Uno de los sectores más beneficiados por la devaluación, el turismo interno, cerró 2018 con números levemente en alza. La temporada pasada finalizó con una cifra récord de 48.515.127 plazas ocupadas en hoteles y parahoteles -cabañas y bungalows, según la categorización oficial- de toda la Argentina, lo que significó un crecimiento del 1% respecto del total de 2017, según datos estimados por la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El número de plazas ocupadas representó un total anual de 23,2 millones de habitaciones vendidas en todo el país, un leve incremento del 0,3% respecto de 2017, pero que marca un nuevo máximo histórico en la serie. Nunca se había alcanzado la cifra de 23 millones entre los años 2006 y 2016, según la estimación oficial.
La tasa de ocupación de habitaciones, el indicador más habitual de seguimiento del nivel de utilización de la capacidad instalada hotelera, arrojó un promedio de 44,8% para todo 2018, el nivel más alto de la última década. En términos de plazas, la tasa media fue de 35,1%, también la más elevada desde 2008.
“El año pasado hubo más de 20 millones de viajeros hospedados y se marcó un récord histórico de pernoctaciones, con 48 millones de plazas ocupadas”, destacó Gustavo Santos, secretario de Turismo de la Nación. En el mes de diciembre pasado, por primera vez en casi tres años, resultó positivo el número de turistas que arribaron al país contra los que viajaron al exterior, con un saldo positivo de 15.273 visitantes.
Antes había habido 46 meses consecutivos deficitarios. Según los datos de la Secretaría, 2018 finalizó con ingresos por turismo receptivo del orden de los US$5900 millones.
“Esto significa un sólido aporte a la economía nacional, sosteniendo los puestos de trabajo en destinos de todo el país, impulsando la actividad regional y afianzándose entre los principales rubros exportadores”, agregó Santos. Pérdida de rentabilidad
Pese a las estadísticas oficiales, los representantes privados no se mostraron optimistas ante la realidad del sector. Las autoridades de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) expresaron en un comunicado que “desde los últimos años el sector sobrelleva la disminución de la rentabilidad y la competitividad, con la imposibilidad de pasar los costos fijos y reales a las tarifas”.
Como ejemplo de la situación, explicaron en el comunicado que “comparando enero de 2018 con igual mes de 2019, el índice de inflación fue de 49,3%, y el sector hotelería y gastronomía subió sus precios en un 40,1%, según datos del Indec, es decir que perdió contra la inflación 9 puntos porcentuales, que impactan nuevamente en la rentabilidad”.
Según datos del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), citados por la Federación, “en noviembre 2018 comparado con 2017 la actividad en hoteles y restaurantes cayó un 5,2%”.
Finalmente, denunciaron “la competencia desleal de las 487.847 plazas de alojamientos informales que lleva relevada la entidad en el país, frente a las 432.562 plazas hoteleras registradas”. Y solicitaron “la sanción de la legislación adecuada para que todos los prestadores de alojamientos turísticos tengan idénticas obligaciones y derechos”.
Fuente: Diario La Nación