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Mercados emergentes: en octubre, hubo más apetito por las acciones que por los bonos

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Los flujos de cartera hacia mercados emergentes se fortalecieron en octubre, alcanzando los u$s26.900 millones, lo que habla de una notable recuperación tras el ritmo moderado de septiembre. Según el monitoreo del IIF, el repunte se debió a una fuerte rotación en los flujos de renta variable, que volvieron a terreno positivo hasta los u$s12.900 millones, mientras que los flujos de deuda se moderaron hasta los u$s14.000 millones, frente a los u$s24.700 millones del mes anterior. Cabe destacar que la brecha entre los flujos de deuda y de acciones, que se había ampliado a lo largo del año, se redujo drásticamente el mes pasado. Ahora bien, la persistencia de esta convergencia dependerá tanto de la dinámica de las tasas de interés externas como de las señales que emitan los bancos centrales de los mercados emergentes en las próximas semanas.

Otro rasgo distintivo de lo ocurrido en octubre fue que la amplitud regional también mejoró, con Asia emergente, Latinoamérica y Europa emergente registrando mayores entradas de capital. “Sin embargo, tras la recuperación general, siguen siendo visibles importantes puntos débiles”, advierte Jonathan Fortun economista del IIF: China registró entradas marginales de tan solo u$s500 millones, ya que las ganancias en renta variable se vieron contrarrestadas en gran medida por nuevas salidas de deuda; los flujos de deuda en la región Medio Oriente y Norte de África (MENA) disminuyeron, y el patrón de emisión continúa reflejando un apetito desigual por parte de los inversores y una segmentación desigual en los niveles de crédito.

En este marco, sin duda el cambio más notable en octubre fue la recuperación de las asignaciones a renta variable de mercados emergentes. Tras un trimestre de debilidad, los flujos de renta variable aumentaron en u$s16.400 millones con respecto a septiembre. Tan solo la renta variable china registró entradas netas de u$s3.500 millones, mientras que los mercados emergentes excluyendo al gigante asiático sumaron u$s9.400 millones, la cifra mensual más alta desde finales de 2023. Para Fortun, la recuperación refleja tanto un reposicionamiento táctico como un entorno más favorable para las divisas de mercados emergentes, especialmente en los mercados de alto rendimiento.

Lo que se observa del relevamiento de flujos de capitales a mercados emergentes es que las asignaciones minoristas y de fondos ETF aumentaron en Asia y Latinoamérica. Aunque también se contempla la posibilidad de que la demanda indirecta vinculada a los fondos de bonos en moneda local puede haber impulsado las exposiciones a renta variable en mercados seleccionados. Al respecto, el IIF destaca que el índice Bloomberg EM Local Currency Government Bond ha obtenido una rentabilidad del 14,7% en lo que va del año, impulsada por la fortaleza del tipo de cambio y los ingresos por cupones, lo que ha mejorado el atractivo general de los activos de mercados emergentes, incluso ante la persistente incertidumbre macroeconómica.

Por su parte, los flujos de deuda se mantuvieron positivos, pero disminuyeron significativamente con respecto al mes anterior ya que las asignaciones totales se redujeron a u$s14.000 millones, de los cuales u$s17.100 millones correspondieron a mercados emergentes excluyendo China, mientras que el gigante asiático registró una salida de u$s3.000 millones. Desde el IIF consideran que los elevados rendimientos nominales y reales siguen siendo fundamentales para la demanda de deuda de mercados emergentes, sobre todo en los mercados de moneda local, donde el carry continúa acumulándose a un ritmo históricamente rápido. Sin embargo, la reciente dinámica de precios sugiere que la contribución de la duración se ha debilitado. Explica Fortun, que el margen de valoración en muchos mercados locales se ha reducido y la relación riesgo-rentabilidad parece menos favorable.

A nivel regional, Asia emergente lideró con entradas totales de u$s16.500 millones, impulsadas por un renovado interés tanto en los mercados de renta variable como de renta fija. Latinoamérica registró u$s3.500 millones, con una moderación en los flujos de deuda, aunque la demanda local de bonos en Brasil y México sigue contribuyendo positivamente. Por su parte, Europa emergente registró u$s3.800 millones, con Rumania, Polonia y Hungría atrayendo entradas de capital, mientras que la región MENA registró u$s3.000 millones, una ligera mejora con respecto al mes anterior, pero que oculta una fuerte caída en los flujos de deuda, de u$s5.400 millones a u$s2.200 millones.

“El desglose regional sigue reflejando el cambio en las preferencias de los inversores, con una creciente diferenciación entre las exposiciones en moneda local y en moneda fuerte”, señala Fortun quien además destaca que la emisión soberana se moderó en octubre tras un tercer trimestre muy sólido. Pero si bien los volúmenes totales se mantienen elevados, la composición de las operaciones sigue poniendo de manifiesto la distribución desigual del acceso al mercado: los prestatarios con grado de inversión han aprovechado el repunte de los diferenciales y las tasas para extender los vencimientos y asegurar bajos costos de financiación; mientras que los soberanos con calificaciones más bajas siguen estando prácticamente ausentes. “La emisión neta aún es limitada una vez que se contabilizan las amortizaciones”. En la región MENA, países como Arabia Saudita y Kuwait ya han superado los récords anuales anteriores, lo que sugiere una desaceleración estacional de la oferta hacia fin de año. “La demanda de los inversores se mantiene concentrada en créditos con mercados secundarios profundos, índices de referencia líquidos y marcos macroeconómicos transparentes”, explica el economista quien advierte que el “carry” se ha convertido en el principal contribuyente a la rentabilidad total.

De todos modos, pese al tono constructivo de las condiciones financieras globales, la demanda de protección cambiaria ha aumentado: los costos de cobertura se mantienen muy por debajo de los niveles de 2021, pero la volatilidad implícita ha dejado de disminuir y las asimetrías de las opciones se han acentuado en varias divisas de alta “beta” (más volátiles). “Este cambio sugiere una postura más cautelosa entre los inversores que anteriormente se habían posicionado para un entorno macroeconómico favorable. La demanda de protección contra las caídas ha aumentado en mercados como Brasil, Sudáfrica y Turquía, donde el riesgo político y la incertidumbre siguen siendo elevados”.

¿Qué esperar de lo que viene?

El contexto global sigue siendo favorable, con la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, las condiciones financieras se han relajado y los mercados continúan anticipando al menos un recorte adicional de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). Por otro lado, los bancos centrales de los mercados emergentes han reanudado la flexibilización de sus políticas, respaldados por una inflación moderada y condiciones cambiarias más estables. En este contexto, los mercados locales siguen anclados por amplios diferenciales de rendimiento real y la mejora de la dinámica de la cuenta corriente. Además, las reservas de divisas en muchos mercados emergentes se han estabilizado o han retomado una tendencia alcista, lo que refleja tanto cuentas financieras más sólidas como una menor presión externa. “No obstante, señala el IIF, el repunte de los flujos durante octubre ofrece un respiro temporal, pero persisten las incertidumbres estructurales. La cautela de los inversores sigue siendo evidente, y es probable que la concentración de flujos se mantenga hasta fin de año”.

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