Hasta fines de mayo el Gobierno esperaba que la inflación se ubique en 29% e impulsaba acuerdos paritarios en torno al 30% y 33%. Ahora, cerca de las elecciones de medio término, el objetivo cambió. La estrategia es adelantar las clausulas de revisión con la habilitación de aumentos salariales de entre el 40% y 45%. Los empresarios califican a este giro como una “desprolijidad” de los funcionarios que les saca previsibilidad a sus negocios y adelantan que tendrá un impacto inflacionario.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, avaló públicamente días atrás que haya una “reapertura de las paritarias que hagan falta”. En esta línea, ya consiguieron ajustes salariales por encima del 40% empleados de PAMI, Anses, casas particulares, empelados legislativos, bancarios y camioneros.
“Es una total desprolijidad del Gobierno porque en abril nos fijó una pauta diciéndonos que las paritarias tenían que estar en torno al 29%. Nosotros de la mejor manera hicimos una paritaria del 32% y los empresarios organizaron su futuro con esas previsiones. No podemos dos meses después porque el Gobierno tiró de repente abajo lo que había defendido del 29% y ahora dice 40% volver a abrir las paritarias. Así no se puede trabajar. Las empresas necesitan previsibilidad en sus cálculos“, dijo a El Cronista Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
Todas las cámaras empresariales consultadas por este medio coinciden en la necesidad de los asalariados de recomponer sus contratos porque el aumento de precios se disparó más de lo previsto. En los últimos 12 meses la inflación acumula una suba de 48,8% y en los primeros cinco meses del año alcanzó al 21,5%, de acuerdo a las cifras del Indec.
La directora de la consultora Eco Go, Marina Dal Poggetto, hizo especial énfasis en que el número de aumento de las paritarias que se están discutiendo en este momento puede ser engañoso. Uno ve un aumento de 45%, pero se suele pagar en tramos o en cuotas. “De todos modos, se espera que el aumento acumulado en el segundo semestre pueda ganarle a la inflación”, concluyó la especialista.
A su vez, insisten que, desde su lado la situación es muy complicada y heterogénea. El dirigente empresario Pedro Cascales destacó que el sector pyme es el principal interesado en un ajuste salarial porque vive del consumo interno. Por el otro lado: “la verdad es que hoy estamos en una situación sumamente crítica donde muchas pymes están con dificultad para pagar los salarios. Además las pymes no son formadoras de precios, esto aumenta sus pérdidas o merma la poca rentabilidad que pueden tener”.
De esta manera, el sector de pequeñas empresas que representa más del 90% de las empresas del país -las grandes compañías, en relación, son muy pocas- explica que para llevar a cabo nuevos aumentos salariales necesita aumentar su productividad y para eso debería haber mayores inversiones, más consumo y una baja de la inflación que les permita crecer. De acuerdo a las cifras de la CAME, la producción de las pymes está en recuperación, pero aún por debajo de los niveles pre pandemia.
Por su parte, Iván Szczech, presidente de la Cámara de Construcción (Camarco) adelantó se encuentran en negociaciones con la Uocra en búsqueda de un “equilibrio”, pero coincidió: “estamos en pleno debate porque la situación de las empresas es muy delicada. Esto sí o sí significará un traslado a precios que complicará el crecimiento del sector”.
En contraposición, Federico Hellemeyer, presidente de la Asociación de Fábricas de Electrónica (Afarte), detalló que la paritaria metalúrgica que se firmó en marzo con la UOM y Asimra tiene pautada una revisión para diciembre y todavía no tuvieron pedidos de adelantarla.
Por: LARA LÓPEZ CALVO
Fuente: El Cronista