A pesar de la recuperación de los últimos días, nadie apuesta que la situación económica esté totalmente controlada, por el contrario los nubarrones no se disipan, aunque los próximos meses serán claves para ver como finaliza el 2018.
El Gobierno empieza a preocuparse, aunque si bien la situación explotó en el mes de junio, la situación de la ruptura de la cadena de pago se venía venir. Lo que sucedió en las últimas semanas en el sector comercial no se diferencia demasiado de lo ocurrido cada vez que hay una devaluación que acrecienta el clima de incertidumbre, escenario inflacionario y la consecuente caída del consumo.
El ministro de Producción, Dante Sica, a poco de asumir, advirtió que la cantidad de cheques rechazados por falta de fondos va en aumento, y reconoció que esa situación provoca un “alerta” en el Gobierno.
“Los bancos no ven aumentos de mora pero sí de cheques rechazados. Y eso empieza a generar una alerta”, enfatizó el flamante funcionario. En declaraciones radiales, Sica afirmó que, frente a este panorama, “la prioridad en los próximos meses es trabajar sobre las cadenas de pagos de las pymes, ya que muchas son proveedoras o clientes de grandes empresas”.
Desde el Ministerio de Producción, afirmaron: “Tenemos que proteger la cadena de pagos de las pymes”, aunque destacó: “no aumentó la mora significativamente y es normal y está apenas por encima del 2%”.
Sica sabe las dificultades que están teniendo las empresas y está trabajando al respecto. “Están aumentando los cheques rechazados, la tasa es muy alta y, a su vez, hay restricción de liquidez”, señaló y agregó que “estamos trabajando en subsidios de tasa para créditos del Banco Nación destinados a capital de trabajo”.
En lo que va del año, los cheques no pagados dentro del sistema bancario crecieron un 22% con relación al año anterior. En el período de enero a mayo, ascendieron a 738.000, mientras que en el mismo lapso pero de 2017 la cifra fue de 605.000, según la información relevada por el propio Banco Central, lo que representa un incremento del 22 por ciento en la cantidad.
Según aclaran desde el BCRA, el monto de cheques rechazados es aún más alto, pero ahí se incluyen no solo a los que no cuentan con fondos para afrontar el pago, sino también a los que están mal confeccionados, sustancialmente menor.
Otro dato confirma la tendencia, en los primeros cuatro meses de 2018 la cantidad de cheques rechazados llegó a 550.000, unos 87.000 más que en el mismo lapso del año pasado.
En total acumularon un monto de $ 21.000 millones, un volumen 50% por encima al del primer cuatrimestre de 2017, destacando que en el último año la inflación se aproximó al 25%.
Por su parte, el Gobierno admitió que por la devaluación y la sequía hay una “desaceleración” de la actividad económica que impacta de lleno en las pymes.
Mora creciente en el pago de impuestos
De acuerdo a un informe de la AFIP se pudo observar que el 55% de los contribuyentes se halla en mora formal y/o informal (se produce cuando el contribuyente es informado por su contador de lo que tiene que pagar y éste da instrucciones de disminuirlo). De acuerdo a las proyecciones del trabajo la AFIP lanzó un plan aumentando la cantidad de cuotas para pagar el impuesto corriente de 6 a 8 cuotas y la cantidad de planes de 4 a 6 que puede utilizar el empresario pyme. Los especialistas consideran que este mecanismo, aplicado en estos tiempos, en lugar de ayudar a las pymes, la hunde aún más en ese espiral nocivo de morosidad.
El sistema identificará su comportamiento fiscal y le asignará una categoría concediendo o limitando los beneficios vinculados con la recaudación, devolución y/o transferencias de impuestos y recursos de la seguridad social, según el caso de que se trate. Es de resaltar que mientras peor calificación tienen las pymes, menos cuotas te otorga la AFIP con una tasa de interés más alto.