre, y mediante la resolución 605 que se amparó en la Ley de Abastecimiento, la Secretaría de Comercio Interior intimó a las empresas que producen, distribuyen y comercializan productos e insumos para la construcción a garantizar el abastecimiento y aumentar su producción de materiales, en un contexto de fuerte escasez y presión sobre los precios. Así lo dispuso luego de constatar, según había aclarado en ese momento, retrasos en el normal abastecimiento y acopio de materiales “que no guardan relación con la situación actual de la cadena de valor”.
A partir de ese momento, la cartera que dirige Paula Español dispuso la realización de más de 150 inspecciones, pero fuentes cercanas a la funcionaria admitieron que no se detectaron incumplimientos en los corralones visitados. Reconocen que hay problemas debido a la imposibilidad de que la oferta supla la creciente demanda, pero afirman que “no se detectó especulación” por parte de los distribuidores.
Sin embargo, los problemas persisten y los constructores están convencidos de que muchos distribuidores están comprando materiales anticipadamente y generándose un colchón no sólo para abastecer la futura demanda, que sigue en alza, sino también para cubrirse ante una posible devaluación. La brecha cambiaria sigue jugando fuerte en este tipo de actitudes precautorias. Frente a este escenario, miembros de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) mantuvieron el jueves pasado una reunión al más alto nivel del Gobierno para remarcarles nuevamente la preocupación y proponer una solución.
Los problemas de faltantes de materiales comenzaron a percibirse en el último trimestre del año pasado, cuando también esa escasez empezó a trasladarse a los precios. Según informó el Indec, el costo de la construcción cerró el 2020 con un alza del 42,3%, que subió al 64,4% en el caso de los insumos, ya que la mano de obra apenas trepó 27% en el año y el resto de los gastos generales se ubicó en línea con la inflación (35,7%).
En el sector explican que los inconvenientes para producir derivados de la pandemia hicieron que las fábricas agotaran los stocks entre abril y mayo y que luego tampoco pudieran volver a producir con normalidad por los protocolos. A ello se sumó la explosión de la demanda por el efecto brecha cambiaria y porque la gente comenzó a gastar en refaccionar sus hogares ante la imposibilidad de gastar el dinero en entretenimiento/ocio, lo que se denomina “autoconstrucción”.
“No se consigue nada. Está muy complicado para conseguir hierro, chapa, cemento, ladrillos. Además, los precios se dispararon. Es un tema que tenemos que atacar. Si bien ahora está disminuyendo el consumo individual debido a que la gente ya puede salir y gastar en otras cosas, están aumentando las obras medianas y grandes, públicas y privadas, y los problemas de faltantes siguen evidenciándose”, afirmó a Infobae el titular de Camarco, Iván Szczech.
El directivo hizo alusión a la última encuesta realizada entre los socios de la entidad –publicada el mes pasado pero que refiere a la situación de noviembre– y remarcó que esa realidad, que indicaba que el 80% de las empresas tenía problemas para conseguir materiales, continúa, aunque los datos fehacientes de diciembre se conocerán la semana próxima. Según precisó el constructor, “no se terminó el problema; la producción sigue con inconvenientes”. Pero también dijo que se está hablando el tema con el Gobierno y que la promesa que tuvieron es que se convocará a toda la cadena para intentar encontrarle una solución y que las obras no se vean demoradas por maniobras especulativas.
La propuesta que le llevó la Cámara a las autoridades propone hacer un acuerdo entre los fabricantes, la entidad y el Gobierno para que primero desde se releven las necesidades de materiales en cada una de las obras en las provincias, y después se acuerde con el productor directamente el envío de ese producto -mediante su red de distribución o con la ayuda de la institución- a quien lo necesite. Pero se realizaría en función de lo que se vaya requiriendo mes a mes.
“Las delegaciones de Camarco funcionarían de intermediarias y los precios deben ser los del fabricante, en esos casos. Si hay distribuidores oficiales, no hay problema. En ese caso, no sería necesaria nuestra intervención”, dijo Szczech, pero agregó: “Acá hay distribuidores que pedían una tonelada de acero y de pronto ahora piden 20. Hay que sentarse con todos los actores y ver cómo es la historia. Nuestra prioridad es que los materiales lleguen a las obras que están en ejecución”.
En materia de precios, hasta ahora la única medida que adoptó Comercio Interior para morigerar el impacto de los abultados aumentos fueron los Precios Cuidados para la construcción, pero se trata de 105 productos específicos que se encuentran en 500 bocas de expendio pero de Easy, Sodimac, Blaisten y en algunas pinturerías.