Tal como lo habían anticipado funcionarios del gobierno nacional, la inflación de marzo fue mucho mayor a la esperada; si bien el INDEC aún no formalizó los datos, el Instituto de Investigación Social, Económica y Ciudadana (ISEPCI), dio a conocer el resultado del análisis que hacen mes a mes y las conclusiones son preocupantes.
Federico Maigua, titular del organismo dialogó con Dossier Web y contó que en marzo una familia tipo necesitó 40.230 pesos solamente para comer. “El aumento de la Canasta Básica de Alimentos es del 10.3% con respecto a febrero, algo realmente preocupante”, detalló recordando que este estudio tiene como punto de análisis una familia compuesta por dos adultos y dos menores.
En Salta son muchas las familias numerosas que a veces sólo tienen ese dinero para todos sus gastos del mes.
En cuanto a la Canasta Básica Total una familia tipo necesitó 90.116 pesos para cubrirla, lo que representa un incremento del 7.62%.
La variación anual acumulada para la CBA fue de 24,17%, y en cuanto a la CBT, esa variación fue de 17,86%. Con respecto a la variación interanual, la misma alcanzó el 56,55% en la primera canasta, y el 46,73% en la segunda.
Maigua recordó que los salarios lamentablemente no acompañan estos aumentos y que los mercados avizoran una inflación anual superior al 60%, una clara muestra de que “el gobierno no tiene un plan económico, no hay una proyección, no sabemos hacia donde estamos yendo”.
En cuanto al rubro que mayor aumento mostró explicó que es el de carne con una variación mensual 15.13%, en segundo lugar se ubica almacén con el 7.90% y en tercer lugar verdulería con el 4.19%.
“Tenemos que recordar que en febrero una familia necesitó 83.730 pesos para cubrir la Canasta Básica Total y ahora más de 90.000, lo que representa una diferencia de más de 6000 pesos, algo que no se ve reflejado en los salarios”, dijo lamentando que tampoco se han iniciado las paritarias con las cámaras empresariales.
“La realidad de las familias de la economía popular es aún más difícil, recordemos que cada vez son más los que trabajan en la informalidad y no logran ni siquiera cubrir los gastos de una Canasta Básica y deben recurrir a asistencia como la de comedores y ollas populares”.
Con estos resultados reconoció que “el humor social empeora semana a semana, la incertidumbre, los aumentos son algo difícil de manejar, muchos ya no saben cómo achicar gastos”.
Finalmente reflexionó en la necesidad de que la economía tome otro rumbo con urgencia para evitar que la pobreza siga aumentando en Argentina.
