A un mes de cumplir 11 años de su inauguración, el Museo de la Vid y el Vino se prepara para recibir a una gran cantidad de visitantes en un mes clave para Cafayate. Adriana Rodríguez Balut, directora del mismo, dialogó con Dossier Web y contó los atractivos de este espacio para los fanáticos de la enología.
“Nos estamos preparando para la llegada de cientos de turistas, tras un año de suspensión -por la pandemia- de la Serenata a Cafayate, así que estamos con mucha expectativa”, sostuvo y contó que la demanda es tan grande de uno de los festivales más importantes del país “que este año se agregó un día más y será de miércoles a sábado (del 16 al 19 de este mes)”.
Respecto a los visitantes que ya recorren las calles cafayateñas y que llegarán en los próximos días, indicó que “el museo no requiere de reservas. Si bien el ingreso con cupo limitado pero tiene un solo sentido y es amplio. Por lo tanto ingresa un grupo de gente y luego entra el otro. No se ven durante todo el recorrido”.
El museo está abierto de martes a domingo, de 9 a 18, así que durante toda la previa de la Serenata a Cafayate se espera una masiva concurrencia. “No hay que sacar turno ni se espera en boletería. A lo sumo se va reuniendo de a poco la gente en la boletería para poder ingresar”.
Sobre la importancia del vino en la localidad, Adriana comentó: “Cafayate tiene dos grandes sustentos económicos que van de la mano: la elaboración del vino y el turismo. La gente no solo viene por el paisaje, sino también para disfrutar de un buen vino”.
“El museo es de vanguardia, está puesto al servicio de contar la historia no solo de la vid y el vino sino de muchos más aspectos.
“Mostramos la planta registro del agua, amplitud térmica, no solo vamos informando sino vivenciándolo. Hay una sala memoria del vino, donde se cuenta cómo llega la vid a la Argentina, cómo se elaboraba el vino antiguamente. Hay una prensa de madera con un monitor donde explica cómo se hacía”, agregó.
Luego contó que “el vino cuenta su historia desde los primeros vestigios. Son los vinos de altura característicos de Argentina, los vinos más alto elaborados comercialmente”.
Rodríguez Balut dijo que la gente se va feliz del museo y luego continúan el recorrido a importantes bodegas. “Cuanto más les explicamos, tras visitar el museo les sugerimos que visiten las bodegas. Es que al encontrarse con la información, la planta característica de tal vino, cómo se involucra para determinada uva, los visitantes se encuentran con herramientas y entienden que es mucho más que descorchar una botella y tomarla en una hora con una pareja o grupo de amigos”.
