La pandemia cambió los hábitos de consumo y generó nuevos negocios. Las tiendas que venden alcohol nacieron para suplantar la falta de bares y restaurantes en pleno confinamiento obligatorio en 2020. Pero, el boom llegó para quedarse y hoy en promedio se inauguran 10 despachos de bebidas alcohólicas por mes.
Si bien muchos comerciantes independientes buscan sumarse al negocio de moda, el mayor crecimiento se da en manos de las franquicias. Y es que este modelo es uno de los que más rápido se recuperó tras la pandemia. En 2021, las aperturas de nuevas sucursales superaron los cierres de 2020 y el sector registró un crecimiento del 13%.
El aliado perfecto para estas tiendas son las aplicaciones de delivery. Según los datos arrojados por Pedidos Ya, a nivel nacional “en 2022 duplicamos la cantidad de comercios que forman parte de la vertical de Bebidas (Drinks), superando los 2000 comercios adheridos en esa vertical”, explicaron desde la empresa que cuenta con más de 60.000 comercios adheridos y 35.000 repartidores.
LA PANDEMIA, RECONVIRTIÓ EL NEGOCIO
“Nuestra marca nació en 2005, estaba asociada a las fiestas privadas y al servicios en bares. En pandemia nos vimos obligados a reinventarnos para sobrevivir”, explica Sebastián Policaro dueño de la marca Tomate Algo.
La empresa apostó a los dark store: se trata de pequeños depósitos de alcohol. “Nos asociamos con ciertas marcas y negociamos con aplicaciones como Pedidos Ya y Rappi para que puedan despachar venta de bebidas alcohólicas. Por ejemplo trabajamos con Café Martínez y Almacén de Pizza”, explica el empresario.
Los locales habilitan un espacio para almacenar las bebidas alcohólicas y las comercializan a través de las aplicaciones de delivery bajo el nombre de “Tomate Algo”. Con este formato la marca ya cuenta con 100 puntos de venta y en promedio, “estamos lanzando 10 apertura por mes, que podrían ser aún más”, explica sobre el éxito del negocio.
Según explica el empresario, el monto de la mercadería inicial asciende a $200.000, con una frecuencia de reposición semanal de $30.000 arrojando un valor aproximado en costo de mercadería vendida de $120.000 al mes. “Las ventas esperadas del punto para el primer mes son de $222.000“, resalta.
“Los locales necesitan las habitaciones clásicas y en provincia de Buenos Aires, tienen que tener un permiso adicional que se llama Reba. Los locales no cambian en su estética nada, pero puertas adentro tienen un mini stock de bebidas. El dueño del local recibe el 100% de la venta, la única condición es que nos tienen que comprar a nosotros la mercadería”, explica el empresario.
En la Argentina, hoy existen casi 1500 empresas franquiciantes. Los datos de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF), muestra que el número creció casi 13% en 2021 y está compuesto en un 40% por empresas gastronómicas, un 23% de comercios especializados, un 10% de indumentaria, calzado y moda, un 6% de servicios de capacitación, un 7% de servicios de estética y salud, y un 14% restante agrupa a otros servicios.
“Mientras muchos locales cerraban nosotros nos animamos a abrir la primera tienda en febrero 2021”, cuenta Ayelen Zurbriggen, socia del local La Gintó. Con la particularidad de que esta tienda solo vende Gin y todo lo necesario para hacer Gin Tonic, una de las bebidas del momento.
“Hoy tenemos una facturación mínima de $ 1.000.000 por mes, con la particularidad que jamás pusimos dinero más allá de nuestra inversión inicial que la recuperamos en seis meses. Estamos creciendo muy rápido por eso decidimos expandirnos a toda la Argentina como franquicias”, explica.
La marca está a pocos meses de llegar a Mendoza y el objetivo es abrir seis locales en el año. “En dos meses estaremos operativos en Mendoza como franquicia, los pasos siguientes son en Cipolletti, otra sucursal en Neuquén Capital, en Posadas y en Chubut”, cuenta la empresaria.
POR QUÉ EL BOOM
En pandemia creció el consumo de alcohol en los hogares por la imposibilidad de salir a bares o restaurantes. Lo cierto es que esa costumbre se mantuvo a pesar de las aperturas y la vuelta progresiva a la normalidad.
Según los datos del laboratorio estadístico del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) el 2020 cerró con un repunte en el consumo de vinos en el mercado interno del 6,5% respecto del 2019, lo que representó 57 millones de litros más que el año anterior.
“Hoy lo que vemos es que 7 de cada 10 persona que llegan a nuestra marca compran, un número que el año pasado era por lo menos de la mitad”, agrega Patricio Folatelli dueño de Smart Drink.
“Vendemos cápsulas como las de café, pero para hacer cócteles. Se preparan solo con hielo y agua en cualquier tipo de contenedor o batidor. El sistema se modificó porque antes utilizabamos un Shark especial para estas cápsulas. Pero en pandemia, casi quebramos y tuvimos que aggiornarnos”, explica.
“En emergencia, tuvimos que explorar el producto y adaptarnos. Mejoramos el sistema para que se pudiera utilizar en cualquier recipiente y no solo en nuestras cocteleras. Cambiamos el pico de las cápsulas y simplificamos el producto”, resalta el empresario.
Hoy con este producto están lanzando una unidad de negocios con un formato de microfranquicia por $49.999.
Autor: Belén Fernández
Medio: El Cronista
