Gracias a las nuevas tecnologías, en uno de cada cuatro hogares hay un espacio dedicado a que una persona trabaje desde la casa, según un informe de la consultora Carrier y Asociados. A su vez, el relevamiento indicó que en el 50% de los casos más de un integrante lo usa.
Estas personas, denominadas teletrabajadores, fueron aumentando en la Argentina. Mientras que en 2004 había 300.000, la cifra se incrementó en 2008 hasta el 1.300.000, según el Ministerio de Trabajo. Para llegar a eso, fueron necesarios, como mínimo, una computadora, un teléfono inteligente y una impresora.
Los teletrabajadores son personas en relación de dependencia o trabajadores independientes que eligen realizar su labor desde la comodidad del hogar, más basados en el cumplimiento de objetivos que en el cumplimiento de un horario fijo, publica el diario Clarín en su edición de hoy.
Entre quienes pueden mencionarse que desarrollan esta actividad están los profesionales independientes, los docentes, los administrativos y los diseñadores gráficos.
A la hora de explicar los beneficios, los hay tanto para el trabajador como para la empresa. Para el primero, pueden nombrarse un mayor tiempo para dedicarle a la familia, flexibilidad horaria, evitar viajes a la oficina y aumento de la productividad.
En tanto, para las compañías se pueden mencionar la poca infraestructura necesaria, un menor consumo de energía y menores conflictos internos, consigna el matutino.
