Mientras el candidato a presidente y ministro de Economía Sergio Massa, anunció medidas para establecer una muralla de contención del dólar paralelo de cara a las elecciones presidenciales del 22 de octubre, en Salta, la moneda norteamericana otra vez se perfila en alcanzar los 1000 pesos y cotizó a 995.
La City salteña se mantiene en alerta y si bien, tras un relevamiento realizado por Dossier Web en las famosas cuevas de la zona bancaria, el ansiado billete es difícil de conseguir, los mal llamados arbolitos aseguran que la moneda va a seguir su alza.
Por otro lado, economistas explican que la importante corrida bancaria se debe a que las tazas de plazos fijos cayeron y hay muchos pesos argentinos en la calle. La gente busca dolarizar sus ahorros por temor a lo que pueda suceder después de las elecciones en el mercado cambiario.
A nivel nacional también volvió a rebotar y cerró a $965 para la compra y $985 para la venta, por debajo de su nivel simbólico de los $1.000, a solo días de la crucial elección presidencial.
El billete paralelo llegó en forma intradiaria a los $1.050 el martes pasado, lo que representó su récord nominal. La brecha con el dólar oficial alcanzó el 181,4%, luego de quedar a un paso del 200% el martes, superando los niveles alcanzados en julio de 2022, tras la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía.
Los operativos en las cuevas
Durante el fin de semana, el ministro de Economía Sergio Massa se reunió con parte de su equipo para coordinar el accionar. Desde el Palacio de Hacienda anticiparon a Ámbito que se viene una semana cargada de operativos en las cuevas de la City Porteña. Un refuerzo para las reservas, la estrategia para los financieros y el cerco al blue mientras Comercio monitorea la variable más sensible: los precios.
A pesar de las iniciativas que apuntan a incentivar la liquidación de soja, minerales, productos de las economías regionales y las pymes, en lo que va del mes, el Banco Central vendió en el mercado oficial más de u$s600 millones.
En cualquier caso, la presión hacia los “cueveros” continuará. En el Gobierno consideran irracional la brecha entre el dólar informal y los financieros que se mantuvo por varios días en torno al 20%. Dejaron trascender que incluso podrían avanzar con nuevos pedidos de detención. Un cerco que se estrechará cada vez que la presión cambiaria se incremente.
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