A principios de junio, la presidente Cristina Kirchner anunció la compra del primer avión propio en los últimos 17 años y luego se sumó un segundo tienen una autonomía de 6000 kilómetros, que pueden transportar alrededor de 150 pasajeros y que vuelan a 900 kilómetros por hora, los Boeing 737 700 NX se utilizan para cabotaje ante el temor a que sean embargados por los tenedores de bonos en default si pisan una pista en el exterior. La limitación con la que debe convivir la compañía aérea se gestó en la decisión del Gobierno de mantener en default aproximadamente el 25% de la deuda. La embestida para cobrar se ha esparcido por el mundo y Aerolíneas Argentinas es una de las más afectadas.
En abril se presentó el primero de los dos aviones propios donde se gastaron u$s76 millones, ambos comprados directamente a la Boeing. Además, en forma paralela, se firmó un acuerdo para sumar a la flota 10 aeronaves nuevas en leasing, con un costo mensual de US$ 200.000 que actualmente se están usando para salir del país ya que estos no son propiedad de la empresa argentina por lo que no pueden ser embargadas.
Más allá de tener el poder, el control y la gestión en Aerolíneas y en Austral, las dos compañías siguen siendo de Marsans y el proceso de expropiación de las acciones de las sociedades aún transcurre por los vericuetos judiciales. Por esta situación, los aviones técnicamente serían de Marsans; por lo tanto, no pueden ser embargados por deudas del Estado.
La extraña situación se ha colocado como uno de los temas por definir para terminar la negociación con Airbus por los aviones que el grupo Marsans había encargado al fabricante europeo para poner a volar en Aerolíneas Argentinas y que ahora podrían terminar en manos del Gobierno.
En este caso y según una fuente oficial contó al diario La Nación, al concluir la expropiación las aeronaves serían bienes del Estado afectadas a una explotación comercial y, por lo tanto, pasibles de embargo por lo que se analizando la posibilidad de que no sea el Estado el comprador sino algún fideicomiso o alguna figura así por lo que Aerolíneas Argentinas tomaría los aviones en leasing y se evitaría el riesgo.
Funcionarios argentinos que negocian con Airbus avanzan en la formación de una especie de fondo fiduciario que sería solventado con fondos públicos. Este ente, organismo o fondo sería el titular de los aviones, el encargado de pagar las cuotas y el deudor frente al fabricante. Luego los alquilaría a Aerolíneas y a Austral.