La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (Aceiteros) activó una huelga nacional que se llevará adelante desde la tarde del jueves.
El conflicto con las cerealeras se detonó cuando las empresas se negaron a ofrecer una recomposición salarial, al activarse la revisión prevista en el acuerdo que cerraron meses atrás, ya dentro de la pandemia y el ASPO.
“Los representantes patronales de las cámaras Ciara, Ciavec y Carbio nos ratificaron que su oferta salarial es cero. Esto es, se niegan a negociar cualquier tipo de aumento”, sustanció el titular de Aceiteros, Daniel Yofra.
“Han sido beneficiadas con una transferencia de cientos de millones de dólares y se niegan a negociar”, recalcó el dirigente a BAE Negocios apuntando al sector exportador.
La discusión se da en el marco del cumplimiento de la cláusula de revisión prevista para el mes de agosto y que formó parte del acuerdo por las partes el pasado 30 de abril. En un conflicto que desde la organización sindical estimaron “de larga extensión”, fuentes del ministerio de Trabajo señalaron que este miércoles empresarios y sindicato participarán de un encuentro en esa cartera.
Avizoran tener poder de conciliación, como el que desarrollaron en el conflicto paritario de petroleros que se acordó la semana pasada. Sin perjuicio de esa alternativa, la conciliación obligatoria es una variante que no descartan las partes en conflicto.
“Planteamos que el ingreso inicial le asegure a los trabajadores que representamos la alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, señaló Yofrá.
El dirigente gremial, un fuerte crítico de la CGT, se remitió a los estudios basados en la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH), donde la suma necesaria para asegurar el acceso a esos derechos esenciales es, al 31 de agosto de 2020, de $81.670. “Se trata del piso que debería percibir cada trabajador y trabajadora en todo el territorio nacional”.
En esta oportunidad las cámaras empresarias argumentaron que el cálculo de actualización salarial se debe hacer en función de la inflación pasada y que a su juicio no corresponde ningún aumento.
“Esta ha sido una actividad declarada esencial, y que por lo tanto no dejó jamás de producir durante la pandemia, lo que generó una rentabilidad superior a la de años anteriores, la postura de las cámaras sea la negativa a negocia”, remarcaron desde Aceiteros.
En la ofensiva consideraron que tales firmas son las históricas ganadoras del modelo agroexportador, “han sido beneficiadas con las medidas del Gobierno nacional, percibiendo una transferencia de cientos de millones de dólares que se suma a su ya extraordinaria rentabilidad. Pero en vez de dar el ejemplo, aumentando salarios para reactivar la economía, se niegan a negociar”.