En casi todos las casas, son cada vez son más los dispositivos electrónicos que están conectados a la corriente, dado el avance tecnológico. En este contexto, es fundamental conocer las diferentes formas para ahorrar energía y reducir los costos.
Una de las formas más fácil y útiles de ahorro es evitar el llamado “consumo fantasma”, que representa hasta un 10% del gasto total en la factura y es consecuencia de un mal uso de nuestros aparatos electrónicos. El consumo fantasma es un término que se utiliza para hacer referencia al gasto que realizan los electrodomésticos, incluso cuando no están en uso. Apagados o en stand-by, hay muchos dispositivos que dejamos enchufados a la corriente durante varias horas, sin saber que esto produce un costo significativo en la factura de luz. Tal es el caso de los equipos de sonido, televisores, aires acondicionados, microondas, teléfonos y computadoras. Todos ellos consumen energía en modo silencioso y tienen una repercusión en la factura de luz.
Una de las mejores medidas que se puede tomar es desenchufar todos los aparatos eléctricos que no están en uso. En este sentido, una buena idea es enchufarlos todos a una misma red de conexión para que cuando se apague lo hagan todos los aparatos a la vez. También se puede usar un regulador de tensión, que además protege los aparatos frente a las irregularidades en el suministro.
Qué electrodomésticos consumen más
Estos son algunos de los aparatos que tienen el consumo más alto.
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Computadoras (de sobremesa o portátiles): puede llegar a consumir 8,9 voltios.
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Los equipos de música: apagado puede consumir 8,4 voltios.
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Los aires acondicionados: consume casi 1 watt estando apagado y enchufado.
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Los televisores: consume 2,88 voltios apagado pero enchufado.
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Cargador de teléfono celular: cuando se deja conectado sin que cargue consume 0,26 voltios.
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Impresora: consume 5 voltios por hora apagada y conectada.
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Módem o router: consume 1,37 voltios apagado y conectado.
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Escáner: consume 2,48 voltios si sigue enchufado cuando no se emplea.
Cómo ahorrar en gas
El consumo en gas también tiene ciertos trucos que permiten ahorrar. Casi la mitad del gasto energético de un hogar en invierno es de la calefacción. Se debe regular la temperatura diurna entre 19 y 21 grados y la nocturna entre 15 y 17ºC. Cada grado de más incrementa, al menos, un 7% de consumo. De la misma manera, mantener los pilotos encendidos de los termotanques o estufas, según Metrogas, equivale aproximadamente al 5% del total de gas natural consumido en la Argentina.
Fuente: El Cronista
